Marcha y represión a opositores en Irán

Pese a la severas prohibiciones que hay en el país, las universidades fueron el centro de las protestas contra el gobierno de Ahmadinejad. Hubo numerosos detenidos.

TEHERÁN.- La oposición al presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad volvió a manifestarse en Teherán ayer, desafiando la prohibición gubernamental y pese al despliegue de un importante dispositivo policial. Miles de manifestantes se agruparon en varias universidades de la capital, pero también fuera de ellas, donde toda manifestación había sido prohibida por las autoridades en ocasión del Día de los Estudiantes.

Las protestas alrededor de las universidades dieron lugar a numerosos choques entre opositores y policías, con numerosas detenciones, según testimonios recogidos a lo largo del día.

Las autoridades iraníes prohibieron a los medios de información extranjeros acreditados en Teherán que cubrieran las manifestaciones, retirando sus carnés de prensa durante 48 horas a todos los periodistas de dichos medios.

El Día de los Estudiantes conmemora en Irán la muerte de tres estudiantes durante una manifestación antinorteamericana en 1953, en tiempos del régimen del Sha. Varios grupos opositores que contestan la reelección del presidente Ahmadinejad, en junio pasado, llamaron a manifestarse en la fecha para reiterar su rechazo al gobierno surgido de esa elección.

Varias universidades fueron escenario de manifestaciones, en particular el campus de la Universidad de Teherán, situado en el centro de la ciudad, que fue totalmente rodeado por la policía, y en el que los manifestantes cantaban «Ya Hossein, Mir Hossein», indicaron testigos.

Ese lema adoptado por los opositores asocia el nombre del imán Hossein, venerado por los chiítas iraníes, al del ex primer ministro Mir Hossein Mousavi, rival del presidente Ahmadinejad en la elección de junio y principal figura de la oposición.

Grupos de estudiantes bassidjis (milicianos islámicos) replicaban al grito de «muerte a los hipócritas», agregaron las fuentes. Fuera de la universidad, la policía, respaldada por los bassidjis, trató durante varias horas de impedir que los manifestantes se agruparan, dispersando a los pequeños grupos que volvían a formarse poco después un poco más lejos, siempre según los testimonios recogidos.

La policía utilizó varias veces gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, que eran perseguidos después en las calles adyacentes por los bassidjis vestidos de civil y armados a veces de pistolas eléctricas de tipo «Taser», dijeron los testigos.

El ministro británico de Relaciones Exteriores, David Miliband, llamó este lunes a las autoridades iraníes a no «sofocar» las manifestaciones. A su vez, EE. UU. afirmó que Irán «ignora» los derechos de manifestantes que figuran en su Constitución.


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