Ir por la boleta única
En su trabajo sobre los partidos políticos argentinos que ocupa hoy las páginas de “Debates”, Ana María Mustapic sugiere una serie de medidas destinadas a reformular el sistema que hoy los cobija. Para la investigadora, entre las sugerencias más importantes figura la adopción de la boleta única. “Argentina –dice– es uno de los pocos países, junto con Uruguay, donde los partidos tienen a su cargo el diseño, la impresión y la distribución de las boletas en los lugares de votación. Esta modalidad es inequitativa, pues exige que los partidos cuenten con una importante infraestructura territorial para llegar a todos los rincones de votación y evidentemente no todos están en condiciones de lograrlo. Además, puede ser objeto de diversas maniobras como las ‘listas espejo’ (o sea, una misma lista de candidatos aparece en más de una boleta, auspiciada por diferentes partidos), las ‘listas colectoras’ y las ‘listas cortas’ –es decir, las que tienen una sola categoría–. Prohibidas las ‘listas espejo’ con la reforma del 2009, la boleta única puede resolver los otros dos problemas. ”La boleta única o australian ballot –introducida en Australia a mediados del siglo XIX y utilizada en la actualidad por la gran mayoría de las democracias– deposita en el Estado la responsabilidad del diseño, la impresión y la distribución de las boletas. De este modo no sólo se asegura que el elector reciba la oferta electoral completa sino que se garantiza a los partidos que sus listas llegarán a todos los centros de votación. Existen distintos diseños de boletas. Por ejemplo, en el nivel nacional se utiliza la boleta única por categoría sólo para los ciudadanos privados de libertad; en el nivel provincial, Santa Fe acaba de introducir esta misma modalidad para las elecciones provinciales. Córdoba, por su parte, optó por una sola boleta en la que figuran todas las listas de todos los partidos. Ninguna de estas variantes admite colectoras. En todo caso, son los electores quienes deciden a quién votar en cada categoría. Con la introducción de la boleta única el diseño de la boleta deja de ser un instrumento de manipulación por parte de los dirigentes y los partidos poco representativos dejan de contar con el incentivo de escudarse detrás de los más grandes para sobrevivir o prestarles otros posibles servicios”, explica la académica.
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