Más sueldo y ¿menos trabajo?: Preocupa una migración de las fiscalías al Colegio de Jueces de Neuquén

El Consejo de la Magistratura abrió concursos para cubrir cargos de fiscales y jueces. La diferencia salarial podría provocar que desde el Ministerio Público busquen otros horizontes.

La Ciudad Judicial de Neuquén es un sistema edilicio en forma de L. El tercer piso ofrece una vista a la esplendorosa avenida Leloir, y también a las playas de estacionamiento: un sector para jueces y juezas penales; otro para fiscales. Se vigilan mutuamente a qué hora llegan, a qué hora se retiran. Es parte de un antagonismo que ya nadie recuerda cuándo comenzó, pero que el Poder Judicial reproduce sin cesar.

Desde el 2014, cuando entró en vigencia el actual Código Procesal Penal, la rivalidad se profundizó. Sin disimulo, discuten por la diferencia salarial y por la carga de trabajo entre unos y otros. El campo de batalla se circunscribe, la mayoría de las veces, al contenido de dictámenes y resoluciones: allí intercambian estocadas tratando de no perder las formas.

En la pirámide salarial, un vocal del Tribunal Superior de Justicia tiene la misma categoría que el fiscal general: MF1. Un juez del Tribunal de Impugnación está equiparado con un fiscal jefe: MF2.

12% de diferencia salarial


La paridad se rompe en el escalón siguiente. Un juez de garantías es categoría MF3, y un fiscal del caso es MF4. La brecha salarial entre ambos es del 12%. Los defensores públicos están en el mismo desnivel.

«Esa diferencia se justificaba antes, cuando el juez de Instrucción era el director del proceso. Ahora todas las denuncias entran a la fiscalía, y el número crece cada año», argumenta el fiscal general José Gerez, quien presentó un proyecto de equiparación en la Legislatura.

De acuerdo con sus estadísticas, el 90% de los legajos -denuncias- que ingresan al sistema penal, se resuelven dentro de la misma fiscalía. La inmensa mayoría van al archivo porque nunca encuentran al autor, o porque el hecho denunciado no es delito, entre otras razones; una porción se resuelve por mediación, y sólo un pequeño porcentaje -apenas ronda el 3%- que corresponden a delitos más graves, llegan a lo que la ciudadanía conoce como un juicio oral, con testigos, peritos y demás.

El proyecto de Gerez lleva poco más de un mes en la Legislatura, que este año electoral funciona de a ratos, y aún no tuvo tratamiento.

El impacto en la masa salarial


Según la cuenta del jefe de los investigadores públicos, igualar los salarios representará un incremento del 1% del presupuesto del Ministerio Público Fiscal, que para 2023 fue fijado en 5.790.576.030 pesos (el total del Poder Judicial se estableció en 40.388.198.671 pesos).

Uno de los argumentos ante los legisladores fue: «veo con profunda preocupación que un funcionario o funcionaria del Ministerio Público Fiscal (categoría MF4) sólo pueda acceder a una categoría MF3 concursando para juez o jueza del Colegio de Jueces, como si esa función fuera superior a la de un fiscal o implicara un ascenso o más trabajo o mayor responsabilidad».

Tránsito en una sola dirección


Varios de los actuales jueces tienen pasado en el Ministerio Público Fiscal. No hay casos a la inversa. Y la historia podría repetirse con las decisiones que tomó la semana pasada el Consejo de la Magistratura: abrió megaconcursos para cubrir cargos en el Colegio de Jueces y en las fiscalías.

El concurso 216 fue convocado para cubrir tres cargos de juez o jueza en Neuquén capital, con la particularidad de que es múltiple: serán declarados ganadores quienes ocupen los tres primeros puestos.

En tanto el concurso 223 es para elegir un fiscal jefe. El sueldo es mayor, pero en tren de especular, algunos ya sacaron cuentas: a un fiscal le conviene anotarse en un concurso en el que puede «ganar» incluso saliendo tercero, en vez de participar de una competencia donde hay lugar para un solo ganador.

