Llamas y alpacas, ¿las nuevas mascotas en Europa?

Puede sonar raro, pero en el Viejo Continente hay lugares que promocionan a estos animales oriundos de Sudamérica para paseos, entretenimiento y algunos hasta los han considerado para terapias.

Tienen ojos enormes, la piel suave, un cuello largo y una boca que hace parecer que siempre estuvieran sonriendo: las alpacas y las llamas son sinónimo de ternura. Sus fotos y videos se vuelven virales en las redes sociales y ya hay varias marcas que las han «descubierto» como modelos para sus productos.

Sin embargo, como mascotas son poco adecuadas, apunta el experto Andreas Klövekorn, que tiene 18 alpacas y tres llamas en Alemania. Estos animales son reacios a tener contacto físico. «No lamen a sus hijos ni se brindan cuidados entre ellos», explica.

Klövekorn y su esposa Christina tienen una granja en la que ofrecen tomarse fotos con los animales, venden productos de lana de alpaca y de llama e incluso organizan pequeñas excursiones con estos parientes lejanos de los camellos, originarios de América Latina. En Alemania hay varias ofertas de este tipo.

Las alpacas y llamas generan ternura, pero son poco adecuadas como mascotas. Algunos establecimientos en Alemania ofrecen tomarse fotos y caminatas con ellas.

«Las alpacas adultas siguen teniendo algunas características de chachorro», comenta sobre la imagen que transmiten. ¿Cómo funcionan estas visitas? Cada dos personas se elige una alpaca y el grupo parte para una caminata.

Hank sólo puede ver en un ojo, pero es el macho alfa. «Camina atrás porque tiene que tener todo el rebaño bajo control», explica el experto, independientemente de que las tres llamas sean mucho más altas.

Las llamas son animales de carga y por lo tanto mejores que las alpacas para caminar. Las alpacas dan muy buena lana, pero a la hora de caminar suelen quedar algo rezagadas. Sin embargo, tienen algo en común: la mirada curiosa y las orejas en punta si se cruzan con perros, personas o coches en el camino.

«Las dos especies pueden convivir sin ningún problema», comenta su dueño. No sería buena idea tenerlas con otros animales, porque tienen su propio modo de cuidar su higiene que otras especies.

De hecho a las alpacas y las llamas les gusta hacer sus necesidades siempre en el mismo sitio. Además, «no comen en donde haya excrementos», observa el cuidador, con lo cual, si convivieran con caballos, ovejas y cabras, llegaría el momento en el que no podrían comer en ninguna parte.

Las llamas se caracterizan por ser poco amigables con los humanos.

¿Cómo es que estos animales andinos sobreviven en condiciones climáticas tan distintas a las suyas? «A las condiciones climáticas se adaptan muy bien», dice Lea Schmitz, portavoz de la sociedad protectora de animales alemana. Pero la organización tiene una postura crítica.

Señala que muchos de los que tienen alpacas o llamas no cuentan con suficientes conocimientos sobre estos animales, que, por ejemplo, no deberían estar solos o únicamente dentro de establos. Además, apuntan que los machos y las hembras tendrían que estar separados.

Las alpacas y llamas de Klövekorn no suelen acercarse a los visitantes durante los primeros meses de vida, en los que se las nota mucho más intranquilas. Una vez pasada esa etapa, se vuelven un poco más accesibles para los seres humanos y, según los testimonios de algunos visitantes, hasta pueden transmitir tranquilidad.

Hay organizaciones que aseguran que son un compañero perfecto para ciertos tipos de terapia, si bien la sociedad protectora advierte que no todas las alpacas y llamas se sienten a gusto cerca de las personas.

En el caso de Picasso, un macho, es todo lo contrario. Él les hace un cariño con el hocico a los que quieren tomarse una foto después del paseo. «Suele convertirse en el centro de atención», comenta Christina.


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