Juicio por Fernando Báez Sosa: «Nunca quisimos matar», dijeron los rugbiers al pedir disculpas

Todos los acusados se disculparon por el crimen. El abogado defensor había dicho en su alegato que el "hecho no está probado" y que los rugbiers fueron víctimas de la "condena mediática".

Los ocho rugbiers acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa pidieron «disculpas» a la familia de la víctima. Manifestaron estar «arrepentidos», no haber tenido intención de matar y dijeron lamentar la muerte de un joven de su misma edad.

Nunca tuve intención de matar y de participar de un asesinato”, dijo Lucas Pertossi, el primero en tomar la palabra. “Quería pedir disculpas a la familia de Fernando por todo lo causado”, dijo. “Estoy muy arrepentido”, agregó.

Minutos después la jueza María Claudia Castro anunció que el veredicto o eventual sentencia se dará a conocer el lunes 6 de febrero.

Juicio por Fernando Báez Sosa: Contexto


Hugo Tomei, representante de los ocho imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa, iba a iniciar su presentación en la segunda jornada de alegatos. Sin embargo, intervino y consultó si Graciela Sosa iba a hacer uso de las «últimas palabras». Tras un minuto de cuarto intermedio, comenzó la segunda audiencia de alegación con la palabra de la madre del joven asesinado.

«Nunca pensé que estaría en este lugar, siempre pensé que mi hijo se recibiría y viendo como el defendía a la gente, nunca pensé presenciar su asesinato. Me costo muchísimo estar en este lugar«, comenzó Graciela Sosa, con la voz entrecortada. Mientras la madre de Fernando hablaba, Máximo Thomsen quebró en llanto.

La madre tomó fuerza y tomada de la mano de su esposo Silvino Báez y su equipo de abogados, siguió: «Nunca me atreví a mirar los vídeos y acá los vi miles de veces. Me costó horrores ver como asesinaron a mi hijo. Es una angustia impresionante que nunca podré olvidar como mi hijo levantaba su mano pidiendo piedad. Tenía esa sensación de tirarme sobre él, yo daría mi vida por mi hijo«.

Para finalizar, concluyó sus «últimas palabras» describiendo a Fernando como un chico «bueno y decente». «Le decía que cuando haya pelea pida ayuda, no se meta. Quiero que paguen lo que le hicieron no le tuvieron piedad para nada, solo deseo justicia», sostuvo y se retiró de la sala con Silvino.


Tras los dichos de la madre de Fernando, comenzaron los alegatos de la defensa

Luego de las sentidas palabras de Graciela, Hugo Tomei -abogado defensor- comenzó con sus alegatos. Primeramente, se mostró conmovido y se tomó un momento para empezar su presentación. «Me conmueven sus palabras», dijo.

Inmediatamente, el representante de los acusados arremetió contra la «condena social y pública» y dijo que sus defendidos fueron víctimas de la sociedad. «Hasta el Presidente posó con un cartel donde pide perpetua para los imputados», sostuvo.

El abogado utilizó un video editado, donde recopiló fragmentos de las declaraciones de Fernando Burlando en los medios de comunicación, donde insultaba a los rugbiers. «Esto duele. Los ataques para esta defensa vienen por todos lados. Me gritaron ‘asesino’ antes de entrar», reiteró.

Voy a pedir la absolución de los imputados porque el hecho no está probado

sentenció el defensor, Hugo Tomei

Tras la confirmación del pedido de sentencia, Tomei cuestionó los alegatos de la Fiscalía y la querella. «El debate no es para llenar lagunas, es para que la acusación confirme si esto se dio o no. No hay acusación subsidiaria. Tampoco se interrumpió para dar lugar a la defensa», dijo.

Aclaró que, en los alegatos dijeron que todos le pegaron a Báez Sosa, «se prueba lo que se imputa y se imputó otra cosa distinta a lo que se alegó ayer».

También, hizo que cada acusado se pare y les dijo que «cuando uno tiene que postular una mentira, insiste, fueron once horas de escuchar lo mismo. La verdad existe y debe rescatarse».

