Lago Puelo espera las promesas de ayuda, a 4 meses de los incendios

El fuego arrasó el 9 de marzo pasado con más de 500 casas en Lago Puelo y El Hoyo. Decenas de afectados viven en casillas precarias y sin agua potable ni luz.

La tierra aún está arrasada en la parcela 26 de Lago Puelo. La corteza de los pocos pinos que siguen en pie está quemada. El gris  domina el entorno y combina con el suelo arcilloso de esa tierra, donde decenas de familias resisten como pueden. La misma escena se percibe en la Ecoaldea y el barrios Bosques del Sur. Allí, los colores aún no volvieron a ese rincón de la Patagonia que el fuego redujo a escombros y cenizas la tarde del 9 de marzo pasado.

Pasaron cuatro meses de aquel incendio histórico, que arrasó con varios cientos de hectáreas en Lago Puelo y El Hoyo. Y dejó sin nada a más de 500 familias. Esa tragedia movilizó a cientos de personas de gran parte del país que organizaron campañas solidarias para ayudar.

El gobierno nacional hizo anuncios por cientos de millones de pesos que los políticos de la región cordillerana aplaudieron. Pero la mayoría de las  familias damnificadas aún esperan que se hagan realidad. Uno de esas promesas era la construcción de 364 viviendas transitorias para que los afectados por el incendio pasaran el invierno. La inversión oficial anunciada era de 345,8 millones de pesos, según informaron el 13 de marzo pasado desde el gobierno nacional. Fue uno de los tantos compromisos que el presidente, Alberto Fernández, dejó tras su breve y tumultuosa visita a Lago Puelo.

RÍO NEGRO estuvo en la zona afectada por el fuego y solo se ve un puñado de viviendas transitorias levantadas. La mayoría de los damnificados deberán afrontar el invierno en precarias casillas que edificaron como pudieron y con la ayuda de fundaciones sin fines de lucro y manos solidarias.

Todo a pulmón. Los damnificados de los incendios reconstruyen sus viviendas. Foto: Chino Leiva

El fuego los dejó sin nada. También se quedaron sin agua potable y luz. Desde hace cuatro meses las familias de la parcela 26 viven sin esos servicios esenciales y nadie resuelve el problema. Reciben agua en bidones y combustible para aquellos que tienen generadores.

El jefe de la Delegación Noroeste de Servicios Públicos de la provincia de Chubut, Mauro Palma, dijo en medios regionales que no podían conectarlos al servicio de electricidad porque pertenecen a una toma. Dijo que las familias de la parcela 26 no tienen la titularidad de la tierra.

Pablo Domínguez vive desde hace años en ese espacio, atravesado por un profundo cañadón y a metros de la ruta nacional 40. Dice que extraña su casa. Era sencilla, pero tenía por lo menos paredes y un techo con chapas. El fuego destruyó todo. Solo se salvó la platea de cemento.

Levanté el techo con pallets y las paredes son de nylon, cubiertas con chapas quemadas”, describe. La lluvia intensa se filtra por varios lugares. Pablo duerme hace en una carpa, montada sobre un pallet, para tratar de evitar la humedad. Una pequeña salamandra brinda un poco de calor, pero el frío es demasiado intenso. Las paredes de nailon se sostienen con tirantes improvisados de los pinos quemados. Perdió sus herramientas de trabajo y desde hace mucho tiempo que no puede ir a la feria de El Bolsón como para tratar de generar algún ingreso de su oficio de artesano. Dice que lo que más necesitan es el agua.

Dora Domínguez y Gustavo Flores viven en una vivienda pequeña con tres paredes de adobe. La edificaron con la ayuda solidaria de organizaciones sociales y de personas que viajaron a colaborar tras los incendios.

Gustavo explica cómo piensa diseñar el cielorraso de su casa cuando consiga la madera. Indica que hará una ampliación en el futuro. Hoy no tiene materiales.

