La Fiesta de la Confluencia costó 40 millones de pesos más de lo presupuestado

En el presupuesto de este año, se estimó una inversión de 20 millones para la octava edición. El municipio destinó 60 millones de pesos en total. Recibió aportes de petroleras y de la Legislatura. La contracara son los artistas locales que aún no cobraron por las funciones que realizaron en los escenarios alternativos.

La octava edición de la Fiesta de la Confluencia que se realizó en febrero, costó 40 millones de pesos más de lo que se había estimado en el presupuesto de este año. En total, el municipio invirtió 60 millones de pesos. Pero no lo hizo solo, además de los fondos que llegaron por pautas publicitarias y alquiler de puestos, hubo tres empresas petroleras radicadas en la zona que realizaron sus aportes. También la Legislatura colaboró con dinero para la realización de las actividades deportivas que se sumaron.

Esta edición fue la primera del intendente Mariano Gaido y sintió que debía subir la vara de las fiestas anteriores. Por eso no escatimó dinero ni esfuerzo. Después sería tiempo de acomodar los tantos en las arcas municipales, cosa que no fue tan fácil debido a la llegada de la pandemia de coronavirus y la cuarentena que redujeron considerablemente los ingresos municipales. Un caso testigo con los artistas locales que participaron de los shows, que aún esperan que la municipalidad les abone su cachet. (ver aparte)

Donaciones

1.289.151
pesos fue el aporte que realizaron YPF, Tecpetrol y Panamerican Energy
1.600.000
pesos fue el subsidio de la Legislatura de Neuquén.

El presupuesto para la fiesta de la ciudad de este año, aprobado por el Concejo Deliberante, fue calculado en 20 millones de pesos, pero finalmente se terminaron gastando 60 millones. Desde el municipio capitalino justificaron que el incremento se debió a que realizó una remodelación completa del predio de la isla 132, se contrato un escenario de características internacionales nunca visto en la región y se sumó un día más de festejo. El cálculo que hicieron los funcionarios de Gaido fue que si pasaron 600 mil personas y se invirtieron 60 millones de pesos, el costo de la fiesta fue de solo 100 personas por persona.

Para sostener semejante inversión, el Ejecutivo municipal salió a buscar “inversores”. Mediante negociaciones lograron que tres firmas petroleras aportaran fondos para incrementar la caja chica de la fiesta. Los aportes fueron no reintegrables, es decir un regalo para el municipio.

El decreto 098 autorizó a Gaido a recibir 997.800 pesos de Tecpetrol. De Panamerican Energy obtuvo 79.905 pesos e YPF le entregó 211.446 pesos. En total, se sumaron al presupuesto 1.289.151 pesos.

A estos fondos, se incorporaron mediante el decreto 96 del 10 de febrero, un subsidio de la Legislatura de Neuquén de 1.600.000 pesos. Se destinaron a solventar los gastos de las actividades deportivas Demo BMX Free Style, Beach Handboll, Beach Voley para la construcción de un skate parck y las rampas de BMX.

Los festejos sumaron actividades deportivas. (FOTO: Oscar Livera)

La contracara de la espectacularidad que tuvo la octava edición de la Fiesta de la Confluencia está en la realidad por la que atraviesan los artistas locales que participaron de las funciones culturales. Denunciaron que hasta la fecha el municipio no les pagó el cachet por cada espectáculos.

El grupo de teatro Tres Maravillas, fue el primero en alzar la voz. Se presentó en el escenario infantil con la obra “Maravillas en el paiz de las halisias”. El monto de las contrataciones locales difieren enormemente de los contratos de artistas nacionales. Sin embargo, después de cuatro meses todavía no vieron ni un peso.

“La Fiesta de la Confluencia se hizo con bombos y platillos y se habló por todas partes de la excelente organización y trabajo de la intendencia. El intendente (Mariano Gaido) estaba muy orgullos del trabajo que se hio. Tal vez en pleno festejo se olvidó que había que pagarles a quienes trabajamos ahí”, aseguraron los teatristas en un comunicado.

Los artistas agregaron que cuando se cumplió el plazo de pago, se acercaron al municipio pero solo obtuvieron como respuesta “no están en la lista de cobro”. “Y ahí empezó una aventura más larga que todos los viajes de Alicia en el país de las maravillas”. Cada vez que nos acercábamos a querer cobrar había una excusa nueva y ya nos cansamos de esperar, sin contar con la realidad que vivimos actualmente, con los teatros cerrados por la pandemia del coronavirus”, concluyeron.


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