Luces y sombras de un Travolta que celebra 60 años

Un actor que resurge de las cenizas, en la vida y la pantalla

Cine

Fue un papel secundario en una película de terror lo que marcó el inicio de la exitosa carrera cinematográfica de John Travolta, hace 40 años: en el filme “Carrie”, dirigido por Brian De Palma, el joven interpretó al líder de una banda delictiva.

Pero, incluso actuando de chico malo, sus insignias personales ya eran claramente visibles: flequillo negro, ojos azules brillantes y una sonrisa deslumbrante sobre un pronunciado mentón. Travolta, quien el martes 18 de febrero celebra sus 60 años, aún conserva su sonrisa encantadora. Lo único que parece haber cambiado a simple vista es el corte de su cabello.

En 1977, al hacer de Tony Manero en “Fiebre del sábado noche”, Travolta se convirtió de un día a otro en superestrella. Millones de adolescentes de todo el mundo se identificaron con la historia del neoyorquino amante del baile. Nacía la era disco.

En el papel que lo lleva a interpretar canciones de los Bee Gees, el actor logró su primera nominación a un premio Oscar, y de pronto, el menor de seis hijos de una familia de ascendencia italiano-irlandesa, estaba en Hollywood haciendo carrera y cosechando éxitos.

En el musical “Grease” (1978), que fue un éxito de taquilla, Travolta, en el papel del rebelde Danny, no sólo sedujo con movimientos de cadera, jopo y patillas a su rubia coprotagonista Olivia Newton-John. En el filme, hace un importante despliegue de encanto y además brilla como un dotado bailarín, casi podría decirse, siguiendo la tradición de Gene Kelly y Fred Astaire.

Pero la década de 1980 lo encontró haciendo papeles más bien malos y cometiendo ciertos errores a la hora de elegir en qué películas participaría. Su carrera parecía empezar a caer en picado, y a nivel privado Travolta también había sufrido un duro revés: su novia, la actriz Diana Hyland, 18 años mayor que él, murió en 1977 de cáncer.

Ya en aquel entonces Travolta se hizo seguidor de la controvertida Cienciología y decidió reconocer su compromiso con las enseñanzas de L. Ron Hubbard.

Como productor y protagonista, llevó a la gran pantalla el libro de ciencia ficción de Hubbard “Battlefield Earth” en 2000, y la actriz Kelly Preston, su esposa desde 1991, asumió un papel protagónico. Pero la crítica poco favorable por parte de algunos especialistas (se la define como la peor de la historia del cine) hizo que la película fuese un gran fracaso de taquilla. Pero Travolta ya había demostrado una brillante remontada en su carrera.

En 1994 se abrió su camino de regreso con una orgía de sangre, asesinato y homicidio. En “Pulp Fiction”, de Quentin Tarantino, Travolta se convirtió en el asesino profesional Vincent Vega, junto a Bruce Willis y Samuel L. Jackson, en un papel que le valió su segunda nominación al Oscar.

Un año después, volvió a brillar en la mordaz sátira de Hollywood “El nombre del juego” como el gángster Chili, que sueña con el negocio del cine. Ese papel le valió el Globo de Oro al mejor actor de comedia.

Desde entonces Travolta volvió a alzarse como estrella interpretando roles de lo más diverso. En el psicodrama “Cara a cara” encarnó a un agente del FBI a la caza de un terrorista. En la sátira política “Colores primarios” (1998), encarnó a un candidato mujeriego en plena campaña electoral por la presidencia de los Estados Unidos.

En “El cuarto poder”, dirigida por el director franco-griego Costa-Gavras, fue un padre desesperado y secuestrador. En 2001, destacó como terrorista psicópata en la película de acción “Swordfish, acceso autorizado” junto a Halle Berry. Y en 2007 volvió con un musical: “Hairspray”. Pero esta vez, apareció vestido de mujer, como Edna Turnblad.

Un triste acontecimiento familiar llevó a la familia Travolta a los titulares en 2009. Jett, su hijo de 16 años, murió durante unas vacaciones que la familia pasaba en Bahamas. Con Kelly Preston, Travolta tiene otros dos hijos: Ella Blue, de 13 años, y Benjamin, que nació en 2010, cuando su esposa tenía 48 años.

La familia reside en Florida, cerca de un aeropuerto, ya que el actor es un apasionado piloto. Posee varios aviones, entre ellos un Boeing 707.

Tras la muerte de su hijo, Travolta quiso poner fin a su carrera artística. “Ya no me interesaba nada”, dijo a DPA en 2012. Pero decidió sumarse a la película “Salvajes”, de Oliver Stone, en la que interpreta a un policía de narcóticos corrupto y su coprotagonista, Salma Hayek, a una fría jefa de un cártel de la droga.

Allí parece haber podido reencontrar el camino hacia la gran pantalla, y su próximo proyecto será precisamente con Hayek: a principios de febrero se supo que darán vida a un matrimonio en el drama “A Three Dog Life”.

La película está basada en las memorias homónimas de la autora estadounidense Abigail Thomas, cuyo marido sufrió graves lesiones cerebrales en un accidente automovilístico. A sus 60 años, Travolta será el primero que toma en sus manos este difícil papel.

Fuente: DPA.


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