Messi se iluminó y Argentina gozó ante Brasil

selección

Los que piden al Messi del Barcelona hasta el hartazgo, ayer se dieron una panzada de fútbol. Lionel jugó un partido tremendo, fue el líder de una Argentina que tuvo altibajos y con tres “perlas”, puso nocaut a Brasil. Fue 4-3 en el amistoso disputado en el estadio MetLife, de New Jersey.

El primer tiempo dejó muchas cosas para el análisis: por un lado mostró a un equipo criollo endeble y falto de conceptos de juego en defensa y, a la vez, lento y errático en mitad de la cancha; pero por el otro explosivo y contundente en ataque con un Messi extraordinario.

Quizá tuvo que ver con que Sabella invirtió a los laterales Zabaleta y Clemente Rodríguez, respecto del partido del sábado pasado contra Ecuador (4-0) y que Sosa arrancó por izquierda y Di María por Derecha. El equipo lució confundido.

En ese tramo, los 25 iniciales, Brasil, con un 4-3-3, tuvo las mejores chances y hasta abrió el marcador con un tanto de Rómulo en posición adelantada. Ahí, el DT argentino cambió: el 4-4-2 inicial mutó a un 3-5-2 o 5-3-2, y se mejoró levemente.

Igual, Brasil era superior, más por prolijidad que por fútbol, aunque Argentina tenía guardado a un tal Lio Messi. El mejor del mundo marcó dos golazos en 3’ y dio vuelta el marcador. En el primero definió cruzado, tras un pase genial de Higuaín, y en el segundo eludió al arquero, luego de una precisa pared con Di María.

El arranque del complemento fueron de lo mejor del equipo de Sabella: Di María y Higuaín tuvieron el tercero, pero fallaron en la definición. Ese lapso fue un espejismo, ya que el equipo, más allá de defender con 4 ó 5, nunca lució sólido.

Y Brasil, con mucho orden, lo dio vuelta vía Oscar y Hulk, con la complicidad de la zaga nacional y de Romero. Argentina era pura confusión. Pero en ese mal momento, el peor del juego, hubo un cambio de actitud. Y a los 30, Fernández, de cabeza, puso el 3-3. Y el final fue de película: primero lo tuvo Neymar, pero Fernández evitó el gol sobre la línea. Después Messi, pero Cabral se lució en el tiro libre. Y en la última apareció, por tercera vez, el mejor del mundo: Messi encaró de derecha al centro y antes de llegar a la media luna del área sacó un remate que se clavó en el ángulo. Una verdadera obra de arte que le puso punto final a un partido memorable.

AP

Lionel tuvo un partido soñado y los brasileños no pudieron pararlo. Argentina no repitió lo de las Eliminatorias, pero se dio un gustazo.

Los goles