Juez fue denunciado por acoso sexual y laboral a una funcionaria judicial

Ocurrió en Neuquén y se abrió una información sumaria. No se tomó ninguna medida de suspensión. Le atribuyen haber creado "un entorno laboral intimidatorio, degradante y ofensivo".

Un juez fue denunciado por ejercer acoso sexual y violencia psicológica en el ámbito de trabajo, lo que tuvo como efecto la creación de un entorno laboral “intimidatorio, degradante y ofensivo”.

La denunciante, prosecretaria de su juzgado y por lo tanto dependiente jerárquica, pide varias veces, en las 20 páginas de su escrito, “absoluta reserva a los efectos de evitar mi revictimización”.

Por eso no se publicarán su nombre, ni el del acusado, ni el organismo donde trabajan. “Río Negro” aclara que obtuvo la información de dos fuentes independientes, y que los hechos no ocurrieron en Neuquén capital.

El escrito fue presentado ante el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Germán Busamia, la semana pasada por la abogada patrocinante de la prosecretaria.

Primeras medidas

Busamia, quien no habló del caso ante una consulta de “Río Negro”, decretó que la Auditoría general inicie una información sumaria y que el área de Gestión Humana le brinde contención a la denunciante.

Además dispondrá su reubicación transitoria en otro organismo.

La denuncia señala, entre otros episodios, que “en los momentos en que se verificaba la inexistencia de testigos, (el juez) se comportaba de manera procaz, efectuando comentarios y gestos de índole sexual”.

La víctima relató que en reiteradas oportunidades el juez se ofrecía a llevarla a su casa, a lo que ella se negaba.

“No se trataba de invitaciones, eran órdenes”, aclaró. Y la vez que se vio compelida a aceptar, el juez se desvió de su recorrido y la llevó a otro lugar.

"Extrema violencia moral y psicológica"

“La situación era de extrema violencia moral y psicológica, dada la desigual relación de poder que existe entre la suscripta y la máxima autoridad del juzgado”, añadió en el texto de la presentación.

La denunciante asegura que “el violento proceder del magistrado se ha mantenido hasta el presente, objetivándose en la degradante, ofensiva y agresiva informalidad con la que aborda el trato hacia mi persona”.

A medida que pasaba el tiempo la situación se agravó.

"Escalada persecutoria"

“Como contrapartida a mi rotunda negativa a intimar, el magistrado cambió rotundamente su modo de ejercitar la violencia, dando inicio a la escalada persecutoria que aún a la fecha soporto y que ha terminado afectando mi natural estabilidad psicofísica y mi autodeterminación”, afirmó en la denuncia.

“Valiéndose de su situación jerárquica superior, durante el prolongado tiempo que va desde el inicio de mis funciones a la actualidad, con intencionalidad y de forma sistemática, ha ejercido una violencia psicológica extrema, que siempre tuvo como finalidad someter a mi persona, lograr mi aislamiento en mi entorno laboral y posterior abandono de mi función”, dijo.

Tal conducta “revela una concepción del género femenino opuesto al respeto de mi autonomía y libertad para construir las relaciones interpersonales que desee, me ha objetivizado y agredido pretendiendo reducirme a un estado semejante al de una posesión, actitud que constituye claramente, violencia de género, la que ha sido especialmente tratada en la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (Belem Do Para)».


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