Letras desde la India

El periodista francés Dominique Lapierre acaba de publicar “India mon amour”.

A medio camino entre la crónica periodística y la autobiografía, el periodista francés Dominique Lapierre plantea su libro “India mon amour” como una bitácora que ilumina anécdotas, hallazgos y aventuras de sus viajes por el país donde gestó obras como el celebrado “Esta noche la libertad” -escrito junto a Larry Collins- y “La ciudad de la alegría”. La fascinación del escritor por el territorio indio se inició hace poco más de 25 años cuando junto a Collins -su compañero en la redacción de la revista París Match y coautor de títulos como “Arde París” y “O llevarás luto por mí”- decidió embarcarse en una aventura que se extendió por cuatro años y 250.000 kilómetros a bordo de todos los medios de locomoción imaginables, desde un viejo Rolls Royce hasta un caballo y un elefante. Juntos escribieron el best seller “Esta noche la libertad” (1975), que relata la caída del imperio británico en la India en 1947, en lo que para Lapierre marcó el comienzo de una saga que continuó con títulos como “La Ciudad de la Alegría” (1985), “Mil soles” y “Era medianoche en Bhopal” (2001), escrito junto a su sobrino, el escritor español Javier Moro. En “India mon amour”, editado en la Argentina por el sello Planeta, el periodista francés relata la trastienda en la que se gestaron sus obras sobre ese país, a la vez que recrea anécdotas y detalla la labor humanitaria que despliega desde 1982 junto a su esposa -llamada también Dominique-, con la que logró salvar a miles de niños enfermos de lepra y tuberculosis. “Action pour les Enfants des Lépreux de Calcutta”, la fundación que creó el matrimonio Lapierre, financia numerosos programas de educación y de salud, construye centenares de pozos de agua potable (ya llevan más de 650), permite la independencia económica de miles de mujeres gracias a microcréditos y mantiene una series de barcos-hospital que navegan para asistir a las poblaciones aisladas del Delta del Ganges, según contó Lapierre en entrevista telefónica con Télam desde su casa en el sur de Francia. –¿Por qué le interesó insertar una obra de corte autobiográfico a su extensa genealogía periodística sobre la India? –Lapierre: Todas las historias magníficas de mis investigaciones y viajes están contenidas en ese libro. En la India están los recuerdos más bonitos de mi vida. He pasado 50 años recorriendo las rutas de la India, han sido cientos de kilómetros para conocer a la gente y sus costumbres, para jugar polo, para entrevistarme con jefes de Estado y finalmente para encontrarme con la Madre Teresa de Calcuta, que hace 35 años cambió mi vida para siempre. Apenas la vi, recuerdo que me dijo: “Dominique: has escrito grandes libros de historia y has tenido mucho éxito con ellos, pero eso no alcanza. Debes ser un actor activo en el campo de batalla de la miseria mundial. No te conformes con denunciar en un libro las injusticias del mundo: tenés que luchar vos mismo contra esas injusticias que denunciás”. Desde ese momento, comprendí que me llamaba desempeñar otro papel, concretamente a ayudar a la gente pobre y minusválida de la India. –¿Cuál es su perspectiva del país en la actual? ¿Cómo conviven el lujo y los avances tecnológicos con la indigencia extrema? –Hay dos Indias, ciertamente. Está la que triunfa con un ocho por ciento de crecimiento anual, la India de la informática y las tecnologías. Del otro lado, hay 800 millones de habitantes que duermen con el estómago casi vacío. Y 200 millones de personas sin acceso al agua potable. Y 100 millones de niños que no van a la escuela. Son dos países divorciados: la India rica no se interesa por la India pobre. Ésa es la verdadera tragedia. El escenario es catastrófico en esa India marginal: se producen muchos abusos, como el trabajo de los niños usados por las empresas y a los que pagan unos salarios irrisorios. Tengo una escuela allí y uno de mis problemas es que vengan los pequeños, porque, por muy poco que les paguen, como máximo un euro al día, para una familia pobre supone la diferencia entre el hambre total y la supervivencia. Yo tengo que pagar ese euro a los padres para que permitan que sus hijos reciban educación. Además, existen mafias que tienen talleres de esclavos. Paralelamente, en la India rica se está gestando toda una generación de niños obesos por obra de la multiplicación de los “fast food”. (Télam)

Tras viajar muchos años en momentos distintos por territorio indio, el periodista escribió su biografía.


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