Internas entorpecen la estrategia para enjuiciar a la Corte

Tras la embestida inicial de Duhalde se abrió un proceso lento y engorroso.

Los investigadores

(Infograma)

BUENOS AIRES (ABA).- No será tan fácil para el Gobierno lograr la destitución de los miembros de la Corte. El impulso inicial, derivado del fallo de los jueces contra el corralito, ya encontró sus primeros escollos: no hay unanimidad entre los 31 diputados de la Comisión de Juicio Político en cómo y cuándo deben proceder.

Aunque el oficialismo cuenta con cierto apoyo para llevar a los jueces al banquillo, ya son muchos los legisladores que recomiendan cautela. «No podemos proceder con apuro, ni podemos prejuzgar. Aquellos que quieren respuestas rápidas, tendrán que tener paciencia», dijo el pampeano Manuel Baladrón. La afirmación de éste, un referente del gobernador menemista Rubén Marín, pareció dirigida a Jorge Capitanich, jefe de Gabinete, quién declaró que «tendremos una nueva Corte en 15 ó 30 días».

Porque, en verdad, más que la mesura, hoy por hoy priman las internas partidarias en la estratégica comisión: esas rencillas son las que pueden salvar, al menos por un tiempo, a los jueces más importantes del país.

Mientras los duhaldistas no pueden contener su ansiedad para encausar el trámite de juicio, los menemistas intentan con disimulo postergar la decisión; en tanto que los dos diputados delasotistas de la comisión -con buen predicamento en el grupo- ponen paños fríos en los deseos de inmediatez de la Casa Rosada, siguiendo las órdenes de su jefe, el gobernador cordobés, que aunque se muestra amigable con Duhalde insiste con adelantar las elecciones presidenciales.

La historia da pruebas de que es complicado llevar a juicio político a los miembros de la Corte. El único precedente que puede tenerse en cuenta para analizar la actual circunstancia remite a 1948: al por entonces todopoderoso presidente Perón, con amplia mayoría en el Congreso, le llevó más de un año el trámite para sacarse de encima a los ministros del alto tribunal. Pero no hay antecedentes en lo que va del actual período democrático. Desde 1983 en adelante no prosperó ninguno de los mas de 50 juicios políticos contra miembros de la Corte.»Esta vez las cosas son distintas, porque ahora la gente está pidiendo con gritos y cacerolazos que se vaya la Corte menemista. La sociedad civil está pidiendo cambios. Y ni siquiera la actitud demagógica de los jueces, que rompieron en corralito, modificó la bronca de la gente», distingue Elisa Carrió.

Juicio Político es una de las comisiones consideradas estratégicas en Diputados. Por eso, los distintos bloques partidarios han colocado allí a sus especialistas más importantes. El presidente es el justicialista santacruceño Sergio Acevedo. Los Kirchner, a quienes responde, tendrán entonces una suerte de «monopolio». Acevedo lleva la batuta en este trámite, mientras que la senadora Fernández de Kirchner deberá luego encauzar el juicio en sí, como presidenta de la comisión de Asuntos Constitucionales de la cámara Alta. La postura de Acevedo es hasta aquí confusa: al principio quiso entorpecer la causa duhaldista, pero después comenzó a gustarle la exposición mediática. Su jefe político, Kirtchner, le ordenó acelerar el tramite, pero diferenciándose del duhaldismo.

El hombre del Presidente en la comisión es Díaz Bancalari. Aunque quien lleva la batuta en la arremetida y apura los tiempos es el neo-duhaldista Franco Caviglia, un experto investigador; y quien actúa como intermediario con la «familia judicial» es Toma. Norma Godoy, Jorge Casanovas y Jorge Villaverde, por su parte, harán lo que diga el Presidente.

El menemismo está representado por la riojana hiper Alejandra Oviedo, en tanto que Reutemann tiene a su representante en Julio César González; este diputado se sorprendió cuando llamó al gobernador santafesino para ponerse a sus órdenes. «Andá con todo con el juicio y plegate a los duhaldistas», dictó el siempre moderado Reutemann. González, envalentonado, se apuró a presentar su propio pedido de juicio político.

