Liga Confluencia: En 2019, sólo hubo Unión y Amistad adentro de la cancha

Allenses y cipoleños fueron los merecidos campeones de los dos torneos del año. Pero el buen nivel futbolístico dentro de los campos de juego se vio empañado por los hechos de violencia que opacaron más de un festejo.

Mientras que adentro de los campos de juego de la Liga Confluencia se vivieron momentos de fútbol de alto vuelo, con partidos emocionantes, definiciones parejas y merecidos campeones, afuera la violencia dijo presente en más de una oportunidad y opacó lo que debió haber sido una fiesta para la región.

Como si fuera una ironía del destino, los ganadores de los dos torneos del año llevan nombres totalmente opuestos a lo ocurrido en las tribunas. Unión Alem Progresista de Allen y La Amistad de Cipolletti se coronaron en el Apertura y Clausura, respectivamente. 

Los títulos les permitieron a los dos ganadores del año sacar su boleto al próximo Regional Amateur, que iniciará en febrero próximo.

Para analizar lo que dejó el 2019 en la Confluencia hay que ir por partes. 

Por un lado, desde lo deportivo, allenses y cipoleños festejaron sus títulos gracias a un gran trabajo colectivo, fueron los mejores y dejaron su huella en el certamen. Por el otro, todo lo bueno que clubes, dirigentes, jugadores y técnicos habían forjado en los últimos años para que el nivel crezca, se vio empañado por la intolerancia, el destrato y un nivel muy alto de violencia que nos obligó a correr el foco en más de una oportunidad.

El nuevo formato de certamen, con una fase regular y luego series de eliminación desde cuartos de final, derivó en torneos más atractivos e hizo que más gente se acerque a las canchas.

En el torneo Apertura, Unión de Allen hizo gala de un plantel inteligente con un entrenador que supo aprovechar al máximo las virtudes de su equipo para llevarlo a la conquista de su octavo título liguero.

Con la seguridad de Emiliano Cognini bajo los tres palos, la solidez defensiva de todo el equipo, el buen trabajo de Alex Franco en el medio y la potencia goleadora de Martín Sánchez y Pablo Macsad, el conjunto de Gianni Moscone dejó en el camino al juvenil equipo de Deportivo Roca en semifinales y en la definición superó por penales a La Amistad, el gran candidato.

El Mago rompió con todos los pronósticos y tras derrotar por penales a La Amistad se quedó con el torneo Apertura.

A lo largo del torneo, Unión jugó con mucha personalidad. Reconoció sus limitaciones, potenció sus virtudes, fue efectivo cuando lo necesitó y logró quedarse con el campeonato.

Tras la final perdida en el certamen del primer semestre, La Amistad buscó su revancha en el Clausura y la consiguió. 

La llegada de Fabián Pacheco como entrenador descomprimió la tensión. Con algunos refuerzos de jerarquía (Fernando Fernández, Javier Solís y Jonathan Morán, por ejemplo) se sacaron la sangre del ojo.

Sin el andar arrollador que tuvo en certámenes anteriores, donde terminó invicto, el elenco cipoleño ratificó su chapa de candidato y logró quedarse con el campeonato.

En la final se midió con el sorprendente Deportivo Roca, que le jugó de igual a igual. Ambos entregaron una definición apasionante que terminó con el tercer campeonato de La Amistad.

La Amistad tuvo su revancha. Luego de la final perdida en el certamen del primer semestre festejó en el Clausura.

La jerarquía del plantel se hizo notar: desde Willy Ferreyra en el arco, pasando por una defensa con Rodrigo Mora y Nelson Seguel, el equilibrio de Alejandro Monsalve, el talento de Alexis Esparza, la dinámica de Fernández y una dupla ofensiva letal con Rubén García y Henry Sáez, los dirigidos por Fabián Pacheco fueron grandes campeones.

Pero el gran nivel que el fútbol zonal exhibió dentro de las canchas quedó a la sombra de los hechos de violencia que ganaron terreno en más de una ocasión.

Los datos de los campeones

8
Los títulos a los que llegó Unión luego de quedarse con el torneo Apertura. Su última vez había sido en el 2011.
36
Los goles que convirtió La Amistad en los 15 juegos que disputó en el torneo Clausura.

Dos de los sucesos de mayor relevancia se dieron en el Luis Maiolino. 

El primero fue en el duelo de vuelta de las semifinales del Apertura entre Roca y Unión, donde una parte de la barra agredió con piedrazos a la parcialidad visitante que resultó con un menor herido.

El segundo se dio en la final del Clausura. Luego de la consagración de La Amistad, otra vez parte de la parcialidad Naranja logró esquivar el operativo policial con facilidad y arrojaron piedras desde afuera del estadio hacia el lugar donde estaban los hinchas del elenco cipoleño. Producto de los hechos, la madre del jugador Rodrigo Mora resultó gravemente herida por un piedrazo en su cabeza.

El Luis Maiolino fue el escenario donde se produjeron los hechos de violencia más significativos.

Esos no fueron los únicos casos. La acción futbolística se detuvo por un paro de árbitros durante una semana de septiembre cuando una terna fue agredida por un jugador de Argentinos del Norte y resultó hospitalizada. Ese mismo fin de semana  una jueza de línea debió cambiar de banda para no recibir más insultos en un partido entre Unión y Deportivo Roca, en Allen, y otro juez recibió amenazas por un jugador de Alto Valle.

El 2019 dejó buenas sensaciones dentro de la cancha pero muy malas fuera de ella. Los dirigentes zonales deberán tomar cartas en el asunto para remediar los problemas y que ir a la cancha no suponga un riesgo para nadie.


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