Las pistas sobre la búsqueda de Guadalupe Lucero apuntan a una red de trata o a un ataque sexual

A pesar de que se mantienen los operativos, aún no hay pistas sobre el paradero de la niña. La familia pide información sobre el avance de la causa.

Los investigadores que indagan en la desaparición de Guadalupe Lucero, la niña de cinco años que está siendo buscada desde hace diez días en San Luis, consideran que pudo haber sido víctima de una red de trata de personas o de un ataque sexual como las pistas más firmes por estas horas.

«No hay nada aun» es la repuesta que se recibe oficialmente luego de cada jornada de rastrillajes con amplios despliegues policiales que sumaron tecnología, canes y recursos humanos especializados de todo el país para dar con el paradero de la niña.

Héctor Zabala, abogado del padre de Guadalupe, dijo hoy a Télam que «desconoce si existe alguna actuación por parte de la fiscalía» porque «acá el que investiga es el juez y las medidas de control de fiscalía no las conozco».

La investigación que comenzó con la posibilidad de que la niña se hubiera extraviado se desestimó rápidamente, cuando se iniciaron los operativos y en función de la edad de la menor.

La pista del posible ajuste de cuentas también fue descartada, luego de peritarse los teléfonos de la familia y no encontrar en ellos ningún indicio que pudieran sostener esa presunción.

En tanto, la posibilidad de que haya sido víctima de trata es una de las que continúa en vigencia debido a la complejidad que involucra el delito y la posibilidad de un secuestro extorsivo también fue descartado luego de la recepción de mensajes telefónicos desde un número de México que no fue considerado «prueba de vida» ya que en ningún momento se pidió algo a cambio de la devolución de la niña y se comprobó que las comunicaciones provenían de una plataforma online.

Finalmente, la posibilidad de que haya sido objeto de un ataque sexual continúa vigente debido a la imprevisibilidad de ese accionar y la falta de pruebas colectadas al respecto.

El juez penal, Ariel Parrillis, que investiga la desaparición de Guadalupe Belén Lucero, bridó una conferencia de prensa el 16 de junio pasado a medios oficiales y descartó la hipótesis de extravío.

En función del tiempo transcurrido desde que la familia perdió todo contacto con la niña de cinco años, sostuvo que a la menor «la tiene alguien» y dio detalles de las tareas que se llevan a cabo con el objetivo de encontrarla.

Informó cuáles fueron las acciones dispuestas con el objetivo de hallar a la menor, y dijo que desde lo judicial «hemos autorizado todas las medidas solicitadas por la investigación policial».

Desde entonces no volvió a informar a la prensa sobre los avances de la investigación, tampoco lo hizo el ministro de Justicia de la Provincia, Luciano Anastasi, quien tomó contacto con algunos medios nacionales presentes en la provincia de manera selectiva y solo se limitó a destacar la actuación de la fuerzas de seguridad a su cargo y reclamar por la aparición de Guadalupe.

Con la prensa, el contacto más directo ha sido hasta ayer, el de el suboficial inspector, Lucas Chacón, jefe de relaciones policiales para brindar detalles técnicos de los operativos y concluir sobre los datos de la investigación que «somos auxiliares de la justicia y estamos prestos a los que su señoría ordene».

En ese escenario, la familia optó por contactar un equipo de rastrillaje particular y repetir varias veces en cada jornada la necesidad de ser informados «de lo que ocurre en la causa».

– Con información de Agencia Télam.-

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