De la Sota también le da mucha importancia a esta comisión, integrada por Carlos Alessandri, quien ruega para que no se haga una «caza de brujas», y Guillermo Johnson, el ex juez cavallista que pide moderación y no se muestra demasiado de acuerdo con el ataque contra la Corte. Pero el delasotista que trasluce las intenciones del mandatario cordobés es Di Cola cree que el trámite podría durar más de un año. Extrañamente, la oposición se plegó al duhaldismo, y se puso al frente de las acusaciones. La jefa natural del grupo es Carrió, que denunció varias veces a los miembros del alto tribunal. La acompañan Polino y González, Rodil y Nilda Garré.

El radicalismo, que forma la coalición que llevó a Duhalde a la presidencia, tiene serias confusiones. Raúl Alfonsín no cree necesario reemplazar a todos los jueces, y sigue defendiendo a Augusto Belluscio y a Gustavo Bossert. Por eso, los diputados de la UCR están a mitad de camino. «Nosotros creemos que este es un tema muy sensible. La democracia está golpeada, y la Corte es una pieza fundamental del sistema. No podemos poner en riesgo la credibilidad internacional de la Justicia argentina», indicó Carlos Ipalaguirre.

A una semana del polémico fallo anti-corralito que puso en jaque la gestión duhaldista, los temperamentos parecen haberse tranquilizado. Los hombres del Presidente ya no están tan seguros de poder remover toda la Corte en el corto plazo y pretenden negociar con los demás sectores para, al menos, reemplazar a los más sospechados, Nazareno y Vázquez. «Duhalde no quiere aparecer como perdedor, así que nos ordenó que nos moviéramos en silencio y que evitemos la confrontación», reconoció un diputado oficialista.

Investigación y virtuales reemplazantes

La Comisión de Juicio Político formalizará hoy la apertura de una investigación sobre la Corte Suprema, en la cual los diputados deberán determinar si existen causales para acusar ante el Senado de mal desempeño de sus funciones a uno o mas jueces del máximo tribunal de la Nación. Los diputados declararán «admisible» el juicio político y comenzarán una etapa sumarial donde analizarán unos cuarenta pedidos de promoción de destitución de los jueces, por su actuación en causas emblemáticas como el atentado a la Embajada de Israel, la venta ilegal de armas, el rebalanceo telefónico y el corralito.

La reunión plenaria de comisión citada para las 11 deberá aprobar la apertura del juicio político decidido ayer en las tres subcomisiones de trabajo, que evaluaron la cuarentena de expedientes que pedían la destitución de uno o mas jueces del máximo tribunal.

Bajo la presidencia del justicialista Sergio Acevedo, los diputados del grupo parlamentario deberán establecer el cronograma de trabajo de la etapa sumarial, aunque la primera medida que definirán será pedir los expedientes de cada causa donde están acusados los magistrados.

Por otra parte, se comenzó a pensar en la sucesión, por ahora sólo recordando a quiénes les correspondería asumir según la ley. Los reemplazantes naturales de los ministros de la Corte , ante la eventualidad de remoción, renuncia o jubilación total o parcial de sus miembros, serán los presidentes de las cámaras federales de todos los fueros del país, antes que los conjueces designados. El sistema de reemplazos está previsto en el decreto-ley 1285, denominada de Organización de los Tribunales Nacionales, publicado en el Boletín Oficial del 7 de febrero de 1958 y ratificado por la ley 14.467.

En su artículo 22, la norma legal establece que «en los casos de recusación, excusación, vacancia o licencia de alguno de los miembros de la Corte , este tribunal se integrará, hasta el número legal para fallar, mediante sorteo entre los presidentes de las cámaras nacionales de apelación en lo Federal de la Capital y los de las cámaras federales con asiento en las provincias».

«Si el tribunal no pudiera integrarse mediante el procedimiento previsto… se practicará un sorteo entre una lista de conjueces, hasta completar el número legal para fallar».

Más protestas y una víctima fatal

Con una víctima fatal en el corte de una ruta bonaerense, los reclamos de puestos de trabajo y alimentos se profundizaron en distintos puntos del país.

En una jornada cargada de tensión, hasta los policías protestaron, ya que en Córdoba los efectivos reclamaron el cobro de sus salarios a viva voz y con el corte de calles de la capital.

Asimismo, las protestas también se llevaron a cabo en Salta, Tucumán, Mar del Plata, La Plata, Capital y en provincia de Buenos Aires, que hoy registró la muerte de un piquetero en manos de un comerciante.


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