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Los contagios bajan, pero los semáforos rojos desalientan aperturas en la región

Río Negro y Neuquén lograron desacelerar el ritmo de transmisión del coronavirus durante las últimas dos semanas. Sin embargo, los picos alcanzados fueron muy altos y las terapias siguen desbordadas.

Río Negro y Neuquén transitan hacia la nueva etapa de restricciones con un evidente descenso en la cantidad de contagios de covid-19. Sin embargo, ese menor ritmo en la transmisión del coronavirus no garantiza todavía la posibilidad de fuertes cambios en los esquemas de circulación dentro de ambas provincias.

Dos factores centrales impiden una apertura amplia y generalizada: en primer lugar, las terapias intensivas mantienen el mismo nivel de saturación de sus camas disponibles. Y, por otra parte, las estadísticas que mira Nación muestran números más bajos, pero el rojo sigue predominando en los mapas sanitarios.

En Río Negro, el último reporte oficial, del miércoles pasado, ubicaba todavía en “alto riesgo” o “alarma epidemiológica” al Alto Valle, Valle Medio y al departamento Adolfo Alsina, que contiene a Viedma. Entre las regiones más pobladas, sólo el departamento Bariloche aparecía en amarillo (riesgo medio) y en la mirada puntual, la ciudad con más habitantes de la provincia logró el ansiado verde en el semáforo que clasifica los niveles de riesgo. Ese índice de “razón” se calcula a partir de la comparación de los contagios acumulados en los últimos 14 días con los registrados en las dos semanas anteriores. 

Hoy se conocerá un nuevo reporte semanal y las conclusiones que aparezcan plasmadas en ese informe serán importantes para las medidas que tendrán vigencia desde el próximo sábado en la provincia.

Aun sin esos últimos datos, el ministro de Salud, Fabián Zagib, estimó ayer -en diálogo con RÍO NEGRO– que difícilmente el nuevo escenario llegue con modificaciones relevantes sobre el panorama actual.

Siguiendo la experiencia de Bariloche, recién llegando al mes de restricciones empieza a consolidarse la baja en el ritmo de contagios. El cierre fuerte anunciado por Nación comenzó el 22 de mayo, es decir que en gran parte de la provincia todavía no se cumplieron 21 días de circulación atenuada por decreto.

Curva en baja

Río Negro tuvo un aumento significativo de contagios de covid-19 en la Semana Epidemiológica (SE) 20 de este año, es decir entre el 16 y el 22 de mayo. Fue el pico de toda la pandemia, con 4.020 casos en apenas una semana.

El salto fue enorme, porque la semana anterior en la provincia se habían dato 2.909 nuevos casos, un nivel que de por sí había encendido alarmas porque se trataba hasta entonces del récord de acumulados en una semana, superando a los 2.626 de la segunda semana de octubre del 2020, en la primera ola.

El domingo 23, con el decreto de fuertes restricciones vigente, empezó la SE 21 y en ese período los contagios bajaron a 3.675.

La semana siguiente las cifras bajaron más: los confirmados fueron 3.056. Casi un millar menos que dos semanas atrás, pero todavía por encima de aquellos 2.909 casos nuevos que generaron la primera preocupación fuerte a nivel provincial en la segunda ola.

En los primeros dos días de esta semana (las SE se cuentan de domingo a sábado) se sumaron 619 confirmados, ratificando la tendencia a la baja, ya que en el mismo lapso de la semana anterior habían sido 744. Nada concluyente, pero sí un alivio para las autoridades sanitarias, por haberse frenado el aumento de los contagios.

Vacunación vs casos graves

La situación en Neuquén resulta un poco más complicada. En la provincia conviven dos situaciones bien diferenciadas: la vacunación que avanza sin fisuras con más de 202 mil primeras dosis colocadas (casi una de cada dos personas mayores de 18 años) y un colapso sanitario que no tiene tregua. En la semana circuló un dato, citado por el municipio de San Martín de los Andes y surgido del sector de Salud, que el número real de personas que esperaban un respirador trepó a 100, el doble de hace tres semanas.

El escenario se completa con una desaceleración de contagios diarios, que por el dato nominal tampoco permite pensar en un alivio. El acumulado de la última semana fue 4.773 casos lo que dejó un elevado promedio diario de 680 casos.

El bálsamo, al que le prenden velas las autoridades para que se convierta en tendencia, es que dos semanas atrás el acumulado semanal fue de 6.019 contagios informados.

Cuando se amplía el zoom sobre los departamentos de Neuquén la situación comienza a mostrar matices.

Por cantidad de contagios diarios y casos activos acumulados el departamento Confluencia es el que más complicado está por lejos, pero no se queda atrás Zapala y algunos sectores de la zona norte.

Solo la capital neuquina -que ayer flexibilizó medidas en favor del comercio- 1.079 casos activos de los 5.663 que acumulaba la provincia al reporte del lunes por la noche.

Si se suman Plottier (571), Centenario (453), Cutral Co (414), Plaza Huincul (199) y Senillosa (129), se obtiene casi el 50% de los reportes activos.

Con este panorama y con la ocupación de camas de terapia intensiva que hace un mes está al 100% y con pacientes asistidos en Guardias, difícilmente cambie su estatus epidemiológico.


Seis semanas con casos fatales en aumento


A diferencia de la curva de contagios, los registros de fallecidos por covid-19 tuvieron un camino únicamente ascendente durante las últimas seis semanas en Río Negro.

La última vez que bajó la cifra de muertes entre una semana y otra fue a mediados de abril. Entre el 18 y el 24 de ese mes ocurrieron 15 decesos, uno menos que en el período inmediato anterior.

Desde entonces, las victimas fatales por el coronavirus en la provincia aumentaron a 32 en la Semana Epidemiológica 17 (25 de abril al 1 de mayo), pasando a 33 en la semana posterior.

La SE 19 tuvo un salto, con 45 fallecidos, pero más compleja fue la semana siguiente, cuando 76 rionegrinos perdieron la vida luego de contraer el virus.

Las últimas dos semanas epidemiológicas completas marcaron un crecimiento mayor: hubo 94 decesos entre el 22 y el 29 de mayo; en tanto que fueron 118 las muertes de la semana pasada, constituyendo el mayor registro en toda la pandemia.


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