La Justicia autorizó una segunda subrogación de vientre en Viedma

La gestante será una amiga de la familia, que ya pasó por una experiencia similar unos años atrás. La pareja comparte un proyecto de vida en común y familiar desde hace 19 años.

Un fallo de Familia autorizó la subrogación de un vientre a una pareja de Viedma que lleva 18 años de convivencia, que intentó distintos tratamientos para tener hijos, pero no pudo lograrlo. La gestante será una amiga de años de la familia, que ya pasó por una experiencia similar unos años atrás.

Para autorizar esta segunda subrogación con una misma gestante, la jueza tuvo en cuenta múltiples factores: la relación de amistad con la pareja, los informes de los equipos técnicos y, ante la falta de una norma específica, doctrina y proyectos legislativos que contemplan esta posibilidad.

La familia se presentó para “solicitar se autorice judicialmente la implantación de sus embriones en el vientre de quien se ofreció como portadora y gestante de hasta dos embriones por cada oportunidad que serán logrados a través de técnicas de reproducción asistida -in vitro- y a partir de óvulos de una donante anónima y del esperma aportado por el varón de la pareja”.

La pareja comparte un proyecto de vida en común y familiar desde hace 19 años. Hace 7 comenzaron a buscar descendencia de modo natural, luego con ayuda profesional y ante el fracaso de la misma, realizaron una fertilización In Vitro convencional.

Tras varios intentos, concurrieron al Centro de Medicina reproductiva Bariloche SRL “Fertility Patagonia” donde fueron asesorados del procedimiento de Fertilización Asistida de Alta complejidad con Ovodonación y Subrogación de vientre, requiriéndose -en tal sentido- autorización judicial para la transferencia de los embriones logrados por dicha técnica.

Una amiga, que conocía la angustia de la pareja, ofreció llevar adelante la gestación. Tenía experiencia ya que luego de tener tres hijos (dos ya mayores de edad), fue gestante para otra pareja amiga unos años atrás. Los hijos de la gestante conocen completamente toda la cuestión y acuerdan acompañar a su mamá.

La pareja asumió, asimismo, el compromiso de informar a su hija o hijo su origen gestacional en oportunidad de adquirir edad y madurez suficiente para entender los hechos.

En el proceso intervino el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial para conocer la salud física y psíquica de quien subrogará su vientre, el equipo técnico de la Unidad Procesal en el propio domicilio de la gestante. Este último, dio cuenta de la situación y del vínculo de amistad de varios con la pareja.

En el expediente constan las entrevistas con las partes por parte de la jueza María Laura Dumpé y de los equipos técnicos. Registran que la gestante “cuenta con recursos económicos y medios propios que le permite sostener las necesidades básicas del grupo familiar conviviente y los servicios esenciales del hogar”.

También, que ella y sus hijos están en pleno conocimiento de las circunstancias y derivaciones de este tipo de prácticas. En el informe se destaca que “es claro su deseo de no maternar, de completud respecto a la maternidad. Y algo muy diferenciado la maternidad de subrogar un vientre para otra pareja”.

El fallo recuerda que “la gestante no será madre genéticamente: el o los niños que dé a luz llevarán los genes de los comitentes”. Luego cita frondosa jurisprudencia que ha llenado la falta de mención legal. También parafrasea informes del ginecólogo de la pareja: “la única opción para ella es la ovodonación y la gestación subrogada».


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