«El concurso múltiple se convocó para ganar tiempo, porque hay mucha urgencia para cubrir vacantes», dijo una fuente del Consejo de la Magistratura consultada para esta nota, «pero está el compromiso que si no cumplen con el perfil requerido, declararemos desierto el tercero, el segundo o todos los puestos».

La carga laboral


Gerez espera que la actual gestión legislativa apruebe su proyecto. Según su opinión, los abogados quieren ser fiscales: en un reciente concurso para cubrir un puesto de asistente letrado se anotaron 31 personas.

Pero la diferencia salarial, y la carga laboral, puede resultar decisiva. «Nosotros estamos las 24 horas disponibles. Si ocurre un hecho a las 4 de la mañana, nos llaman y vamos», dice.

Del lado de los jueces, miran con recelo el gran porcentaje de causas archivadas: «si solamente el 3 por ciento de las denuncias llegan a juicio, ¿de qué carga de trabajo me hablan?«, rezongó un magistrado consultado para esta nota. «Y no mencionemos cuánto delegan en los asistentes letrados», apuntó otra fuente.

Ellos están más abajo en la pirámide, pero cumplen muchas funciones de fiscal del caso.

Desde la Oficina Judicial en tanto no se privaron de recordar cuántas audiencias se suspenden porque «los fiscales a última hora hacen un acuerdo con la defensa y evitan el juicio. A este paso, vamos a volver al sistema escrito».

¿Cuántas horas trabajan?


En los próximos días se conocerá un informe que relevó cuántas horas trabajan en audiencias los jueces en todo el país. En el caso de Neuquén, el promedio es de 27 horas mensuales.

El antagonismo entre jueces y fiscales siempre encuentra un alimento nuevo para su colesterol. El último plato del menú es la discusión por las audiencias en horario vespertino: ¿son necesarias o no para descongestionar la agenda, que tiene juicios previstos hasta fines del 2024?

El debate merece quedar afuera de esta grieta. El colosal complejo edilicio de la calle Leloir, con un costo de mantenimiento astronómico, queda en reposo todos los días después de las 14: centenares de computadoras e impresoras, los servidores, la electricidad, el gas, son gastos fijos enormes para una actividad de apenas 6 horas diarias.

Concursos para cargos de jerarquía


La categoría MF2, la más alta a la que se puede aspirar por fuera del Tribunal Superior de Justicia, tendrá cinco concursos este año: uno para defensor jefe (ya transita su etapa final); dos para fiscal jefe (de Neuquén y San Martín de los Andes) y dos para juez del Tribunal de Impugnación.

Se especula que por las vacantes de fiscal jefe se interesarán fiscales del caso y quizá abogados o funcionarios de otras provincias. Para el Tribunal de Impugnación, han competido en los últimos concursos jueces y juezas de Garantías.

En cuanto a la categoría MF3 (jueces), hay siete lugares disponibles: los tres del concurso múltiple para Neuquén; y otros en los que ya está cerrada la inscripción para sendas vacantes en Neuquén, Rincón de los Sauces, Cutral Co y Chos Malal.

Oportunidad de concursar para fiscal (MF4) habrá en toda la provincia: el Consejo convocó a cubrir dos cargos en Neuquén, uno en Villa La Angostura y otro en Chos Malal.

Por sí o por no, pero salir del congelador


Por último, el fuero civil también tendrá un año agitado. Se cubrirán vacantes en la Cámara Provincial de Apelaciones con competencia en el interior, con sede en Cutral Co (está en marcha) y Zapala; dos puestos de juez civil en Neuquén y otro en Junín de los Andes, y una vacante en el juzgado de Familia de Neuquén.

Los pliegos de muchos de las y los ganadores de estos concursos serán examinados por la próxima Legislatura. Recibirán acuerdo o no; lo que es inaceptable que los dejen en el limbo, como están haciendo ahora con Nadia Kubatov, ganadora del concurso para ser jueza en Chos Malal.

«Lo estamos estudiando», se limitó a responder una fuente legislativa del MPN, que tiene la llave para que el pliego sea tratado o no.


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