Llegó a Viedma el primer resonador magnético para el hospital Zatti

El primer resonador magnético destinado al hospital «Artémides Zatti» llegó a Viedma y en los próximos días comenzará su instalación para que a fin de mes esté en funcionamiento.

Un equipo similar será destinado al hospital de Bariloche y representan una inversión provincial final de 27.090.000 pesos, y evitarán el traslado de los pacientes para realizarse dichos estudios, redundando además en un gran ahorro para la Salud rionegrina que hoy terceriza estos estudios.

En enero y febrero de este año, se realizaron los actos de apertura de sobres correspondientes a las Licitaciones para la compra de los resonadores magnéticos que se instalarán en los hospitales de Viedma y Bariloche.

Con respecto al equipo, el director del hospital Zatti de Viedma, José Rovasio, sostuvo que “la resonancia magnética, hoy en día, es un estudio que se utiliza mucho y que complementa la tomografía computada que está instalada hace dos años”.

“Todas las especialidades médicas van a hacer uso de este estudio, fundamentalmente traumatología y neurología, porque hasta el momento no teníamos manera de hacerlo y teníamos que derivar a los pacientes a Cipolletti, con todo el gasto que implicaba además de las molestias de viajar”, añadió.

Con respecto a la obra, se ejecutaron los trabajos de readecuación del sector donde se instalará el nuevo resonador del hospital Zatti, debido a que el piso que lo va a contener debe soportar más de 20 toneladas.

En este sentido, José Portillo, de la empresa Corpomedica explicó que “además la obra del blindaje, ahora realizaremos la colocación del equipo acá en Viedma y luego continuaremos con Bariloche”.

Rovasio señaló que “después de mucho tiempo de trabajo, de preparar la sala donde se va a colocar el equipo, hoy lo estamos bajando y estimamos que cerca de fin de mes lo vamos a tener en funcionamiento”.

Con respecto a esta tecnología, destacó “el compromiso que tiene el Gobierno Provincial, a través del Ministerio de Salud, ya que era una necesidad muy sentida en Viedma, porque estábamos desprotegidos en cuanto a estos estudios que se realizaban en equipos privados, con acceso para pacientes mutualizados, no así para el resto”.