Jóvenes y pandemia, entre la incertidumbre y los rebusques

Tienen entre 20 y 30 años. Son uno de los estratos más golpeados por el efecto económico del coronavirus. Tratan de mantener sus ingresos pese a la informalidad, pero no pierden sus proyectos.

Roni tiene 24 y se quedó sin trabajo en febrero. Como ya nada lo ataba a Centenario, su ciudad natal, emprendió la aventura de irse a trabajar al hotel de un familiar en Ecuador, en un contexto completamente diferente. El 12 de marzo sus amigos lo despidieron en la Terminal de Ómnibus de Neuquén y desde allí partió hacia Buenos Aires, para visitar a algunos conocidos antes de marcharse de Argentina. Su pasaje aéreo tenía fecha para el 17 de marzo, pero dos días antes, Ecuador cerró sus fronteras.

“¿Y ahora qué hago? -pensó-. Esperar. No queda otra”. Al igual que Roni, muchos jóvenes, de entre 20 y 30 años, sienten que sus vidas y proyectos quedaron en suspenso. Viajes frustrados, un futuro laboral incierto y estudios académicos paralizados son algunas de sus preocupaciones.

La psicóloga especialista en jóvenes Agostina Simonutti remarcó que “el contexto de Covid-19 ha generado un impasse en la población en general”, aunque reconoció que dicho grupo etario presenta su particularidad, pues no pueden hacer planes ni a corto ni a mediano plazo.

Hoy, conociendo las noticias sobre la situación sanitaria en Ecuador, Roni valora no haber llegado. Pero admite que le tomó su tiempo digerir la frustración. “Cuando me enteré que se habían cerrado las fronteras me entró mucha desesperación”, reconoció y contó que, tras meditar sus opciones, decidió retomar sus estudios en la Universidad Nacional del Comahue como desarrollador web.

No puedo proyectar nada por el simple hecho de que no sabemos qué va a pasar”.

Luke (22), barman.

Todavía no quiero buscar otro trabajo, porque no sé qué va a pasar con el que ya tenía”.

Débora (27) trabaja en el local de un shopping en Neuquén.

“Nos sentimos atascados”, enfatizó Luke (22) que trabaja en un bar céntrico de la capital neuquina y de un día para otro su futuro laboral se volvió incierto. Relató que la semana previa a que se decretara el aislamiento obligatorio la gente dejó de asistir a los pubs: “una semana después, el gerente nos dijo a todos que por el coronavirus había que cerrar el bar”.

Como es un empleado informal, durante los dos meses en que el local estuvo cerrado, no tuvo remuneración alguna. “Tuve que dedicarme a lo que podía. Arreglaba computadoras, hacía mandados, lo que saliera que diera plata”, remarcó, pues paga un alquiler en el centro de Neuquén y vive solo.

Natalia tiene 28 y trabajaba en una empresa de servicios petroleros. Señaló que el primer mes de aislamiento siguió asistiendo diariamente a su sector, pero percibía que cada vez había menos tareas para hacer. De a poco le redujeron la cantidad de días laborables, como así su sueldo, hasta que a mediados de mayo le solicitaron la renuncia, con la promesa de tenerla en cuenta ni bien se restablezca situación.

Con el propósito de mantener una buena relación con la firma, aceptó. Ahora realiza múltiples tareas para la misma empresa, pero de manera informal. “Siempre me las arreglé, pero ahora no sabés en donde conseguir trabajo, porque está todo parado”, enfatizó.

Débora (27) se desempeña dentro del rubro gastronómico, pero dentro de un shopping de Neuquén. Como las nuevas habilitaciones no alcanzaron a ese sector, aún se encuentra con la incertidumbre de no saber cuándo volverá a trabajar. Hace casi tres meses que no recibe casi ingreso y gracias a la ayuda de su familia y al padre de su hija puede sortear la difícil situación. “Todavía no quiero buscar otro trabajo, porque no sé qué va a pasar con el que ya tenía”, explicó.

Mateo, de 26 años, también se quedó sin el empleo que había comenzado, en un restaurante del centro de la capital neuquina, un mes antes de que se decretara la cuarentena. Le pareció en vano enviar curriculums en este contexto y se le ocurrió consultar en las aplicaciones de delivery. Explicó que pese a las “irregularidades” que presenta, le sirve para llegar a fin de mes. “Uno le pone onda todos los días”, comentó con optimismo, aunque reconoció que, con “ese discurso de que tenés que cuidar tu trabajo”, muchos jóvenes se ven obligados a sostener empleos precarios.

La búsqueda laboral continúa a través de internet y las redes sociales y profesionales. Foto: Florencia Salto.

«no es un gran momento para tomar decisiones»

La psicóloga Agostina Simonutti explicó que la pandemia tuvo resonancia subjetiva en la población en general, aunque sostuvo los jóvenes son un grupo etario al que hay que prestarle atención. “En la juventud se visibiliza más por la proyección a futuro”, señaló.

La profesional enfatizó que como todo lo nuevo, el coronavirus “acumula tensión, por el desconocimiento”. “Todo ese pensamiento genera ansiedad y estrés”, afirmó. Agregó que, en el caso de los jóvenes, se la suma la falta de proyección a futuro. “¿De qué futuro estamos hablando?”, se cuestionan algunos de sus pacientes. Indicó que por ello, “no es momento para tomar decisiones”.

Simonutti indicó que la incertidumbre por la “postpandemia” acentúa el malestar subjetivo, pero subrayó que hay un segundo escenario: “Se puede ver como una oportunidad para reflexionar”.

La psicóloga enfatizó que en sus pacientes se presentan ambas miradas. Explicó que muchos venían bien antes de la pandemia y la emergencia sanitaria los dejó más vulnerables. Pero también observó que muchos de ellos, en su mayoría mujeres, pudieron tomarse estos meses para reflexionar sobre su infancia y aspectos de su vida, que por la vorágine de la vida diaria no se daban.

Ella trabaja desde el psicoanálisis, por lo que encuentra en la palabra la mejor herramienta para aminorar la tensión que genera el contexto. “Yo siempre digo que la palabra sana. Decir hoy me siento triste o angustiado, es un primer paso para reflexionar”, aseveró y recalcó que no hay que no obligarse a sentir bien todo el tiempo.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios