“Investigación de España contaminó la causa”
Lo dijo el exabogado defensor de Valentín Temes Coto, Claudio Calabressi. Como el empresario español imputado, también apuntó contra Gijena, Fresno y Joubert.
BUENOS AIRES (ABA)- Quien fuera el primer defensor de Valentín Temes Coto y luego se distanciara de éste, Claudio Calabressi, aportó ayer una declaración favorable al empresario español procesado por el contrabando frustrado, en junio de 2010, de más de tres toneladas de cocaína ocultas en cajones de fruta. Calabressi se refirió a su paso por la Policía Federal, a los galardones que recibió en el país y el exterior como investigador en temas de narcotráfico, y a su retiro de la institución por un enfrentamiento con la cúpula de entonces. Se mostró enemistado con Luis Gijena excomisario, desplazado de la institución, quien en el juicio reconoció que se manejó con los datos que recibía de España y fue acusado por la defensa de irregularidades. Sostuvo Calabressi que la causa española “contaminó” al expediente argentino y dio el ejemplo de un raro comportamiento en marzo de 2010. Preguntado acerca de cómo actúa la DEA (agencia norteamericana contra las drogas) en casos como Manzanas Blancas, el testigo respondió: “La DEA en la Argentina es un organismo de colaboración cuyos aportes aparecen en los expedientes judiciales (algo que no ocurrió en España)”. En referencia a la escucha en que Temes Coto hablaba con su primo en España, Calabressi sostuvo que aquél en un primer momento pensó que el allense Nelson Hinricksen estaba involucrado, por eso dijo: “No se que hizo el tarado (sic) éste con los canadienses”. A propósito de “los canadienses”, Calabressi apuntó contra uno de ellos, Jacques Joubert, y por otro lado contra Oscar Fresno (encargado de logística de Frutol). Sobre este último expresó: “Me extraña que estén sentados los imputados y no Fresno. Sin Fresno Temes Coto no pudo hacer nada”, en tanto acerca de Joubert dijo que llamó la atención en Allen el “muy alto precio” que pagaba por la fruta. Tanto la fiscalía como la querella objetaron los juicios de valor del testigo. “Lo que hace Calabressi es un alegato”, afirmó el fiscal Eduardo Funes y pidió que se rechace hablar sobre un documento –en realidad una ayuda memoria con su postura– que quiso aportar a la causa.
“Manzanas blancas”
BUENOS AIRES (ABA)- Quien fuera el primer defensor de Valentín Temes Coto y luego se distanciara de éste, Claudio Calabressi, aportó ayer una declaración favorable al empresario español procesado por el contrabando frustrado, en junio de 2010, de más de tres toneladas de cocaína ocultas en cajones de fruta. Calabressi se refirió a su paso por la Policía Federal, a los galardones que recibió en el país y el exterior como investigador en temas de narcotráfico, y a su retiro de la institución por un enfrentamiento con la cúpula de entonces. Se mostró enemistado con Luis Gijena excomisario, desplazado de la institución, quien en el juicio reconoció que se manejó con los datos que recibía de España y fue acusado por la defensa de irregularidades. Sostuvo Calabressi que la causa española “contaminó” al expediente argentino y dio el ejemplo de un raro comportamiento en marzo de 2010. Preguntado acerca de cómo actúa la DEA (agencia norteamericana contra las drogas) en casos como Manzanas Blancas, el testigo respondió: “La DEA en la Argentina es un organismo de colaboración cuyos aportes aparecen en los expedientes judiciales (algo que no ocurrió en España)”. En referencia a la escucha en que Temes Coto hablaba con su primo en España, Calabressi sostuvo que aquél en un primer momento pensó que el allense Nelson Hinricksen estaba involucrado, por eso dijo: “No se que hizo el tarado (sic) éste con los canadienses”. A propósito de “los canadienses”, Calabressi apuntó contra uno de ellos, Jacques Joubert, y por otro lado contra Oscar Fresno (encargado de logística de Frutol). Sobre este último expresó: “Me extraña que estén sentados los imputados y no Fresno. Sin Fresno Temes Coto no pudo hacer nada”, en tanto acerca de Joubert dijo que llamó la atención en Allen el “muy alto precio” que pagaba por la fruta. Tanto la fiscalía como la querella objetaron los juicios de valor del testigo. “Lo que hace Calabressi es un alegato”, afirmó el fiscal Eduardo Funes y pidió que se rechace hablar sobre un documento –en realidad una ayuda memoria con su postura– que quiso aportar a la causa.
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