Caso Rafael Nahuel: los mapuches «no somos terroristas», testimonios y lágrimas de dolor

Quién era Rafael Nahuel, cómo murió y cómo fueron sus últimos minutos antes de recibir un disparo letal. En medio de la emoción, su prima Johana Colhuan lo recordó como humano, trabajador y confidente. La comunidad Lafken Winkul Mapu en Roca.

Una audiencia plagada de emociones y dolor, se vivió este martes en el Tribunal Oral Federal de Roca. Por primera vez, la familia de Rafael Nahuel llegó para declarar y la figura del joven de 22 años muerto en medio del conflicto territorial revivió en las lágrimas de su prima Johana Colhuan; también herida en el brazo por una bala de Prefectura Naval Argentina.

Con una mano, se tocó el hombro izquierdo, lugar donde quedó marcada la herida de bala, con una cicatriz que perdura hasta el día de hoy. “Rafa era mi primo”, empezó la joven. Johana fue víctima de la balacera y la primera testigo directa de los hechos en declarar en todo el juicio.

“Le disparan a mi primo, cae al piso y después me disparan a mí”, recordó Johana y rompió en llanto, asistida por su psicóloga durante la audiencia.  En un instante que duró una eternidad buscaron la herida y allí se dieron cuenta de que era grave porque la bala estaba alojada en el cuerpo. “(Rafael) No podía ver, respirar, tenía sed”, dijo y recordó cómo le tomaba la mano y le prometía que lo iba a bajar. 

María Nahuel junto a Fausto Jones Huala y otras integrantes de la comunidad. Foto: Juan Thomes

Fabricaron la camilla, pero Rafael se resistía. Les decía que se quería quedar ahí, que no caigan todos por él, según relató la testigo en medio de lágrimas de dolor. Lo ataron al tablón para que no se caiga en la pendiente y según los testigos a los cinco minutos falleció. 

Contó que el día del desalojo de la comunidad mapuche a la que pertenecían con Rafael, Lafken Winkul Mapu, el 23 de noviembre, habían decidido ir acompañar a las mujeres que estaban detenidas y llevarles comida y ropa. Finalmente se quedaron en el lugar hasta el 25 de noviembre. 

«Empiezo a escuchar disparos y empiezo a correr, como volviendo al mismo lugar que estábamos, cuesta arriba, porque estaban disparando. Era un disparo detrás del otro”, relató Johana sobre lo que pasó el día del crimen, cuando intentaron bajar la montaña. 

En el relato de la joven mapuche quedó claro que los disparos provenían de abajo y que corrieron hacia arriba en huida. Ella iba atrás. No pudo ver los rostros de quienes disparaban. 

Betiana Colhuan, prima de Rafael Nahuel, machi en Lafken Winkul Mapu. Foto: Juan Thomes

“Rafa me decía que corra, que corra. Yo le decía que se salve el. Me empezó a empujar para que yo pueda seguir corriendo”, relató la joven en medio del nerviosismo.

“Nosotros entre todos éramos nueve”, declaró Colhuan, sobre los miembros de la comunidad que estaban ese día arriba en la montaña y que resistían al desalojo, frente a los dichos de los prefectos quienes sostuvieron hoy que eran «cuatro contra 30», en palabras de Juan Obregón

Este martes predominó el dolor en los tribunales, pero también en la sala se concentraron todos los claroscuros del juicio. Las contradicciones enormes entre las teorías del caso de los acusados que siguen sosteniendo en primera persona que se defendieron de un «ataque armado» de un grupo mapuche «con preparación militar» y de los integrantes de la comunidad que sostienen que Nahuel murió huyendo de una «cacería» de las fuerzas de seguridad.

Quién era Rafael Nahuel: emoción y abrazos de dolor


“¿Cómo era Rafael Nahuel?”, la pregunta de Rubén Marigo, el abogado querellante de la familia de la víctima, generó un antes y un después en la audiencia. “Yo lo quería mucho a mi primo, lo extraño mucho (…). Todos lo querían”, expresó Colhuan. “Me hacía chistes y me hacía sonreir”. 

“Rafa tenía su casita de madera. Hacía talleres, hacía herrería y vendía sus cosas (…) No tenía leña muchas veces, se le hacía difícil y él quería vivir mejor”, contó.

Madre e hija. Johana Colhuan, víctima en la balacera en la que murió Rafael Nahuel se abrazó con su madre María Nahuel. Foto: Florencia Bark.

“El sabía que era mapuche. (…) Nos gustaba participar de las ceremonias, él se sentía bien en ese lugar”, dijo Johana. Para ella, Rafael era una “excelente persona” y su sostén. “Yo a veces me sentía sola y hablaba con él. Estuvimos juntos hasta el día que lo mataron”, aseguró. 

