La primera intendenta

Hoy recuerda con cariño su paso por el municipio.

Margarita Moure

Vino en 1973 desde Bahía Blanca para administrar “a prueba por tres meses” la residencia oficial de El Messidor y finalmente se quedó 18 años. Margarita Moure –“Marga” como la conocen todos– tiene una sencillez exquisita. No apura las palabras al hablar pero tampoco deja espacios vacíos. Es de contextura pequeña y conserva intacta la coquetería de una dama. Esta mujer, de aparente fragilidad, fue la primera intendenta de la región patagónica al regreso de la democracia, cuando ejercer la política y siendo mujer no era fácil en ningún lado. Como encargada de El Messidor durante casi dos décadas, vio desfilar distintas personalidades y le tocó cuidar a Isabel Perón durante siete meses cuando estuvo prisionera en la residencia oficial de la provincia. Al tiempo del fallecimiento de su esposo, en 1992 Moure se fue a vivir a Buenos Aires. Hace tres años regresó a la provincia y vive actualmente en Neuquén capital. –¿Cómo surgió la idea de venir a La Angostura? –Vivía en Bahía Blanca y en el mismo edificio vivía Luz Sapag. Era muy amiga. Mi niñez la viví en el campo y le comenté a Luz que tenía muchas ganas de volver al campo. La mujer de Elías Sapag se enteró, me citó y me preguntó si me interesaba irme de la ciudad. Le dije que sí, tenía 48 años y mis tres hijos ya estaban en la universidad y me propuso que me hiciera cargo de El Messidor. –¿Cómo era la villa en ese entonces? –La villa me impresionó por la belleza. Había muy pocos habitantes. Lo que más me impresionó fue lo bien que funcionaban las instituciones. Los vecinos eran muy unidos. No había teléfono, ni televisión y el camino a Bariloche era difícil. El invierno era muy crudo y hasta he tenido nieve en navidad. –¿Cómo fue su incursión en la política local? ¿Había trabajado en política alguna vez? –Descubrí acá esa veta. A mi me sorprendió la infraestructura de la provincia y el esfuerzo y empezó mi gran admiración por don Felipe Sapag. Cuando ya afloraba de la democracia vino un grupo de afiliados del MPN y me dijo que le gustaría que ocupara una concejalía. En aquel momento estaba como gobernador el general Trimarco, le pregunté si podía trabajar en política. Y me dijo: “Yo le exijo que trabaje en política y también que gane”. Y ganamos. Tuve más votos que el intendente. Fue una campaña pacífica y la localidad tenía unos 1.000 habitantes. Fui tres años presidente de Concejo Deliberante, al tercer año el intendente renuncia, yo asumo para terminar ese período. Se amplió el hospital, se construyó la escuela secundaria, el jardín de infantes, la Unidad de Acción Familiar. –Luego fue intendenta… –Yo no quería aceptar la elección porque me parecía que detrás mío había mucha gente joven que podía postularse. Pusieron una urna en la sede y le pidieron al pueblo que decidiera quién quería que sea candidato. El día que habrían la urna ni me acordaba, porque lo hicieron sin que me enterara mucho del tema y me llamaron por teléfono y me dijeron “Marga, reventó la urna así que usted va a ser intendenta”. Los tres partidos propusieron mujeres, por el radicalismo Nora Soto y por el justicialismo Nelly Roche. Nora era empleada municipal y la puse como jefa de personal y a Nelly la convoqué como veedora de la entrega de bonos para evitar que se politizara. La entrevista completa en www.rionegro.com.ar

primera impresión

“La villa me impresionó por su belleza. Los vecinos eran muy unidos”, dice Margarita.


Margarita Moure

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