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El Tribunal Superior de Neuquén define autoridades: lo que está en juego

Hay hermetismo, como todos los años, pero está cantado quiénes prefieren ocupar algunos puestos, y quiénes no.

Como en diciembre de cada año, el Tribunal Superior de Justicia de Neuquén se prepara para designar a sus autoridades y las de muchos otros organismos para el período 2023/24. Los cargos se resuelven por votación interna y mayoría simple, algo que no resulta sencillo de construir: los y la vocal tienen alianzas circunstanciales, y el mal clima sigue sobrevolando la relación del cuerpo colegiado. Viejas heridas que tardan en cicatrizar.

El actual presidente, Evaldo Moya, no puede repetir. Quien debería asumir en su lugar es Gustavo Mazieres, el más nuevo y único de los cinco vocales que aún no ejerció la presidencia. Lo distingue además que pertenece a un partido político distinto del Movimiento Popular Neuquino: llegó al Tribunal desde el Frente de Todos, avalado por un acuerdo entre Jorge Sapag y Oscar Parrilli.

Por eso se especula que difícilmente le entreguen la conducción del Poder Judicial en un año de elecciones a un vocal identificado con la oposición.

Pulseada por el Consejo


La alternativa es la vocal Soledad Gennari, actual presidenta subrogante del Tribunal. Pero ha dejado trascender que se siente muy cómoda en el Consejo de la Magistratura y preferiría repetir un año más.

El Consejo tendrá un enorme protagonismo en 2023: se renovará su integración en su totalidad, y deberá convocar a concursos para cubrir vacantes en los más altos puestos del Poder Judicial en casi todos los fueros: Tribunal de Impugnación, Cámaras Multifueros de Zapala y San Martín de los Andes, jefaturas de fiscalías en Cutral Co y San Martín de los Andes; jefatura de la defensoría de Cutral Co, por mencionar sólo los más relevantes.

Además, por primera vez se elaboró un manual de instrucciones para los consejeros y los participantes, con una suerte de perfil del puesto para cada caso.

Gennari quiere repetir, y Moya quiere volver. El histórico presidente del Consejo de la Magistratura siente que es su lugar y pretende recuperarlo. Hay una negociación en marcha.

Repetir, por excepción


Corrido el vocal Alfredo Elosu Larumbe de estas intrigas por lugares de gestión, las miradas vuelven a posarse sobre Germán Busamia. Ya fue presidente dos veces, y podría ejercerlo por tercera oportunidad, nuevamente por excepción (la ley dice que ningún vocal puede repetir hasta que el resto no haya ejercido el cargo al menos una vez).

Al gobierno le interesa no sólo quién ocupará la cabeza del Tribunal; también tiene expectativas en quiénes integrarán la Junta Electoral Provincial, donde la injerencia de Busamia es innegable, en un año en el que se renovarán el Ejecutivo provincial, la Legislatura, las intendencias y los Concejos Deliberantes.

El Tribunal de Cuentas


También seguirá al frente del Tribunal de Cuentas, subrogando la presidencia que está vacante. Se instaló la versión de que el sillón titular definitivo está reservado para la actual legisladora del MPN María Laura Du Plessis, quien necesita la aprobación de dos tercios de los votos de la Legislatura.

Siguiendo la tradición, el partido-gobierno tiene vacantes para negociar e intercambiar figuritas con otras fuerzas políticas como suele hacer: en el Tribunal de Cuentas hay espacio disponible y próximas jubilaciones abrirían más todavía. La función de controlar las cuentas públicas, bien gracias.

Por último, el oficialismo aspira a que Busamia se mantenga cerca de la comisión de reforma de los Códigos Procesal Civil y de Familia, una de las promesas de campaña de Marcos Koopmann que debería cristalizarse en 2023 y está bastante verde, según las fuentes consultadas por este medio.


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