La segunda ola, otro golpe a las pymes de Río Negro

Las empresas de servicio atraviesan una crisis estructural que se acentuó con la situación sanitaria por la pandemia del coronavirus. Desde CASEPE sostienen que el escenario es “crítico” y solicitan la intervención del Estado.

La segunda ola de coronavirus que atraviesa el país, y que golpea a la región, tiene un fuerte impacto en las empresas de servicio del sector hidrocarburífiero en Río Negro. El escenario que comenzó a tambalear en agosto del 2019, con la implementación del congelamiento de precios que dispuso el gobierno nacional, es desolador para las pymes que no logran recuperar capital y que acumulan deudas con su planta de personal. 

Desde las empresas sostienen que hoy la actividad en las áreas rionegrinas está al 50% de la que había en marzo del año pasado, previo al inicio del confinamiento por la pandemia.  pero incluso en ese primer trimestre de 2020 la actividad venía en crisis tras las disposiciones que implementó el expresidente Mauricio Macri. 


El impacto golpeó a toda la cadena productiva, pero mucho más a las pequeñas empresas, principalmente de la zona de Catriel, que quedaron diezmadas ante este escenario de crisis que hoy se reflota con la segunda ola. 

Ramiro Arceo,  presidente de la Cámara de Empresas de Servicios Petroleros de Río Negro, contó que la situación es muy crítica y que no hay apoyo de Nación ni de Provincia para buscar una solución al conflicto que tiene a muchos trabajadores en sus casa. El empresario detalló que el panorama es muy delicado por el poco margen que hay en la producción convencional de crudo que tiene Río Negro. 

“El petróleo convencional deja muy poco margen, y estamos en una situación muy delicada. Cuando comenzó la pandemia bajó la actividad y se dispusieron las  guardias mínimas, luego vino la falta de demanda de hidrocarburos, las  operadoras  sacaban el petróleo y no tenían dónde ubicarlo.

Toda esta situación la sufrimos en conjunto, nuestras empresas no pudieron reacomodar los esquemas de trabajo, sus plantillas de personal y esta segunda ola complica aún más el panorama”, indicó Arceo. 

El titular de la cámara reconoció que había una “superpoblación” en los yacimientos rionegrinos, pero señaló que muchas operadoras aprovecharon la crisis para “reestructurar” su metodología de trabajo que permitió reducir la demanda de las empresas de servicio.


“La actividad hoy en Río Negro no llega al 50% de lo que era  en marzo del año pasado,
esto genera desocupación, hay mucha gente parada en sus casas, el Estado sigue ausente en el apoyo a nuestro sector”, señaló. Agregó que el escenario más crítico es en Catriel donde el “90% de la actividad es petrolera”. 

Arceo precisó que la situación “es límite” ya que no hay trabajo para mantener al personal, tampoco hay margen para reestructurar ni despedir operarios.

“A nadie le gusta despedir gente, eso lo venimos sosteniendo desde que comenzó la pandemia, pero no hay trabajo y tenemos que seguir asumiendo los compromisos . El gobierno tampoco da posibilidad de créditos para subsanar esta la situación, por eso la pregunta es qué va a pasar en lugar donde no hay una economía alternativa. Y ahora tenemos este flagelo de la segunda ola que nos vuelve a complicar en demasía”, señaló. 


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