“La inflación y la segunda ola son las limitantes de la recuperación”

Entrevista con Celina Calore, economista.

En el ocaso del primer semestre del año y con la segunda ola de Covid desatada en todo el país, el interrogante sigue siendo si el rumbo económico elegido por el gobierno es el adecuado. Para analizar la coyuntura, dialogó con PULSO la economista Celina Calore, parte del staff del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).

PREGUNTA: ¿Cómo analiza el actual escenario económico?
RESPUESTA: Empezábamos a ver cierta reactivación en algunos sectores puntuales. Pero la incipiente recuperación, luego de un año como 2020 que registró una caída del 10% del producto, empieza a tropezar con una serie de limitantes. La primera de ellas es la inflación, que genera pérdida del poder adquisitivo, y por lo tanto deprime la demanda. Ese freno al consumo empieza a impactar en sectores que mostraban capacidad de recuperación desde fines del año pasado. Una segunda limitante es la segunda ola. Las nuevas restricciones restringen la salida de la crisis. Vale recordar que se trata de una crisis que no fue generada por la pandemia, sino que había iniciado dos años atrás, y la pandemia agudizó. Resolver la crisis de la deuda pública fue uno de los objetivos desde el inicio de esta gestión, algo en lo que se avanzó el año pasado, pero que vuelve a cruzar el escenario actual en medio de una negociación con el FMI. No es un tema menor, porque es evidente que todas las decisiones del gobierno en materia económica se toman pensando en esta negociación, estemos de acuerdo o no.

P: ¿En qué decisiones influye la negociación con el Fondo?
R: La implementación o no de las políticas contracíclicas, en especial las que tienen que ver con transferencias de ingresos. Si hay nuevo IFE o no. Si el Repro II alcanza o no para contener la segunda ola. Y por supuesto el FMI pone condicionamientos, solicita mayor equilibrio en las cuentas públicas. La discusión es política contracíclica si, ampliando el gasto. O política contracíclica no, buscando el equilibrio fiscal. Políticas como la tarjeta alimentaria, están dirigidas a lo más bajo de la pirámide de ingresos. Pero el IFE también nos mostró que existe un universo de personas que no está contemplado dentro de la tarjeta alimentaria o la AUH, que trabaja en la informalidad o incluso dentro del monotributo en las categorías más bajas, y que necesita una asistencia más fuerte. Por otra parte, la reforma de Ganancias atiende a la clase media, y significa una transferencia directa de unos $45.000 millones. Entonces existe una discusión válida respecto a si es correcta la distribución de la asistencia.

Los sindicatos se adecuaron a la pauta del 30% en paritarias, pero los formadores de precios no se ajustaron a ese objetivo.

P: ¿Puede el FMI imponer la agenda en lo que viene?
R: Es evidente que el Fondo prestó de forma irresponsable a la Argentina, y existe una situación particular a nivel global, lo que acerca el apoyo de otros países en la negociación. Eso juega a favor de Argentina. Pero el organismo sigue siendo el mismo de siempre. Las exigencias difícilmente sean diferentes a las que impuso históricamente en materia fiscal.

P: ¿Está desbocada la inflación?
R: Yo creo que la pauta del 29% establecida en el presupuesto, ya ha quedado totalmente desdibujada. A mí me gusta pensar el problema en términos de la dinámica de salarios. Lo que está sucediendo es que los salarios nominales no están acompañando el aumento brutal que registran los precios. El objetivo oficial era una inflación del 29%, y que los salarios este año le ganasen en al menos 5% a los precios. Desde el inicio del año en el CESO señalamos que ese 5% era una línea muy fina. Es exactamente lo que estamos observando hoy. Los sindicatos se adecuaron a la pauta del 30% en paritarias, pero los formadores de precios no se ajustaron a ese objetivo. Hay que resaltar que una parte de la inflación de hoy es importada, por el avance de los precios de los productos que exportamos y también consumimos, y que existen sectores altamente concentrados, por ejemplo el de alimentos, que tienen una enorme capacidad para formar precio.

P: ¿Hay un error de diagnóstico en el gobierno?
R: Está claro que las estrategias que ha usado hasta ahora el gobierno, no han funcionado. Creo que empezó la gestión bien encaminado, con una mirada multicausal del problema. Y que en el camino giró a una mirada más fiscalista, que hoy es un problema, porque la necesidad de ajustar el gasto frena también la reactivación de la economía. No es que exista un ajuste, pero el momento pide algo más de expansión en el gasto.


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