La tarta de 60 metros que repartirán en el centro de Roca

La cita es este sábado a las 11, en Tucumán y Sarmiento, donde Panaderías Mónica obsequiará deliciosas porciones de tarta de manzanas en el marco del paseo de Compras organizado por la CAIC en adhesión a la Fiesta.

Una tarta de manzanas de 60 metros de largo, a la que pocos golosos podrán resistirse, se repartirá este sábado en pleno centro de Roca, en el paseo de Compras organizado por la CAIC en el marco de la Fiesta Nacional de la Manzana.

Panaderías Mónica cumple 60 años y lo celebrará con este ícono de la repostería regional para deleitar el paladar de los vecinos, amigos, clientes y proveedores.

La actividad será este sábado a las 11 en la calle Tucumán y Sarmiento, hacia avenida Roca. “Como familia, nos encantan los festejos. Por eso, la idea es hacerlo en grande y obsequiarle a quienes se acerquen a celebrar con nosotros una porción de tarta generosa para que puedan compartir”, comentó Fernando Guglielmin, uno de los tres hermanos que llevan adelante el emprendimiento familiar.

Cintia Baeza, Susana Bustos y Lilén Torres son las tres maestras pasteleras a cargo de la megatarta de la manzana. Serán unas 2.000 porciones de la apetecible propuesta de repostería, que llevará para su elaboración unos 300 k de manzanas Granny Smith, donación de la familia Turcovich de Frutas Don Atilio. Además, se utilizarán 1.210 huevos, 140 k de harina, 140 limones, 72 k de manteca, 1 kg de canela, 8 k de polvo de hornear, 2 l de esencia de vainilla y 12 l de coñac. Para el armado contarán con 68 bandejas de 70 x 45 cm.

La panadería inicial surgió hace 60 años en Mainqué, luego se extendió a Huergo, Cervantes y Roca. El emprendimiento lo comenzó Danilo Guglielmin, en un local que hoy sigue funcionando. “Mi abuelo le había puesto el nombre de sus dos hijos a los comercios que tenía. Estaba el ‘Mercado Huguito’ que hoy ya no existe, y ‘Panadería Mónica’, un anexo al mercado”, recordó Fernando.

En el año 86, la familia Guglielmin realizaba el reparto de panificados no solo en las ciudades, sino también en las chacras. “Había varios negocios en la zona rural, entre Huergo y Cervantes. Hoy, esos comercios ya cerraron hace tiempo porque casi no queda gente que apueste al sector frutícola”, explicó el panadero.

En Roca hay siete puntos de ventas. El primero se abrió en el barrio de las 827 viviendas. “Uno como comerciante tiene la obligación de acompañar el crecimiento de la ciudad. Y estamos orgullosos del desarrollo de Roca, en lo hermosa que está la ciudad”, concluyó Guglielmin.


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