Intento de femicidio: domiciliaria para los acusados de matar al agresor

Se trata de dos jóvenes que estaban realizando trabajos de pintura y que intervinieron para auxiliar a la chica, mientras estaba siendo apuñalada por su expareja en San Martín de los Andes.

Ricardo Flores, su hijo que lleva su mismo nombre y Carlos Ancatel estaban realizando trabajos de pintura en el barrio Altos del Sol de San Martín de los Andes, ayer por la mañana, cuando escucharon gritos. Bárbara Vázquez estaba siendo apuñalada por César Aguilera, su expareja, en la calle.

El primero en intervenir fue Ricardo Flores padre. Sacó de encima al agresor y recibió una herida de cuchillo. Allí lo auxiliaron su hijo y Ancatel, que golpearon y tiraron piedras a Aguilera, lo que le habría provocado la muerte. Para el fiscal del caso, Maximiliano Bagnat, hubo un exceso en la legítima defensa de un tercero y por eso los acusó hoy.

El funcionario no hizo ninguna mención a que Aguilera no podía acercarse a la joven porque tenía una medida cautelar de restricción de acercamiento, ni encuadró el caso como un hecho de violencia de género que pudo haber terminado en un femicidio. Se centró en el homicidio sin aludir al contexto. Dijo que la joven debió ser hospitalizada «por las múltiples lesiones en su abdomen» y fue a cirugía. Deseó que prontamente se recuperara para entrevistarla «y conocer con mayor profundidad los hechos».

Le pidió al juez, Mariano Etcheto, que le impusiera una prisión domiciliaria por el plazo de 60 días «para poder avanzar en la investigación». Mencionó que con el creciente número de casos de covid-19 se hace complejo hacer el trabajo «con más soltura.» La ciudad cordillerana tiene en la actualidad transmisión comunitaria del virus.

El defensor público, Ignacio Pombo, se opuso al plazo y a la medida. Aseguró que «no van a poder ni siquiera trabajar ni salir de su domicilio, es una privación total de la libertad, la única diferencia es el lugar».

Manifestó que Flores y Ancatel intervinieron para auxiliar a las dos personas. «Lo que está en duda es que eso haya sucedido en el exceso», afirmó el defensor. Señaló que puede haber ocurrido otra circunstancia ajena.

Hasta ahora el examen preliminar indica que la muerte de Aguilera fue producto de una «herida contuso cortante occipital, con un objeto contundente».

Descartó que existiera un peligro procesal, como el del entorpecimiento de la investigación, solo porque conocían al barrio al trabajar allí.

El magistrado dio por formulado los cargos y le fijó prisión domiciliaria por el término de 15 días, es decir, hasta el 8 de enero. Durante los cuatro meses que dure la investigación los acusados tienen prohibido acercarse al lugar de los hechos.

Flores debió ser hospitalizado también por las heridas, y se encuentra fuera de peligro.


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