Maduremos, argentinos
En esta pandemia muchos hemos aprendido algo. En mi caso confirmé que el mayor problema que tiene este país no es tanto político o económico, sino social, el más grave de todos. No maduramos más como sociedad. Que los chicos y jóvenes sean transgresores a leyes y reglas es algo casi normal (uno lo ha sido alguna vez); pero ver gente grande que lo sean, algunos inclusive ya entrando a la vejez y que deberían dar el ejemplo, es algo muy preocupante, y eso explica un poco también por qué estamos como estamos.
Vivimos siempre echándole la culpa a los políticos y gobiernos de turno (lo más fácil). Me pregunto: ¿quién los vota? No digo que no tengan algo que ver, pero ¿alguna vez nos preguntamos qué hacemos nosotros para ser mejor socialmente? Ejemplos: que destrocemos o ensuciemos lugares y bienes públicos, como hospitales, escuelas, terminales de ómnibus, plazas, espacios verdes) no es culpa de un presidente, gobernador o intendente; que visitemos lugares naturales (bosques, lagos, ríos, mar, montañas) y arrojemos la basura en cualquier lado o, lo que es peor, dejemos un fuego encendido; que transitemos con nuestro vehículo en zonas urbanas o entradas de ciudades a más velocidad de la permitida, doblando en contramano, cruzando semáforos en rojo, sabiendo los daños que podemos causar, no es culpa de un presidente, gobernador o intendente. Que no respetemos todos los protocolos y recomendaciones que estableció esta pandemia (barbijos, distanciamiento social) tampoco es culpa de ellos.
No estoy defendiendo a los gobernantes. Solo quiero que reflexionemos y dejemos de pensar que todos nuestros problemas los van a solucionar los gobiernos. Muchos países también tienen sus problemas económicos y políticos, pero son socialmente distintos: más patriotas y mas empáticos con el prójimo y, sobre todo, hacen uso de sus derechos, pero también saben que tienen deberes y obligaciones. Maduremos y parezcámonos a ellos.
Sergio Ceferino Kreiber
DNI 17.936.134
Las Grutas
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