Las lecciones que nos dejó el incendio
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Varias lecciones nos dejó el incendio en Cipolletti. Lo primero y fundamental: ¡una ciudad no se puede quedar sin agua! Evidentemente falta un grupo electrógeno exclusivo para el tanque de agua potable de Cipolletti que lo evite. Y teniendo en cuenta el crecimiento demográfico, ¿el tanque actual será acorde a futuras necesidades? Qué providencial fue tener agua en los canales.
Otra: una parte de los focos ígneos se inició por la mano del hombre según testimonios. Quizás se necesite estar más atentos a las llamadas telefónicas, desplegar más seguridad. Y sea necesario un mayor número de bomberos, autobombas, policías, y realizar simulacros; en fin, activarse.
Vaya un especial agradecimiento a la gente que trabajó codo a codo, sin conocerse, terminando la jornada con los ojos rojos y cortaduras de olivillo, a los baldazos desde el canal. Me quedaron grabados un abuelo vestido de verde sacando agua y un señor de bermudas y franciscanas que al rato vi todo tiznado y con el calzado roto. Gente que entró y ayudó, yéndose sin ruido. Cuidemos a los de a pie, valen la pena y merecen una ciudad para vivir.
Juan Ravinale, DNI 17.345.806
Juan Ravinale, DNI 17.345.806
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