La biblioteca que nació del sueño de un joven

La biblioteca popular Eliel Aragón surgió para cumplir el deseo de Eliel Aragón, fallecido en un trágico episodio. Hoy es el lugar al que acuden familias completas. Hay actividades de todo tipo.

La Biblioteca Popular Eliel Aragón está ubicada en el barrio Bardas Soleadas, ese que agrupa a los complejos habitacionales de las mutuales Muten, Mudon y Amejun.

Se trata de un edificio grande que cuenta con una sala de computación, aulas para el dictado de talleres, una sala infantil, salas de referencia, una sala de libros generales y un SUM en el que se realizan tanto actividades físicas como culturales.

Las actividades que allí se realizan son de lo más variado incluyendo talleres artísticos, de apoyo escolar, de formación laboral, así como de artes marciales y deportes.

“Las actividades que nosotros hacemos tienen que ver mucho con las propuestas que hace la gente del barrio, la comunidad en la que nosotros estamos, porque como toda biblioteca popular buscamos integrar las personas que están cercanas a nuestra biblioteca”, aseguró en contacto con “Río Negro” Beatriz Orellana, la bibliotecaria.

Y agregó: “Ellos vienen, proponen su actividad y la biblioteca les cede el espacio. Ahí nos vamos acomodando con horarios, espacios y todo ese tipo de cosas”.

Con la multiplicidad de propuestas que tiene el edificio de calle Asmar 1835 es el lugar de referencia del barrio donde asisten las familias completas.

“El barrio la usa mucho, más ahora en este tiempo, hemos tenido una cantidad bastante grande de gente que se está acercando porque con el aumento de los servicios lo primero que vuela es internet así que vienen a usarlo acá, a buscar información en los libros. Y muchas veces ya no pueden desplazarse tanto al centro y buscan lugares donde poder estar tranquilos y poder estudiar”, subrayó la bibliotecaria.

Y añadió: “Cada vez que hacemos una actividad vienen las familias completas”.

La biblioteca es así un lugar de refugio para toda la gente del barrio y es, fundamentalmente, lo que siempre soñó el joven Eliel, el mentor de este lugar.

Eliel Aragón era un adolescente de 17 años que disfrutaba mucho leer y tenía el sueño de tener una biblioteca en su barrio para no tener que desplazarse al centro, cuestión algo complicada en ese momento, a principios de la década del 90.

Lamentablemente Eliel fue asesinado durante un robo y no pudo hacer realidad su anhelo.

Sin embargo sus amigos, con la colaboración de la familia del joven, se propusieron lograr el sueño de una biblioteca para el barrio.

Pusieron manos a la obra, empezaron a juntar libros y en un garaje se empezó a gestar lo que es hoy. Más tarde, Muten cedió un duplex hasta que finalmente consiguieron un terreno y se pudo construir el edificio actual que día a día contiene y ayuda a personas de todas las edades.

Y como suele suceder se trata de un trabajo “a pulmón”.

“Esto es sostener todos los días, todos los días se hacen cosas para poder seguir adelante y que esto no se caiga. Más ahora, en estos momentos donde las bibliotecas populares no están recibiendo ayuda de ningún tipo, solamente el municipio hace un pequeño aporte por mes que es con lo que más o menos vamos tirando para sostenernos”, confió al respecto Orellana.

Datos

Hay algunos de los talleres que son gratuitos y el resto tiene una cuota que siempre se trata de que sea una cuota social que no supere los 500 pesos por mes. Hay talleres desde 200 a 500 pesos por mes.
“La función es contener, ayudar y hacer que la gente se sienta parte, que se sienta que puede venir y estar y que no va a pasar nada”,
aseguró Beatriz Orellana sobre la función de la biblioteca en la que trabaja.

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