La pregunta tocó el corazón de varios presentes y la respuesta mostró la humanidad de una víctima que lejos de estar “armado y militarizado” -según la teoría de la defensa- intentaba hacer su vida, como cualquier persona. Así lo planteó su prima en el testimonio, totalmente conmovida por el recuerdo.

En la declaración de Colhuan y posteriormente Lautaro González, fue contundente el traspié a la teoría del enfrentamiento de los albatros con mapuches «armados y militarizados» que intentó nuevamente demostrar hoy la defensa de los acusados a través de la declaración indagatoria de Sergio Pintos y Juan Obregón, imputados en carácter de coautores del homicidio. Lo hicieron desde sus lugares de origen vía remota.

María Nahuel: «No somos terroristas», dijo la tía de Rafael


La primera integrante de la comunidad mapuche en declarar fue María Nahuel, tía de Rafael. Con vehemencia se presentó en su lengua originaria y habló sobre su sobrino y el día de los hechos.

«Soy mapuche», tuvo que aclarar la testigo luego de presentarse en su lengua originaria mapudungun y ser observada por el defensor Marcelo Rochetti, quien inmediatamente paró la audiencia para pedir «un traductor».

«No somos terroristas; solo queremos vivir como mapuches», dijo. En otro tramo de su testimonio afirmó que no tenían «armas para pelear» y cuestionó las circunstancias en que murió su sobrino: «¿Qué nos maten por la espalda? Los muertos siempre los llevamos nosotros».

Antes de Johana Colhuan declaró como testigo su madre, María Nahuel, tía de Rafael. Foto: Florencia Bark.

«El pueblo mapuche no tiene armas, pelea como puede, a los gritos (…) No somos una guerrilla, no somos delincuentes»

María Nahuel, tía de Rafael Nahuel

María Nahuel había llegado al lugar de los hechos luego de enterarse por los medios de comunicación lo que estaba pasando. Al costado de la ruta vio un muerto, pero no sabía quien era. «Lo iban arrastrando, ¿por qué lo tenian que hacer sufrir si ya lo habian matado?», se preguntó en su relato.

Al referirse a su sobrino Rafael dijo que era una persona «muy querida, como mi hijo. Hoy ya mi sobrino no está presente, pero el sigue en lo espiritual. Solo su cuerpo no está, en nuestro entendimiento como mapuche», dijo.

«Con un dolor muy grande y que todavía lo tenemos. El Estado siempre mata a nuestra gente. El pueblo mapuche. Llevamos a nuestros muertos atrás. Ellos si estaban armados y dispararon a matar»

«Que no mientan mas que hubo ataque», pidió Nahuel y sentenció: «Habían subido a cazarlo». «Los que subieron arriba de la montaña y matar a mi gente que vengan y den la cara», cerró la mujer.

La mujer, hermana del padre de Nahuel, también ratificó que su hija Johana estaba herida.

La familia de Rafael Nahuel hoy estuvo presente en la sala de audiencias desde Bariloche, con la presencia del padre y el hermano del joven víctima. Su madre, Graciela Salvo, no viajó y permaneció en la ciudad andina.

Así empezó hoy la séptima semana en el juicio oral y público por el homicidio ocurrido hace seis años en medio de un conflicto por la recuperación territorial en Villa Mascardi, por parte de una comunidad mapuche.

El padre y el hermano de Rafael Nahuel. Foto: Juan Thomes

Caso Rafael Nahuel: quiénes declararon hasta ahora


Mañana miércoles 27 de septiembre declara Fausto Jones Huala, Adrián Mario Barrilin, chofer de una de las ambulancias y Cristian Orlando Castillo, jefe de Gabinete de Criminalística de Bariloche.

María Nahuel, Lautaro González y Johana Colhuan fueron los primeros de 34 testigos en declarar de manera presencial ante el tribunal compuesto por Simón Bracco, Alejandro Silva y Pablo Díaz Lacava. Sus relatos e interrogatorios son clave para las teorías del caso de todas las partes.

Además, para lo que sigue del juicio, las querellas desistieron de varios de los testimonios que tenían en agenda y se espera la respuesta de las defensas sobre este punto.

Por otra parte, el tribunal deberá notificar sobre la fecha de una inspección ocular que se realizará en Mascardi en medio del debate, programada en principio para el mes de noviembre, pero que podría adelantarse.

Caso Rafael Nahuel: cinco imputados 


Rafael Nahuel tenía 22 años cuando fue asesinado por un disparo de arma de fuego reglamentaria de Prefectura Naval Argentina del grupo Albatros y en medio de un conflicto por recuperación territorial en Villa Mascardi.

Los imputados son cinco suboficiales de Prefectura Naval Argentina por homicidio aquel 25 de noviembre de 2017, quienes están presentes vía Zoom. Sergio Guillermo Cavia, Juan Obregón, Sergio García, Carlos Sosa y Francisco Javier Pintos, pertenecen al grupo de elite, Albatros.


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