Medidas del gobierno nacional, alza de precios de la carne y lock out patronal

Carlos Alberto Vivero*


La pérdida de consumo de las familias argentinas es prácticamente igual al volumen de exportaciones a China, que se hace a precios más bajos. ¿Por qué entonces creció tanto el volumen exportado a China?


Es importante destacar que las medidas se tomaron por el alza sostenida del precio de la carne. Estamos cuidando el bolsillo de los argentinos y argentinas. Pese a los distintos esfuerzos que viene realizando el Gobierno Nacional para controlar la economía, la inflación en general y el aumento de los precios de los alimentos en particular es cada día más preocupante.

Desde el Frente de Todos tenemos la obligación de cumplir con el contrato electoral que ha sido respaldado mayoritariamente por la voluntad popular. Es urgente que desde la política se impulse una regulación efectiva sobre los precios de los alimentos, que son los bienes más sensibles de consumo de la canasta popular. En la batalla contra los especuladores y los formadores de precios, el Presidente Alberto Fernández sabe que puede contar con todos y cada uno de los militantes.

El Presidente de la Nación planteó que “Hay una actitud por parte del empresariado, de parte de él, incomprensible. Alguien dice que para solucionar la carne hay que aumentar la producción. Aumentar la producción es algo de largo aliento. Desde el año 55 no hemos aumentado la cantidad de cabezas de ganado bovino. Es distinto a lo que pasa con aves y ganado porcino”.

Lo que hizo el gobierno fue suspender las exportaciones de carne vacuna por 30 días, además, se dispusieron medidas de emergencia para restringir prácticas especulativas y evitar la evasión fiscal en el comercio exterior. La respuesta de las instituciones que nuclean a la patronal del campo fue un lock out, con el objetivo de que la medida no lograra el propósito de bajar los precios en el mercado interno.

El precio de la carne influye de forma determinante en el poder adquisitivo de los hogares y en la inflación. Hoy las familias argentinas destinan en promedio el 20% del gasto promedio a la compra de carne debido a los incrementos de precios sucesivos. Esto derivó en un menor consumo interno

Cada argentino/a consume en promedio 15 kilos de carne menos por año que en 2015 Mientras que en 2015 la cuenta daba 58,6 kilos per cápita, la actual se redujo a 43,7 kg.

Mientras se achicó el mercado interno, la exportación creció 297% desde 2015, motivado por el esquema que impuso la gestión de Cambiemos. Es importante destacar que el gobierno de Macri cambió las reglas del sector por completo, con la pretensión de transferir ingresos al sector, principalmente a los exportadores, para aumentar la producción y bajar los precios. EL precio nunca bajó y ocurrió exactamente lo contrario: el precio promedio de venta al público del asado escaló 275,8%, de $ 77,30 a $ 290,47.

Lo que si sucedió fue el incremento de la producción con un alza del 4,9% del stock ganadero de 2015 a 2019 a 54 millones de animales y un 14,5% de suba en las faenas a 13,9 millones por año. No obstante, este guarismo final se vio distorsionado x la devaluación del segundo semestre. Si se toma el promedio de faena entre 2016 y 2019, varió nada más que 6% en relación a 2015.

¿A dónde fue a parar la producción? Mientras que el consumo local perdió 19% desde 2015, lo que creció fue la exportación y en un 297%.

Argentina, que en el último año de la administración de Cristina Fernández de Kirchner destinaba al comercio internacional el 7,7% de su producción, para el fin del macrismo derivaba el 21,7% al mercado externo y hoy día el 29,1%.

El aumento de las exportaciones respecto a la producción explica la pérdida de consumo de carne en el país, con un impacto menor en el ingreso de divisas: el ingreso de dólares del sector en el período 2016-2019 equivale al 3% del total de las ventas internacionales: tan solo U$S 7.400 millones. Para recuperar el consumo de 2015 se debería volcar al mercado interno el 70% del volumen exportado el año pasado. Se trata de 600.000 toneladas de carne.

Exportaciones

El 15% del total exportado se dirigió a la Unión Europea, Israel y otros destinos que consumen cortes de alto valor. A estos productos se les aplican retenciones del 9%. Los mercados tradicionales, no obstante, explican la minoría de las ventas. El 75% de las exportaciones hoy van a China, lo que equivale a 109 millones de kilos. Estas crecieron 1.138% desde 2015. Vale la pena aclarar que el precio promedio de venta local ($ 656) resulta 129% superior al de exportación ($ 286), dado se trata de cortes de menor valor.

Es por esto que si se mide en dinero, la participación del gigante asiático se reduce al 60%, aunque se mantiene en primer lugar. De este modo, el país transfiere divisas por U$S 3,34 el kilo, muy por debajo del promedio de U$S 4,20, y aún menor a los U$S 8,60 de Alemania.

La pérdida de consumo de las familias argentinas es prácticamente igual al volumen de exportaciones a China, que se hace a precios más bajos.

¿Por qué entonces creció tanto el volumen exportado a China si conviene más el mercado local?

No deben dejarse de lado las denuncias por subfacturación y fuga de divisas.

Se dio por la posibilidad de ubicar cortes de muy baja calidad (aunque no son todas las exportaciones), además de que mejora de costos operativos de los frigoríficos exportadores al aumentar escala y porque les plantea un objetivo de mediano y largo plazo de ganar clientes con demanda asegurada frente a vaivenes de la interna.

Con Cambiemos se eliminaron por completo las retenciones a la carne inicialmente, aunque en 2018 se restableció una alícuota de 12% con tope de $3 por dólar, lo que representaban en 2019 un 5% efectivo. Se quitaron los cupos para liberalizar el comercio exterior, pero también se borraron las herramientas de control, intervención y acuerdos de precios.

Además la volatilidad cambiaria y las devaluaciones generaron impulsos inflacionarios. La inestabilidad del dólar y las expectativas de continuas subas terminaron de disparar los precios internos.

La respuesta de las patronales del campo ante el cierre de exportaciones por 30 días con el objetivo de regularizar el mercado interno y bajar los precios de la carne fue el paro. Esa es la respuesta de un sector privilegiado que durante este tiempo, ha llenado de dólares sus bolsillos producto de las exportaciones. Mientras, de manera desmesurada, aumentaron e hicieron casi imposible el acceso al kilo de carne a nuestros compatriotas. Está extorsión, merece repudio y firmeza. Cuidar el bolsillo de las y los argentinos para recuperar la dignidad de su mesa no es gratis.

*Diputado Nacional por Neuquén.


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