Los afectados por los incendios de marzo no se rinden y avanzan en la reconstrucción de sus casas. Foto: Chino Leiva

 “Así estamos, sobreviviendo”, dice la pareja. Afirman que no recibieron hasta ahora ni una bolsa de cemento del Municipio de Lago Puelo, de Nación o del gobierno de Chubut.

Un grupo de artesanos solidarios de La Plata organizó un rifa  y le compró un tallercito básico para que vuelva a trabajar. Gustavo se dedica desde hace 25 años a la orfebrería. Dora está contenta porque está asomando un poco de césped que plantaron semanas atrás. Otros vecinos no alcanzaron a levantar una casilla antes de que llegara el invierno.

Un paisaje desolador, reducido a cenizas, dejaron los incendios de marzo en Lago Puelo. Foto: Chino Leiva

La mayoría de las familias de la parcela 26 se instalaron hace varios años en ese lugar. Río Negro intentó comunicarse con el intendente de Lago Puelo, Augusto Sánchez, pero no respondió. Tampoco el viceintendente Alejandro Márques, ni Néstor Vidal, responsable de la construcción de las viviendas transitorias.

Desde la Municipalidad informaron ayer que había unas 130 familias viviendo en alquileres que se pagan con fondos que Nación manda al Municipio. Aseguraron que había 110 módulos (viviendas transitorias) en proceso de construcción.

Las promesas de ayuda y viviendas dignas, todavía no llega a Lago Puelo. Foto: Chino Leiva

El 16 de junio pasado, un grupo de damnificados se movilizó hasta la Municipalidad y exigió las viviendas. “Los módulos no los ponemos porque los estamos terminando. Hace dos meses que estamos trabajando en eso”, explicó entonces el intendente, según Noticias de El Bolsón. Aseguró que los fondos estaban.

Los damnificados están cansados de las palabras. Quieren soluciones. Saben que este invierno será más duro que los anteriores.


Entregaron pocas viviendas y sin finalizar


El 13 de marzo pasado, el presidente Alberto Fernández, aterrizó en Lago Puelo con la intención de observar de cerca los daños causados por los incendios que arrasaron con unas 1.300 hectáreas en Lago Puelo y El Hoyo.

A su paso, dejó varios anuncios por cientos de millones de pesos para atender la emergencia. El más destacado era un convenio que impulsaba el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat en el marco del Programa Casa Propia -Construir Futuro para la adquisición de 364 viviendas transitorias, con una inversión de 345,8 millones de pesos, que se implementaría de manera directa con los municipios afectados. La cuenta indica un costo de 950.000 pesos por unidad.

Las viviendas sin terminar, a 4 meses de los devastadores incendios de la Comarca Andina. Foto: Chino Leiva

En Lago Puelo esas viviendas las denominan módulos habitacionales. Son estructuras hechas con placas de madera prensada (osb) de 8 metros de largo, por casi 4 de ancho. Tienen chapas en el techo y tirantes de madera, piso de madera. Sin embargo, tomaron mal las medidas de las ventanas. Quedaron más chicas y el frío pasa por los costados.

Santiago Prado estaba solo cuidando el módulo que le tocó a su padre. Cuenta que puso frazadas para cubrir los espacios de las ventanas mal hechas. La puerta tampoco quedó bien. Abajo faltaron 5 centímetros por lo menos. El baño tampoco está listo.

“Esto no vale casi un millón de pesos”, opina mientras mira la estructura, emplazada en el barrio Bosques del Sur, donde 40 familias tuvieron que volver a empezar tras el incendio.

“Te come la cabeza levantarte todos los días y ver todo lo que se perdió”, expresa, el joven. Otros vecinos dicen que la Municipalidad de Lago Puelo entregó módulos a personas que no viven en el lugar y, por eso, están deshabitados.

Los afectados por los incendios viven en carpas mientras levantas nuevamente sus viviendas. Foto: Chino Leiva

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