La fruticultura se quedó sin financiamiento

Por la falta de divisas, desaparecieron las tradicionales herramientas crediticias que usaban los exportadores regionales.

“La situación es muy compleja. Las prefinanciaciones para los exportadores desaparecieron del sistema y hoy salir a pedir dinero a los bancos, a través de tradicionales líneas bancarias, tiene costos muy alto para la actividad”, confió el Gerente general de la CAFI, Marcelo Loyarte, en comunicación con Río Negro.


Con lo fuerte de la temporada a días de largar, las empresas frutícolas intentan financiarse a través de proveedores, importadores y la poca oferta de dinero que ofrece el sistema financiero local.

En la actualidad las entidades bancarias están ofreciendo créditos en dólares con tasas de hasta el 16% anual, algo muy difícil de pagar para la mayor parte de las empresas exportadoras. Por otra parte, las entidades financieras también abastecen a cuenta gotas al sistema a través de un mix de préstamos en dólares y en pesos, estos últimos a una tasa en torno del 55% anual.

Toda esta baja oferta crediticia tiene un costo muy alto para el sistema, que se suma la estructura que arrastra la actividad en todos los niveles de producción y servicios.

Los proveedores locales ya no tienen mucho más margen para financiar al sector y los importadores -por lo general rusos- adelantan dinero sobre futuras entregas, pero con enormes ajustes a la hora de compensar la venta de fruta con esos préstamos.

Con este contexto recesivo, no se descarta que la temporada exportadora del año en curso termine siendo menor que la del año pasado.

Dato

u$s 30
Son los millones que necesita la fruticultura del sistema bancario para financiar el inicio de la temporada.

Los problemas de financiamiento para el sector del Valle vienen de años atrás, pero fue a partir de la implementación del último cepo cambiario -en septiembre del año pasado- que las entidades financieras, lideradas paradójicamente por el Banco Nación, recortaron fuertemente su oferta crediticia en dólares a todo el sistema productivo.

“Estaríamos en condiciones de comenzar ya con una primera pasada para la pera William’s pero es difícil poder llevar a cabo este esquema porque tiene contos muy altos”, señaló un exportador regional al ser consultado por el tema. El ejecutivo continuó señalando que la mayor parte de los productores proyectan -para tratar de disminuir costos- hacer una sola pasada en la cosecha, aunque se corra el riesgo de quedar mucha fruta en la planta.

Tradicionalmente el sector necesita, para dar inicio a la temporada, financiamiento por unos 30 millones de dólares. Estos fondos se destinaban a cancelar parte de la compra que se realizaba a productores, a la adquisición de insumos para el galpón de y para pagar la mano de obra de cosecha y empaque. Hoy casi nada de esto existe y la falta de financiamiento termina en la progresiva descapitalización del sistema. Todos entienden que la fruticultura se achica, lo que no está claro es donde encontrará su piso.


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