“La Margarita”, un escudo contra el olvido

El teatro musical se suma esta semana al Circuito Nacional de Teatro con “La Margarita”, obra del grupo tucumano Al Manubrio que toma los poemas de Mauricio Rosencof.

Teatro

“La Margarita” es una obra de teatro musical que recorrerá este mes del Circuito de la Hormiga Circular. Inspirada en el libro de poemas homónimo de Mauricio Rosencof, escrito durante su reclusión en un calabozo bajo tierra y dedicado a su amor de la adolescencia, sintetiza el tiempo en que el protagonista estuvo como rehén de la dictadura cívico-militar en Uruguay, la vida de encierro y los modos de sobrevivir con los fantasmas de los recuerdos y las esperanzas.

En la puesta del Teatro Al Manubrio de Tucumán, los actores cantan e interpretan instrumentos musicales en escena, tomando melodías que gran Jaime Roos creó para los poemas de “La Margarita”. Imágenes del barrio, de la inocencia, del deseo, del amor se entrecruzan con una realidad inhumana a la que el autor pudo sobrevivir, dando lugar a que quede en evidencia qué nos salva cuando todo parece estar perdido.

Al Manubrio está conformado por jóvenes actores, músicos, bailarines que desde hace varios años vienen produciendo espectáculos muy bien recibidos por el público y la crítica, como “Amor de músico” y “¿Qué soñará Corbalán?” que ganaron la Fiesta tucumana del Teatro, realizando numerosas giras en el noroeste, y actuaciones en la reciente Fiesta Nacional de Salta.

“Río Negro” dialogó con María José Stefani, quien dirige la puesta en su casa del centro de San Miguel del Tucumán.

– ¿Cómo nace esta puesta?

– Cuando empezamos a investigar, primero llegamos al disco de Jaime Roos (“La Margarita”, también) y nos dijimos que algo debíamos hacer con semejante material… Después comenzamos a conocer más de lo que conocíamos de la vida de Mauricio. No eran elementos que podíamos dejar atrás. Los poemas que luego son canciones, fueron escritos en condiciones de encierro, cuando estuvo preso durante la dictadura uruguaya, en situaciones de infrahumanidad total donde se hacía de papelitos de cigarrillo, escribía y los ocultaba en un tubito que había rescatado y ocultado de la requisa.

“La Margarita” fue cobrando cada vez más intensidad y fuerza, y quisimos poner todo eso en la obra. Terminó siendo un trabajo sobre la memoria, sobre cómo se recuerda, cómo los fantasmas nos visitan en contextos extraños y se constituyen en un escudo ante el olvido y hay que ver de qué modo nos protege.

– La expresión que acabás de usar, tiene otro punto de interés. Cada tanto aparece en los medios, alguien diciendo basta de andar recordando el pasado argentino, eso ya ocurrió y no hay que revolverlo, terminemos con esta cuestión…

– Evocar es un ejercicio maravilloso. Y en el caso de Rosencof, en esta historia, lo salva. Puede mantenerse de cierto modo cuerdo, hacer el ejercicio de rememorar momentos hermosos, lindos, a él lo rescató. Y por otro lado, en cuanto a tener nuestro pasado presente, no tenemos una propuesta muy politizada, sino más poética. Pero, nada es casual, estamos presentes porque de estas cuestiones hay que hablar. Las cosas se hablan. Por ahí cambia el lenguaje… Humildemente queremos proponer en esta obra, desde lo poético, desde el amor, desde una visión reparadora y no para tirar algo abajo, sino desde un lugar muy positivo, porque evocar es hermoso.

– Dispara ideas, motiva reflexiones.

– Tal cual… A nosotros nos gusta con qué se va la gente después de vernos. No deja la sala con un discurso derrotista o desde la lamentación. Hay personas que nos han dicho que se sintieron muy identificadas, que han podido verse reflejadas porque vivieron esa época y sufrieron el cauterio, y se van reparados, encontrando el lugar de amor en eso. Nos ha sorprendido profundamente recibir esas respuestas porque no planeamos generarlas. No queremos que tenga un valor terapéutico ni mucho menos, pero produce muchas cosas y nos ha dado grandes satisfacciones en ese aspecto. La gente que la ha visto recuerda, son instancias históricas muy referidas a todos. Yo soy chica (34 años), no viví esa época pero me lleva a situaciones vividas por seres cercanos. El tema es universal.

– Encierra la idea de reconstrucción, de apoyarse sobre el dolor y emerger a la vida, de transformarlo en potencia vital, en creación. Hay tantas situaciones cotidianas dolorosas que no deja de ser una buena receta frente a ellas…

– Sí, salvadora. Mauricio transforma sus recuerdos, elementos de su memoria casi vívidos de su encierro de horas y horas de hacer nada, de no tener noción del tiempo, de la luz, comunicación con el entorno, en qué época del año estaba, en qué día, sin saber si amanecía o era de noche; de estar deshidratado, mal alimentado, sin higiene… En todo ello, que aparezca una plumita que mueva el recuerdo, cobra un peso y un sentido que eleva. Es una explosión que lleva a pensar en la belleza. Podemos transformarlo en bello y de ahí en algo positivo que nos transporte a otro lugar. Estamos siempre haciendo eso y nos gusta la contraposición que logramos en la obra, y los actores están muy bien llevando a los espectadores un mensaje no rústico, sin golpes bajos. Es totalmente amable la obra en ese sentido, pasa muy afectuosamente sobre esas escenas para que se puedan ver sin horror alguno.

– Ahora, con esa herramienta, ustedes viajan hacia el sur al Circuito Nacional de Teatro de La Hormiga Circular.

– Es la primera vez que yo voy, pero mis compañeros ya han estado con otros trabajos. Es una gran oportunidad para nosotros ir ahí, encontrarnos con ese panorama, ser parte. Y además el sur. En Tucumán tenemos todo cerquita. Justo estamos haciendo funciones en el interior y trasladarnos media hora nos parece re lejos. Ahora vamos a encontrarnos, como tenemos en el imaginario, con kilómetros y kilómetros para llegar de una ciudad a otra.

-¿Cómo les va de visitantes? Para ponerlo en términos futboleros…

– Nos va bien, nos adaptamos a las canchas. También viajamos a Santiago del Estero, otra vez a Salta ya por nuestra gestión y hemos podido testear “La Margarita” con distintos públicos y el corolario es bueno. Como dije, el tema es universal y lo tratamos con una poética muy amable. Es un musical muy sensible y directo. Hemos tenido público adolescente o de la tercera edad y la obra funciona. Nos va hermoso con ella y nos da muchas satisfacciones hacerla.

PARA AGENDAR

Las fnciones serán el miércoles 15 de julio en el Centro Cultural Municipal de Cipolletti; en Casa de la Cultura de Roca el jueves 16; en el Teatro El Zaguán de Plottier el viernes 17 a las 21:30; el sábado a las 22, en La Cooperativa la Hormiga Circular de Villa Regina, y en el Teatro de la Barda en Río Colorado, el domingo 19 a las 21:30.

Eduardo Rouillet


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