Apuestan a la producción familiar para darle pelea a la crisis

Frente a la necesidad de obtener un trabajo que se adapte a las condiciones personales de cada uno, muchas familias de la ciudad de Neuquén se propusieron iniciar sus propios emprendimientos productivos.

Y si bien las ideas son infinitas, las actividades orientadas a la producción de alimentos frescos o en conserva y artesanías son las predominantes. El objetivo es que los productos puedan ser comercializados o destinados para consumo propio.

Desde hace más de 10 años un grupo integrado por 18 familias del barrio Colonia Rural Nueva Esperanza de la capital neuquina busca mantener vivos los saberes produciendo desde sus hogares animales de granja, hortalizas, plantines y elaborando artesanías.

La tierra en ese sector es generosa, pero el acceso limitado al agua y a otros recursos dificultan la tarea. Es allí donde el esfuerzo y trabajo de las familias juega el papel más importante.

En la meseta neuquina funciona la Asociación Civil Feria Agro Artesanal Kom Topayiñ, donde la mayoría son mujeres de entre 30 y 75 años. Reunidas cada fin de semana en una pequeña feria comunitaria, ofrecen sus productos a quienes deseen visitarla y no es un dato menor que las integrantes busquen trasmitir sus conocimientos también a los más jóvenes para que las costumbres no se pierdan en el camino. Y es por esto que organizan periódicamente talleres de capacitación abiertos a toda la comunidad.

En diálogo con diario “Río Negro”, la secretaria general de la asociación, Graciela Rojas, quien además es productora, recordó que cuando empezaron “no había nada, después empezamos a hacer ferias que en la actualidad se hacen religiosamente y quienes la integramos nunca nos alejamos del grupo y en la parcela de la institución se construyó un salón de usos múltiples con esfuerzo propio, que ahora debe terminarse”.

Los fondos provienen del Proyecto de Desarrollo Rural Incluyente (Proderi) y del gobierno de la provincia. “El objetivo es aumentar los índices productivos incorporando la posibilidad de ofrecer capacitaciones y un fondo rotatorio para incrementar la producción y reacondicionar el salón de usos múltiples donde nos reunimos las familias productoras” explicó Rojas.

Con respecto a esta propuesta, el ministro de Producción e Industria de Neuquén, Facundo López Raggi señaló que “hay varias familias trabajando desde hace un tiempo en forma conjunta y gracias al Proyecto de Inclusión Socio Económica para Áreas Rurales (Pisear) de Nación, ahora se fortalecerá a las actividades, para continuar el crecimiento que están teniendo”.

Las ferias y las huertas comunitarias son uno de los recursos a los que desde hace años apelan las familias para encontrar un ingreso extra.

Un proyecto impulsado por el municipio

Frente a los resultados que desde el año 2010 se observan en la sala de elaboración de alimentos que tiene la Municipalidad, un grupo de 30 personas se ha interesado por aprender y perfeccionar productos como mermeladas, conservas, picles, aguas saborizadas y barras de cereal ya sea para consumo propio o para lograr emprender un negocio.

Con el objetivo de ampliar aún más las posibilidades de que más personas se acerquen a la iniciativa, la secretaría de Desarrollo Humano y ministerio de Salud y Desarrollo Social de Nación en conjunto con la Municipalidad, anunciaron la creación de un espacio de 300 metros cuadrados y equipada con herramientas y maquinarias en el barrio en la zona oeste, Toma Norte II.

“La idea es continuar fomentando el trabajo de los emprendedores, sumar más y mejores herramientas, mejorar los espacios de trabajo y que los productores puedan dedicarse de lleno a la producción de alimentos y vivir de esto”, explicó Emanuel Riba, subsecretario de Desarrollo Social y Derechos Humanos de la municipalidad.

En 2018 se elaboraron 5.800 unidades envasadas de diferentes productos alimenticios que son analizados de manera gratuita por controles bromatológicos obligatorios, permitiéndole a los vecinos tener la posibilidad de venderlos en algún comercio tanto de la ciudad como del país.

“El año pasado el porcentaje de ocupación de la sala de elaboración de alimentos fue del 90 % , lo que nos marca el interés de los productores y la necesidad de seguir adelante ampliando la capacidad de estos espacios”, dijo el funcionario.

A través de una inversión de $15.000.000 financiados por Nación y $5.000.000 por el organismo municipal, la nueva instalación podrá recibir a 100 familias y contará con dos salas limpias, una sala sucia en común, un área de despacho, depósito para insumos y producto terminado, incluso baño con vestuario adecuado a personas con movilidad reducida.