Impuesto al sol

Cuando la humanidad tiene su origen en la creación, en el sexto día  surge la primera asociación hombre/mujer: Adán y Eva. Desde allí, la base fundamental del ser humano, la familia. En el séptimo día, descanso.


Una agrupación de familias constituyen una sociedad, dentro del respeto, cumplimiento de normas de convivencia y leyes; dan origen a un Estado.


La historia comprueba que los Estados surgen, luego de la transformación, en la manera de decidir sobre el bienestar de esa sociedad; primero fueron los señores feudales dueños de la tierra, luego reinas y reyes que aún existen, para culminar en elecciones de representantes poblacionales, en lo que se denomina democracia representativa.
Pero lo que nos aboca, es cómo ese Estado se sustenta, cómo logra recursos e ingresos para llevar adelante las decisiones de bienestar social.


En la época feudal, los dueños de la tierra cobraban señoriaje a los que trabajaban esa tierra, al igual que los reyes pedían a sus súbditos impuestos para su manutención y continuidad del reinado. Los Estados actuales, gobernados en su mayoría por sistemas representativos, se sustentan económicamente en la venta y/o explotación de recursos naturales por parte de los Estados o empresas privadas, por el cobro de impuestos y, en el peor de los casos, pidiendo dinero prestado.


Nuestro país, Argentina, con un sistema político representativo, republicano y federal, no es diferente a lo  mencionado; se sustenta de la extracción y cobro de regalías/impuestos de recursos naturales, y de otros tantos impuestos más que el Estado recauda, solo por ser Estado.


Te estarás preguntando: ¿qué tiene que ver esto con el título de la nota? Para no aburrir, la actualidad no es muy diferente a la historia, solo la época.


La economía argentina viene de procesos y planes económicos de todo tipo y experimentos… solución: ninguna. Podemos afirmar que en las ciencia exactas, como la matemática, 1+1=2, lo cual es correcto; en contabilidad, un balance con debe y haber equilibrado, nos da resultado cero, saldado.


La economía argentina viene de procesos y planes económicos de todo tipo y experimentos… solución: ninguna.



Si definimos debe como los gastos que realice o genere, compensar los gastos con los ingresos que tengo, ingresos reflejados en el haber. Si el resultado de esa sencilla cuenta en “t”, nos da que los gastos son mayores a los ingresos, entonces tenemos déficit. Para lo cual debemos, o pedir dinero prestado o inventar/crear algún impuesto y/o tasa para saldar ese déficit.


Argentina, nuestro país, hoy tiene una deuda/déficit de 400.000 millones de dólares en concepto de deuda externa/interna y gastos del Estado argentino, de sus instituciones y poderes, nacionales, provinciales y municipales. Datos a diciembre 2021, prácticamente debemos un producto bruto interno (pbi), ademas de tener 50% de pobreza, 15% de desocupación, 52% inflación y los síntomas continúan…


Si mañana, a un ministro de economía se le ocurriera crear un impuesto para poder hacer frente a ese déficit, creo que el impuesto al sol, no sería delirante. Se creó el impuesto a las grandes fortunas, el impuesto al débito/crédito al cheque; y el más ilógico de todos, el impuesto a las ganancias, se aplica considerando el sueldo/jubilación/pensión como ganancia. Ademas de pagar por querer trabajar de tu capacidad e inteligencia, eso es el monotributo.
El impuesto al sol sería el mejor impuesto que un político o economista podría aplicar, dado la amplitud de la base imponible, se le cobraría a todo aquel que tome sol en las horas que el mismo esté disponible; obvio, de día.


Después vemos qué porcentaje, la alícuota a cobrar, dependiendo del proceso operativo del Estado para aplicarlo y recaudarlo, que genera gastos también. Con 57 millones de habitantes, a un $1 peso como mínimo, vas calculando la magnitud de lo recaudado ¿?


Ya sé, te causa gracia, pero si la cultura de la política argentina es aplicar impuestos a lo que sea, nunca disminuir/achicar/ajustar los gastos, tengo otro impuesto mejor: al viento.


Lograr tu sonrisa me lleva a preguntarte, si el Estado recauda y luego lo devuelve en bienestar social ¿podrías ayudar al mendigo que se encuentra en el supermercado/tren/subte con la lata de monedas, pidiendo ayuda económica? ¿Y si en vez, de esa lata tuviera un sistema de posnet o datanet o mercadopago? Señor contribuyente, usted es un… sin palabras.

* Licenciado en Economía – UNS- Bahía Blanca. Posgrado gerente vinculación tecnología. Ministerio de Ciencia y Tecnología. 


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