Las claves de la sentencia que anuló la absolución del ginecólogo por abuso

La jueza de Impugnación, Florencia Martini, dijo que hubo arbitrariedad en el modo en que se valoró la prueba y una fundamentación omisiva. También que la defensa reforzó los estereotipos de género.

“Ella dice que le tocaba los pechos y que le dije que parecían prótesis. Es cierto que le dije eso (…) ponete contenta que parecen prótesis”. Este es un fragmento de la declaración del ginecólogo, Guillermo Focaccia, ante el tribunal de juicio que lo absolvió, por mayoría, del delito de abuso sexual en perjuicio de dos jóvenes. La resolución fue anulada por unanimidad, en un fallo con perspectiva de género, que retoma varios tramos de las palabras del médico.

“Lo controvertido en el debate era si las prácticas ginecológicas, que había realizado el imputado con estas personas, eran adecuadas o no eran adecuadas”, aseguró la jueza del Tribunal de Impugnación, Florencia Martini, autora del voto que revoca la sentencia y al que adhieren los magistrados Richard Trincheri y Liliana Deiub. La defensa, que ejerce Juan Coto, puede apelar al Tribunal Superior de Justicia.

Martini planteó que hubo arbitrariedad en el modo en que se valoró la prueba y una fundamentación omisiva. “La declaración del imputado, por más que no es una declaración bajo juramento de decir verdad, tiene que ser contrastada con la prueba. La declaración del imputado está reconociendo dichos contenidos en la denuncia y en el testimonio de las víctimas”, señaló la jueza.

En el fallo la magistrada menciona que no se consideraron las asimetrías propias de la relación médico-paciente, como tampoco que una de las jóvenes era su empleada. Remarcó que había un vínculo cuasi familiar de tres generaciones de mujeres (la abuela, la madre y las víctimas) con el imputado.

“No es solo la perspectiva de género la que analizo, si no la de clase. Que también el prevalimiento del imputado sobre las víctimas se da por este lugar de prestigio social, académico, económico, profesional y el prestigio que tenía especialmente para la familia de estas víctimas, que era el que ayudaba económicamente, frente a una situación precarizada tanto de prestigio social como económico de las víctimas. Además de ser mujeres y además de la diferencia etaria”, sostuvo.

Manifestó que se colaron tanto en el fallo absolutorio, como en la teoría de la defensa, estereotipos en desmedro de las víctimas. “En la valoración de las juezas sobre el medio comisivo de abuso coactivo, cuando dicen que el abuso no se acreditó, porque una de las jóvenes era discutidora, extrovertida, tenía carácter fuerte, entonces ahí este estereotipo de que las mujeres tienen que ser pasivas, emotivas, que la palabra de las mujeres es meramente subjetiva, que no tiene objetividad frente a la palabra del imputado, que es la palabra autorizada. Esta división hombre/mujer típica de las sociedades patriarcales y de los modelos androcéntricos. Es como que acusan a la víctima de no ser una buena víctima de un abuso sexual”, enfatizó.

Y agregó: “para mi en la teoría de la defensa es terrible el estereotipo de “las locas”. Estas son “locas” que están desvirtuando la palabra de un profesional experto.”

Los vaivenes del proceso

El 28 de agosto. Los jueces María Gagliano, Ana Malvido y Lucas Yancarelli absolvieron, por mayoría, al ginecólogo acusado de abuso sexual de dos jóvenes.

El 6 de noviembre. El Tribunal de Impugnación, que revisó la sentencia de juicio, anuló la decisión por unanimidad y ordenó un nuevo debate.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios