Intentó matar al hombre que vio con su expareja y lo condenaron a 4 años de prisión

Fue la pena que le impuso el tribunal de Bariloche que admitió un acuerdo pleno alcanzado entre la fiscalía, la defensa y el acusado en un juicio abreviado. Le unificarán otra pena de 3 años de prisión en suspenso.

La mañana del 3 de agosto pasado, Marcos Alejandro Quiñelén vio a su expareja junto a Gonzalo Huenelaf, en un taller mecánico de la calle Los Notros al 784 de esta ciudad. Increpó a los gritos al hombre y lo atacó con un elemento cortopunzante. El primer puntazo se lo aplicó en el cuello, mientras la mujer gritaba por ayuda.

Quiñelén estaba hecho una furia y no se contuvo. Al contrario, le aplicó más puntazos a Huenelef, y escapó del lugar. La herida en el cuello lesionó una arteria y otro de los puntazos perforó el hígado de la víctima, que fue sometido a una cirugía de urgencia que le salvó la vida.

Este jueves se hizo un juicio abreviado en el que los jueces Bernardo Campana, Marcos Burgos y Gregor Joss admitieron un acuerdo pleno que la fiscalía había pautado con los defensores particulares Estanislao Cazaux y Pablo Calello, y el consentimiento del imputado. Los jueces condenaron a Quiñelén a 4 años de prisión por el delito de intento de homicidio.

El imputado (a la izquierda) estuvo asistido por los abogados Estanislao Cazaux y Pablo Calello. (Foto: Gentileza)

La fiscal del caso Betiana Cendón recordó a los jueces que Quiñelén había atacado con un arma cortopunzante la mañana del 3 de agosto pasado a Huenelaf, que sufrió lesiones que pusieron en riesgo su vida. Por eso, la imputación fue por el delito de intento de homicidio.

Explicó que el acusado se enfureció y atacó a la víctima, cuando lo vio con su expareja en el taller mecánico. La fiscal mencionó a los testigos directos de la agresión como pruebas para sostener la acusación. Recordó que Quiñelén tenía una causa por violencia de género en perjuicio de su expareja. De acuerdo a la fiscal, el acusado había amenazado con un trozo de un espejo a la mujer.

Valoró a favor del acusado que se había presentado en forma voluntaria en la comisaría 28 horas después de que agrediera a la víctima.

Cendón recordó que Quiñelén había sido condenado el 16 de marzo de 2018 a una pena de 3 años de prisión en suspenso como autor penalmente responsable de los delitos de intimidación pública, incendio agravado y daño calificado. Y explicó que el acusado estaba detenido en el penal de Bariloche, donde cumplía una prisión preventiva por el ataque a Huenelaf.

Los defensores alegaron que el tratamiento psicológico que formaba parte de esa condena en suspenso no se cumplió de manera integral. Explicaron que el hombre tiene problemas con los frenos inhibitorios. Y plantearon su aval al acuerdo alcanzado con la fiscalía para resolver el conflicto.

Burgos quiso saber si Quiñelén había comprendido los alcances del acuerdo y le recordó que podía rechazarlo y optar por ser sometido a un juicio oral y público. El acusado respondió que había entendido y que consentía el acuerdo.

Los jueces consideraron que el acuerdo cumplía los requisitos legales y lo validaron. Por eso, condenaron a Quiñelén por el delito de intento de homicidio a 4 años de prisión, la pena mínima que prevé el Código Penal para sancionar esa conducta. La máxima es de 12 años y medio de prisión. En otra audiencia se definirá la unificación de las dos condenas.


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