Seguidamente, Tomei tuvo un fallido que podría costarle la defensa de los rugbiers. «Nos parecía bien si se suspendía el delito… No, perdón, el juicio, no el delito… para permitirnos mejorar la defensa o reconducir esa defensa. Pero no sucedió y está previsto eso en el código», expresó.

Continuó defendiendo el caso y dijo que «se habló que todos los imputados acordaron darle muerte», pero cuestionó esa mirada, argumentando que «si todos le pegaron a todos, la coautoría es otra».

«Hablaba del dolo y la imposibilidad de probarlo. Les recuerdo que la Fiscalía lo puso ayer en una patada en la cabeza. Cuál es la entidad de esa patada para hablar de dolo. Si no hay dolo, no hay caso», siguió Tomei.

Luego empezó a construir algunas críticas al proceso. Disparó contra la Fiscalía y aseguró que «toda la evidencia está contaminada”, alegó y sostuvo que la sentencia que se pueda dictaminar va a intentar aproximarse, «conozco el amor por el derecho que tienen los jueces, pero no pueden salir de una cuestión como esta«.

Aunque pidió la absolución, Tomei concluyó su exposición detallando las penas subsidiarias que podrían recibir sus defendidos en su visión. Enfatizó que el hecho «se encuadra el hecho en un homicidio en agresión conocido como riña” y que “con la pena que están cumplimiento quedarían todos en libertad».

Además, explicó que sino debería ser analizado como «homicidio simple o con dolo eventual y que se distribuyan las participaciones que el tribunal entienda».

Por último, Tomei pidió la nulidad del secuestro de los teléfonos celulares y el allanamiento de las prendas de vestir, asegurando que no se le «leyó el motivo ni sus derechos» en el momento de la requisa. Sin embargo, más tarde, el pedido fue desestimado y se explicó que el procedimiento fue hecho correctamente.

«Van a seguir existiendo homicidios y espero que ninguno sea como este con el tratamiento mediático que se le dio«, concluyó.

Tras la finalización de su alegato, será el momento de la declaración de los rugbiers. A partir de este pedido, la jueza dio un cuarto intermedio «antes de darle la palabra a los imputados».

Las denominadas «últimas palabras» son una garantía prevista en el artículo 368 del Código Procesal Penal bonaerense, que establece que, como último acto, el presidente o la presidenta del tribunal «preguntará a la persona imputada, bajo sanción de nulidad, si tiene algo que manifestar» y luego «cerrará el debate».

En los casos de Viollaz, Benicelli y Comelli, será además la posibilidad de decir algo por primera vez desde que el juicio se puso en marcha el último 2 de enero, ya que son los únicos tres acusados que no rompieron su silencio durante las 13 jornadas de testimonios.

Fernando Báez Sosa: la fiscalía y la querella pidieron perpetua para los ocho acusados


En la primera jornada de alegatos, tanto el Ministerio Público Fiscal y los abogados de la familia Báez Sosa coincidieron en pedir la prisión perpetua para los ocho acusados al considerarlos coautores del delito de «homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas» en concurso ideal con las «lesiones leves» por la golpiza a los amigos de la víctima.

En su alegato, Dávila aseguró que los ocho imputados son «coautores» del homicidio porque tuvieron «el co-dominio del hecho, la posibilidad de emprender, proseguir y detener el curso causal del delito».

De esta manera, el fiscal ratificó la acusación que postuló al comenzar el juicio el 2 de este mes, al afirmar que todos los imputados tuvieron una participación activa en el crimen del joven estudiante de abogacía.

Al igual que en las audiencias anteriores, los padres de Fernando, Silvino Báez y Graciela Sosa, estuvieron presentes durante toda la jornada que continuó por la tarde con los alegatos de sus abogados Fernando Burlando, Fabián y Facundo Améndola.

Burlando adhirió al pedido de la fiscalía, sostuvo que «todos» los imputados tuvieron la «voluntad de matar» y planearon una «cacería humana», mientras que la víctima fue «fusilada a golpes y patadas».

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