La faena clandestina agobia a los productores

La situación se repite en toda la zona de San Martín de los Andes. En menos de un año a un ganadero le carnearon 14 vacunos. Adjudican el fenómeno a grupos organizados que venden la carne.

SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- Para un pequeño productor, la faena clandestina de 14 de sus vacunos en menos de un año es casi un golpe de gracia. Y eso le ha ocurrido a Aldo Pelletieri, uno de los tantos damnificados de la zona periurbana de San Martín de los Andes, donde el furtivismo se ha convertido en moneda corriente.

Pero el productor no dudó en señalar que se trata de «organizaciones» vinculadas a la comercialización clandestina de carnes.

Un criterio similar sustentan las autoridades policiales, que acaban de acordar su colaboración en los controles integrados de alimentos (ver recuadro).

Pelletieri relató con angustia su caso, que se reactualizó hace un par de días cuando halló sólo las vísceras de dos vacunos en su campo ubicado a menos de ocho kilómetros del casco céntrico, sobre Callejón Gin Gin.

En total, dijo, ya perdió 14 vacunos en lo que va de un año. «Sólo me queda la ley del oeste», graficó el productor para señalar tanto su propia impotencia como la de las autoridades a la hora de dar con los furtivos.

Pelletieri sostuvo que «no es gente que haga furtivismo para comer… creo que si alguien me lo pidiese en esos términos no dudaría en darle la carne. Pero son personas que saben el oficio, que se toman su tiempo y lo hacen prolijito; no dejan nada», sentenció.

El ganadero explicó que la faena «siempre se produce en lugares cercanos a una tranquera, para facilitar el acceso de la carga. La última vez -el pasado fin de semana- apenas encontré las vísceras de dos de mis animales. Pero hay que tener en cuenta que el desposte de un vacuno deja como mínimo 170 kilos limpios y más de 200 si se agrega cabeza y cuero. Así que en este caso estamos hablando de unos 400 kilos de carga… por lo menos debieron intervenir cuatro personas», especuló Pelletieri.

Venta clandestina

El productor aseguró que «esto tiene que ver con la comercialización clandestina de carne. Lo que me pasa a mi, le viene pasando a todos los productores de la zona. Hace unos días atrás, un amigo me dijo que le habían ofrecido «carne revolcada», que es la carne típica de la faena furtiva».

El mercado negro de carnes, que en la zona incluye también al ciervo colorado y al jabalí, se asienta sobre una compleja trama de complicidades.

Involucra a los cuatreros o furtivos, con conocimientos de desposte, a los comercializadores -ya que en ocasiones intervienen intermediarios- y a aquellos locales de expendio al público que se suben a ese circuito clandestino.

De hecho, también representa para los carniceros en regla una verdadera competencia desleal.

Las autoridades aseguran que la única manera de contener este modus operandi es con el trabajo coordinado entre policías, brigada rural, inspectores de bromatología y guardas ambientales.

Precisamente, la coordinación de estas tareas fue motivo de análisis ayer en el municipio

Control al ingreso de alimentos

SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- El municipio y la policía local coordinan acciones para implementar aquí el Control Provincial de Ingresos de Productos Alimenticios, al tiempo que se buscará redoblar también las inspecciones con alcance a otros rubros como vendedores ambulantes.

Así lo confirmó el secretario municipal de Gobierno, Alfredo Aguirre Villagra, quien participó ayer de una reunión en la que intervinieron autoridades policiales de esta ciudad y los responsables de las áreas municipales de Bromatología, justicia de Faltas, Cultura y Gobierno.

«San Martín de los Andes ha crecido de manera explosiva en los últimos diez años, y hoy tenemos problemas que antes no teníamos. Estamos revisando la legislación, las ordenanzas, para determinar el conjunto de instrumentos con los que cuenta el municipio para ejercer controles… allí donde falten, vamos a pedir a los concejales que nos den las herramientas necesarias», dijo el funcionario a «Río Negro».

Por lo pronto, ayer se avanzó en la implementación aquí del Control Provincial de Ingreso de Productos Alimenticios (Cipa), programa que depende de la Secretaría de Estado de Producción y Turismo. En ese sentido, explicó que «vamos a potenciar los controles».

Un problema común

El problema de la faena clandestina no se circunscribe a la zona cordillerana y afecta a extensas regiones de las provincias de Neuquén y Río Negro.

El resto del país no está ajeno a la situación y ya se presentaron serios enfrentamientos entre ganaderos y los ladrones de animales.

Resulta muy común por estos días que los controles policiales detecten camiones o camionetas y hasta autos cargados con cortes de carne de animales faenados clandestinamente.


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