Juicio por la venta de tierras de Del Progreso
César Izza
ROCA (AR)- El juicio oral y público contra el expresidente del Club Del Progreso, de Roca, tuvo ayer su primera audiencia. Fabio Torriggiani, imputado por la presunta administración fraudulenta de la entidad, negó –en forma tajante– irregularidades mientras estuvo al frente del club y defendió su gestión. La acusación central que enfrenta Torriggiani, es que siendo titular del club en el 2004 “realizó actos jurídicos disponiendo bienes cuyo manejo tenía a su cargo, causando un daño patrimonial a la asociación, violando los deberes que tenía a su cargo, perjudicando los intereses confiados en razón de la presidencia del Club Del Progreso que detentaba”, según la acusación fiscal. La participación de la querella fue cuestionada por la defensa del imputado, ejercida por Oscar Pineda, ya que no cumplió el requerimiento de la requisitoria de elevación a juicio, y los magistrados determinaron que no podrá acusar. El cuestionamiento central gira en torno a la autorización que dio el ex presidente del club, sin consulta a los socios, para que se rematen los terrenos de la entidad ubicados en proximidades a las 827 Viviendas, para hacer frente a una sentencia laboral. La subasta finalmente fue anulada por el Superior Tribunal de Justicia en el 2008 y las tierras volvieron a manos del club. Torriggiani explicó ayer que en ningún momento fue él quien propuso los terrenos para rematar, que ni siquiera conocía su nomenclatura catastral y deslizó que esta posibilidad surgió de boca de la secretaria de la entidad, en su gestión. De todos modos, aseguró, frente las acusaciones en su contra de otros integrantes de la Comisión Directiva, como Bruno Mogni y el vicepresidente en ese momento Esteban Moreno, el tema “se trató en Comisión Directiva y todos (los miembros de la comisión) estaban de acuerdo. Nunca dijeron nada”. Torriggiani admitió, ante los jueces de la Cámara Criminal Segunda, que no convocó a una asamblea de socios para disponer del bien, pero sostuvo que todos los socios conocían la situación. Torriggiani argumentó que se anotició del remate apenas unos días antes de su ejecución y que los terrenos fueron ofrecidos “al simple efecto de cumplir el mandato judicial” y dejó en claro que “no tenía idea” del valor del costoso inmueble. “No hubo ninguna intencionalidad”, reiteró en varias oportunidades. “Señores jueces –dijo casi al finalizar– yo tengo mucho orgullo por lo que he hecho por el club”, lamentó “todo lo que he vivido en estos últimos 7 años” y destacó que “no soy ningún estafador, ningún administrador fraudulento ni ningún chorro”.
César Izza
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios