Matrimonio de jubilados, víctima de violento atraco en Bariloche

De noche, golpearon al hombre de 80 años y se llevaron algo más de 60.000 pesos en distintas monedas.

BARILOCHE

BARILOCHE (AB)- Renato Gerlach despertó y tenía encima de la cama a un desconocido que comenzó a golpearlo en la oscuridad, mientras otro sujeto amenazaba a su esposa. “¡La plata! ¡¿Dónde está la plata?!”, gritaban los asaltantes. Cubrieron con un grueso acolchado al hombre de 80 años y continuaron las agresiones. Su señora, de 85 años, les rogaba que dejaran de golpearlo. Sólo se calmaron cuando hallaron una suma importante de dinero y escaparon.

Los asaltantes se llevaron 400.000 pesos chilenos (unos 8.000 pesos argentinos), 300 dólares y alrededor de 50.000 pesos (gran parte de ese monto en cheques).

Renato relató ayer por la tarde a “Río Negro” el drama que vivió cerca de la medianoche del miércoles con su esposa en su casa de la calle Vuelta de Obligado, en el barrio San Francisco I.

Recordó que había regresado a su vivienda el miércoles por la tarde tras recorrer unos 2.000 kilómetros por estancias del norte y centro de la provincia de Neuquén, donde vendió las botas que desde hace casi 50 años elabora en su pequeña fábrica. Cansado por el viaje, Renato dijo que se acostó temprano con su señora. En la casa viven solos.

Antes de la medianoche, los dos asaltantes rompieron la puerta principal y accedieron al interior del domicilio. Luego, avanzaron hacia el dormitorio. Renato dice que no escuchó cuando dañaron la puerta ni ladridos de su perro. Se despertó por los golpes de uno de los delincuentes, que ocultaron parcialmente sus rostros.

Dijo que lo cubrieron con un acolchado grueso y continuaron golpeándolo. “Gritaban ¡la plata! ¡¿Dónde está la plata?!”, contó el hombre, que es el propietario de la tradicional fábrica de botas Renato en esta ciudad. Mientras uno de los desconocidos lo agredía, el otro buscaba dinero por la casa. “Gracias a Dios que a mi señora no le pasó nada”, expresó.

Relató que su mujer les indicó dónde tenían el dinero. Sólo en ese momento finalizaron los golpes y amenazas. Renato no recordó haber visto armas. Sólo sospecha que los autores del asalto fueron jóvenes.


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