La crisis se siente más en Río Negro, especialmente en Bariloche

Río Negro y específicamente Bariloche figuran entre las jurisdicciones más afectadas del país por la pandemia entre abril y septiembre, de acuerdo con un estudio que analiza el impacto económico regional de la pandemia sobre la actividad privada.

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El trabajo fue realizado por dos economistas, Andrés Niembro, investigador de la Universidad Nacional de Río Negro, y Daniela Cala, investigadora de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Según el estudio, Río Negro aparece como la sexta provincia más afectada en lo económico en el segundo trimestre y figura en el octavo lugar en el tercer trimestre. El menor impacto se registró en abril, luego la situación económica se agravó en mayo y junio y mejoró levemente entre julio y septiembre.

Otras provincias patagónicas, como Chubut, Santa Cruz y Neuquén, también se encuentran entre las más afectadas económicamente en todo el período analizado. Sin embargo, Neuquén registró una recuperación importante entre el segundo y tercer trimestre.

“Así como se observan realidades diferentes entre provincias, el impacto económico también suele ser heterogéneo hacia el interior de las mismas. La situación de Bariloche y su zona de influencia es la más alarmante en Río Negro”, recalcó Niembro.

De las 85 áreas locales analizadas en todo el país, Bariloche integró el podio de las cuatro más afectadas económicamente durante el segundo trimestre, junto con Pinamar, Villa Gesell e Iguazú, también de un marcado perfil turístico.

El investigador describió “el segundo trimestre como el más duro en términos económicos a nivel general en el país con una caída mayor a la que hubo en el epicentro de la crisis 2001, 2002. No hay precedentes de algo así en términos estadísticos”.

En el tercer trimestre, especificó Niembro, Bariloche saltó de la tercera posición de áreas más afectadas al puesto 18, con una notable mejora económica. “Pero si uno evalúa todo el agregado de los seis meses analizados (de abril a septiembre), la ciudad se encuentra en la séptima posición, es decir que no cede de los peores lugares”, dijo, al tiempo que aclaró que el estudio contempla Bariloche y alrededores, es decir, El Bolsón y Villa La Angostura.

Esta recuperación también se aprecia en otras áreas de Río Negro que fueron analizadas. La zona del Alto Valle (que contempla además a Neuquén capital) se ubicó dentro de las 30 áreas locales más afectadas entre abril y julio, pero en agosto y septiembre se observó una mejora relativa.

El área de Viedma y Patagones tiende a consolidar su posición entre las zonas menos afectadas del país durante todo el período, de acuerdo con el estudio.

Los investigadores resaltaron que la abundancia de información sobre la cantidad de infectados por jurisdicción y muertes diarias contrasta con la escasa medición del impacto económico regional.

“En Argentina hay pocos estudios y análisis sobre la evolución de la actividad económica. Nos basamos en las estadísticas de la estructura productiva y laboral de las provincias que aportó el Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial del Ministerio de Trabajo de Nación”, contó Niembro.

Si bien el impacto económico de la pandemia fue mayor en las áreas turísticas, entre las zonas más afectadas también se encuentran áreas especializadas en industria metalúrgica, otras industrias pesadas o actividades extractivas, como Zárate-Campana, Puerto Madryn, Gran Buenos Aires, Tartagal y Mosconi, junto con el caso de San Salvador de Jujuy.

Entre las áreas menos afectadas del país sobresalen las agropecuarias (actividades consideradas esenciales desde la primera fase del aislamiento), como Arroyito, General Pico, Rafaela, Sunchales, Tres Arroyos, Venado Tuerto o Villa María. Algo similar ocurre a nivel provincial, ya que entre las jurisdicciones con un menor impacto económico figuran Tucumán, San Luis, Santa Fe, La Pampa y Misiones.