La Corte Suprema rechazó un recurso de un condenado a prisión perpetua por un perverso homicidio en Neuquén
El máximo tribunal del país declaró inadmisible la queja que la defensa del condenado había presentado para tratar de revocar un fallo del TSJ de Neuquén. El homicidio del joven mendocino ocurrió en octubre del 2007.
Lino Manuel Rodríguez no logró que la Corte Suprema de Justicia de la Nación admita el recurso de queja que había presentado su defensor, para que declaren la inconstitucionalidad de la prisión perpetua y le permitan acceder al beneficio de las salidas transitorias de manera anticipada.
Rodríguez fue condenado a principios de diciembre de 2008 a prisión perpetua por la entonces Cámara Criminal Primera de la ciudad de Neuquén como autor del atroz homicidio del joven mendocino Diego Iván Becerra, ocurrido el 20 de octubre de 2007.
Para los jueces del tribunal, Rodríguez fue el autor penalmente responsable de un homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía en concurso real con robo simple agravado por la participación de un menor de edad.
La Corte Suprema, integrada por los ministros s Horacio Rosatti , Carlos Ronsekrantz y Ricardo Lorenzetti, declaró inadmisible la queja presentada por Rodríguez. El condenado pretendía que se revocara la sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Neuquén, que rechazó el recurso extraordinario federal que había presentado su defensor.
La Corte no habilitó el control extraordinario
Rodríguez intentó con la queja que la Corte controlara lo resuelto por el TSJ neuquino, que confirmó la decisión del Tribunal de Impugnación, que a principios de marzo del 2022 desestimó el planteo de inconstitucionalidad de la prisión perpetua, lo que le impidió las salidas anticipadas. Rodríguez lleva algo más de 16 años preso. La Corte dictó el jueves la resolución a la que accedió Diario RÍO NEGRO.
El TI provincial rechazó en marzo del 2022 el recurso de la defensa de Rodríguez al aplicar jurisprudencia de la sala penal del TSJ, puntualmente, el caso Luis Aboy de noviembre del 2021. También, el fiscal jefe Maximiliano Breide Obeid y el querellante Marcelo Hertzriken Velasco, que patrocinó a la familia, se opusieron al recurso de la defensa.
“Lo invitaron a Becerra a jugar al truco, le hicieron una llave por atrás para asfixiarlo y, después, lo quemaron vivo con combustible”, recordó Hertzriken Velasco.
Un crimen a sangre fría
Las crónicas periodísticas que cubrieron el caso destacaron entonces que Becerra, de 28 años, era oriundo de la ciudad mendocina de Malargüe. Según la sentencia del tribunal que lo condenó: Lino Rodríguez fue hasta el domicilio de Becerra, en compañía de un menor, porque sabía había cobrado una indemnización, porque la empresa petrolera para la que trabajaba en Mendoza había cerrado. Había llegado a Neuquén hace poco tiempo en busca de trabajo.
Por eso, Rodríguez lo tomó del cuello para exigirle que le diera la tarjeta de débito y la clave bancaria. Becerra intentó de defenderse con un cuchillo, pero lo desarmaron. Rodríguez lo sujetó con tanta fuerza que la víctima se desvaneció”, según la sentencia.
Luego, los agresores “lo trasladaron maniatado» en el propio auto de Becerra. Allí, intervino Nicolás Sosa que los ayudó. Los tres fueron en el auto con la víctima por la Ruta 7, en dirección a Mari Menuco. Pero cerca del ingreso al yacimiento petrolero «Lindero Atravesado» detuvieron el Fiat Uno de la víctima.
En ese lugar bajaron a Becerra que seguía inconsciente. Los jueces de la exCámara Criminal Primera relataron en la sentencia condenatoria, según las notas de ese momento, que Rodríguez hizo un pozo. Después, estranguló al joven y moribundo lo rociaron con nafta y lo quemaron. Después, enterraron el cadáver. Rodríguez y Saso llevaron el vehículo de la víctima hasta el barrio Hipódromo de la capital neuquina y lo incendiaron.
Una denuncia por desaparición de persona
Familiares viajaron desde Mendoza hasta la ciudad de Neuquén porque el joven no contestaba los llamados ni mensajes. Por eso, denunciaron su desaparición. La Policía detuvo a los sospechosos a los pocos días y uno de ellos reveló donde estaba el cuerpo. Policías hallaron el 25 de octubre del 2007 el cadáver.
En el juicio, Saso fue condenado a 15 años de prisión como partícipe secundario en el homicidio. Pero el adolescente que participó «ni siquiera estuvo media hora preso y podía legalmente estarlo”, afirmó Hertzriken Velasco.
«En este caso no había que cambiar las leyes de imputabilidad. «El Fiscal de Delitos Juveniles (del MPF de Neuquén, Germán) Martín , se fregó las pretensiones de la querella» «Fue un crimen súper macabro», rememoró.
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