«Las primeras semanas no tuvimos prácticamente descanso, era día y noche»

Lo dijo el director del hospital de Loncopué, la localidad de Neuquén de 7.000 habitantes que llegó a tener 34 casos positivos de coronavirus y 90 personas bajo vigilancia epidemiológica. Ayer se recuperó el último paciente.

“Las primeras semanas no tuvimos prácticamente descanso, era día y noche tratando de contener este brote y por suerte lo pudimos lograr. Fue un trabajo de equipo: médicos, enfermeros, personal de laboratorio, choferes, rayos. Para ser una localidad tan pequeña tuvimos una gran cantidad de casos”, dijo Juan González, director del hospital de Loncopué.

Hace diez años que vive en la ciudad. Es médico generalista, egresado de la Universidad Nacional de Córdoba. Asumió el cargo en septiembre pasado y en menos de un año debió gestionar un foco de contagios durante una pandemia.

Loncopué, cuya población estimada actual es de 7.000 habitantes, llegó a registrar el 8 de abril 19 casos positivos de coronavirus en un solo día. Acumuló 34, superó durante un período a la ciudad de Neuquén, e ingresó a la categoría de transmisión por conglomerado (ver aparte). Hubo dos personas que murieron.

Ayer se recuperó el último paciente.

“El hospital es el único efector de salud de la localidad, hay un consultorio privado, pero nosotros somos el único organismo que da respuesta ante cualquier eventualidad sanitaria. Lo que sucedió fue algo que nos sorprendió, porque cuando la OMS advirtió sobre la pandemia empezamos a prepararnos, a entrenarnos, y todo el escenario que planteamos fue intrahospitalario. Pensamos que íbamos a tener un hospital lleno de pacientes y la verdad la realidad nos sorprendió, fue otra. Más allá de que tuvimos los dos primeros pacientes que fueron pacientes graves y que finalmente fallecieron, el resto fueron todos pacientes leves, moderados o asintomáticos, por lo cual debieron estar en su domicilio. El escenario fue todo extrahospitalario”, explicó González.

Planteó que la labor “fue de asistencia coordinado con Defensa Civil, municipio, Educación, todos trabajando en equipo para brindarle el apoyo a estas familias.” “El personal recorría los domicilios para conocer el estado de las personas confirmadas, íbamos a los controles y además había un equipo de psicosocial, de asistente social, psicólogos, que llamaban al paciente para ver si necesitaban algo. Estar encerrado cursando una enfermedad es una situación difícil”, sostuvo.

Contó que los hisopados se practicaban en las casas. “Las muestras salían todos los días de acá a las 8.30, llegaban a Zapala a las 10. De Zapala a Neuquén y a la noche teníamos los resultados de las muestras”, afirmó.

Añadió que si bien 34 fueron los pacientes positivos el universo de personas a la que se atendió fue mayor. “Estuvieron aisladas y en cuarentena unas 90 personas”, indicó, que eran contacto estrechos.

El director señaló que no hubo casos confirmados del personal de salud. La atención en el establecimiento se modificó casi totalmente. “Está hoy dividido en dos sectores, uno de atención respiratoria y otro para pacientes no respiratorios. Los turnos son todos telefónicos. Si hay una urgencia se entra directamente por la guardia. Estamos haciendo un gran trabajo de atención domiciliaria. Todos los días salen dos o tres médicos a hacer controles a pacientes crónicos a los domicilios. No se han cortado las visitas al área rural. Nuestro objetivo es que en la sala de espera esté vacía o con muy pocas personas”, manifestó González.

Sobre el impacto que generó esta situación en la localidad, el médico respondió: “ha ocurrido en la historia, siempre que aparece una enfermedad nueva aparecen los estigmas. La gente tiene que adaptarse y tiene que llegar a un nivel de comprensión de que esta enfermedad va a llegar para quedarse, y que cualquiera de nosotros puede tenerla y pueden pasar lo que pasaron las personas que estuvieron acá.”

El 5 de abril las autoridades sanitarias confirmaron dos casos de covid-19 en Loncopué. El número creció y el 18 de abril el ministerio de Salud de la Nación ubicó a la localidad dentro de las que tenían transmisión por conglomerado, que es aquella que queda reducida a grupos cerrados que tienen conexión entre sí.

En ese momento, con más casos incluso que la capital provincial, todavía no se conocía el origen de la circulación de la enfermedad.

El 29 de abril en el reporte epidemiológico de Neuquén se informó que se había detectado al “paciente cero”, que es la persona a partir de la cual se inicia la cadena de contagios.

En este caso el hombre de 42 años “tenía antecedentes de haber viajado a Chile del 9 al 11 de marzo”, dice el informe, y días posteriores había estado en contacto con dos de las primeras personas afectadas en la localidad. Esto después se expandió por una serie de reuniones sociales. Es la principal hipótesis de la investigación epidemiológica. La pareja del paciente lo negó.

Desde el 14 de mayo se declaró a la localidad libre de transmisión por conglomerado, luego de que pasaran dos períodos máximos de incubación -28 días- del último caso confirmado en la localidad, sin haberse registrado nuevas personas con diagnóstico positivo.

En números

2
de las 5 personas que murieron luego de haber contraído coronavirus en la provincia vivían en Loncopué.
19
casos positivos llegaron a ser confirmados en un solo día en la localidad. Fue el 8 de abril. El último paciente que se recuperó recibió el alta el 8 de junio. Es un niño de 12 años.

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