No irá a juicio por violencia de género para que pueda ayudar a sus cinco hijos, en Neuquén

Se le otorgó una suspensión de juicio a prueba pese a que golpeó y amenazó de muerte a su pareja. Se priorizó la situación de los niños que lo necesitan como sostén económico.

Un enfermero de Neuquén que ejerció violencia física, verbal y psicológica contra su pareja acordó la suspensión de juicio a prueba por un año, durante el cual deberá asistir al dispositivo de atención a varones y al taller de masculinidades.

Fue la víctima quien pidió, desde el primer momento, que no vaya preso. Una de las razones fundamentales es que los cinco hijos que tienen en común lo necesitan como sostén afectivo y económico.


«Es alarmante lo que me dice»


Al hombre se le colocó una tobillera dual. En una audiencia realizada este jueves, la jueza Carina Álvarez preguntó por cuánto tiempo. El asistente letrado de la fiscalía Marco Lupica Cristo le explicó que lo dispuso un juzgado de Familia «sine die», es decir, sin plazo definido: «Usualmente lo están haciendo así, hasta que cese la violencia», agregó.

«Es alarmante lo que me está diciendo», reaccionó la jueza. «Le pido a su ministerio que arbitre los medios para evitar la sujeción sine die de una persona, más allá de lo que generó esa medida cautelar».

Lupica Cristo reseñó el hecho durante la audiencia en la que estuvieron presentes la víctima, el imputado y su defensor público, Mauricio Macagno.


Golpes y amenazas


El 12 de diciembre del año pasado, a las 6 de la mañana, en la vivienda que compartían, el acusado amenazó a su pareja con un machete. Ella había estado reunida con un grupo de mujeres con las cuales jugaba al fútbol y él decía que la engañaba con alguna de ellas.

«Le dio golpes de puño en el rostro, patadas en las piernas, y le provocó hematomas en el brazo», describió el funcionario fiscal.

Una de las hijas llamó a una amiga que a su vez alertó a la policía. Cuando los efectivos llegaron a la vivienda encontraron al enfermero amenazando de muerte a la víctima con una carabina.

Los hechos fueron calificados como «amenazas agravadas por el uso de armas y lesiones leves agravadas por el vínculo y por haber mediado violencia de género».

Lupica Cristo reconoció que «fue un hecho muy grave» y que «no fue una conducta aislada, se dio en un contexto de violencia de género, con conducta celopática, y de violencia psicológica» por parte del enfermero.


El interés superior del niño


Aclaró que la víctima pidió desde el primer día que no vaya preso. Añadió: «El riesgo mermó significativamente. No hubo ningún hecho nuevo, y la denunciante nos dijo que les cinco hijes que tienen en común querían ver a su padre». Las edades van entre 8 y 20 años.

Ella trabaja como empleada doméstica y él hace aportes económicos cada vez que puede.

«Empezamos a trabajar desde la óptica del interés superior del niño. La intención es que el imputado pueda revisionar todas estas conductas para deconstruirlas desde ahora para vincularse con sus hijos de otra manera», explicó Lupica.

El defensor Macagno destacó «las acciones de la fiscalía, muy proactiva» que hicieron «mermar la situación conflictiva que existía en esta pareja».


Probation por un año


La jueza Álvarez homologó el acuerdo y dispuso la suspensión de juicio a prueba por un año. «Se debe tener en cuenta el interés superior de los cuatro menores de edad, que deben seguir teniendo contacto con usted», dijo dirigiéndose al imputado.

«El vínculo no sólo es afectivo sino también económico. Usted debe ayudar a satisfacer las necesidades básicas de los niños», agregó.


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