La Biblioteca Patagónica ya tiene su sede definitiva

La primera edición de “El tronco de oro” de Gregorio Álvarez o algunos de los libros de dramaturgia escritos por Olascoaga son algunas de las valiosas piezas literarias que se pueden encontrar en la Biblioteca Patagónica “Héctor Pérez Morando” que desde ayer funciona en una de las salas del Centro Cultural Alberdi.
Se trata de 3.600 libros más otro tanto de revistas, publicaciones, artículos periodísticos y fotografías que reunió el periodista y escritor Héctor Pérez Morando durante toda su vida y que ahora podrán ser consultados por el público general.
Aún en vida el investigador, congresista y columnista de este medio durante 38 años donó su colección personal de historia patagónica al gobierno provincial.
La primera morada fue el Museo Ernesto Bachmann de Villa El Chocón, localidad en la que el periodista pasó sus últimos 17 años de vida. Luego de su muerte, la Biblioteca Patagónica, fue trasladada a Neuquén y permaneció cuatro años embalada en el Archivo Histórico Provincial esperando por su sede definitiva.

“Estamos muy contentos de poder inaugurar la Biblioteca Patagónica, una biblioteca que fue el trabajo de todo una vida de Don Héctor Pérez Morando, que pensando en el bien común y pensando en el libro como una puerta de ingreso a la cultura y el conocimiento donó a la provincia”, destacó Marcelo Colonna, subsecretario de Cultura provincial durante el acto de inauguración de la flamante sede definitiva de la colección literaria, histórica y geográfica de la Patagonia.
“Creemos que una biblioteca pública de consulta de esta naturaleza es muy importante para los estudiantes, para los investigadores, para los historiadores y para que la comunidad que con ingreso libre y gratuito puede venir a estudiar, porque son libros de consulta, hay libros que son únicos, hay textos del siglo XIX y libros que tiene más de 100 años de historia”, agregó el funcionario.

Nora Porqueras, la viuda del periodista resaltó: “Estoy segura que en este momento esta Héctor aquí presente porque era el sueño de su vida que tuviera un espacio físico definitivo la Biblioteca Patagónica, y establecerla desde la provincia de Neuquén para toda la Patagonia”.
“Ustedes tienen esa responsabilidad y un derecho sucesor de mantenerla, custodiarla, resguardarla y de incrementarla permanentemente”, solicitó a los funcionarios provinciales presente.
A su turno Mario Márquez presidente de la Junta de Estudios Históricos y de la Sociedad Argentina de Escritores, filial Neuquén señaló: “Como escritor creo que una biblioteca es fundamental. Es muy importante que haya un espacio de tanta envergadura para los lectores”.
Y cerró: “Por suerte se ha puesto en la ciudad más importante de la Patagonia, y dentro de la ciudad más importante de la Patagonia en el lugar que desde hace muchos años fue el faro al cual concurrían todos los chicos a leer, a estudiar. Hoy la biblioteca Alberdi tiene su sede unas cuadras más arriba pero en este espacio está el alma de los libros, el alma de la lectura, es el lugar ideal e indicado para que esto funcione”.