Mexico vota y define si vuelve el PRI

Los comicios se desarrollan bajo un fuerte operativo de seguridad por la violencia del narcotráfico y temores de fraudes. Un sistema de cómputo modernizado y 700 observadores internacionales controlan la transparencia del acto. Enrique Peña Nieto, figura como el favorito en todas las encuestas.

Los mexicanos acuden este domingo a las urnas, bajo fuerte seguridad por la violencia del narcotráfico y temores de fraudes, en unas elecciones que definirán si vuelve el PRI al poder a 12 años de haber sido destronado tras un controvertido régimen de siete décadas.

Largas filas se formaban al mediodía en las mesas electorales -143.132 en todo el país- que abrieron a las 08H00 locales (13H00 GMT) para recibir a 79,5 millones de mexicanos llamados a elegir, en comicios sin segunda vuelta, al sustituto -por periodo de seis años- del presidente Felipe Calderón y las dos cámaras del Congreso.

“Voté esperando que se me respete el voto, porque que hay gente que hace transa (trampa), la hay. Espero que acabe la violencia para vivir y trabajar tranquilo”, dijo a AFP Luis Sevilla, de 26 años, quien vende saltamontes asados en un mercado del centro de la capital.

El candidato del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, figura como claro favorito en todas las encuestas, hasta 17 puntos arriba del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, y más de 20 de la oficialista Josefina Vázquez Mota, del conservador Acción Nacional (PAN).

Peña Nieto promete un gobierno eficaz.- Rodeado de cientos de seguidores, en su poblado natal Atlacumulco, en el Estado de México, colindante con la capital mexicana, un sonriente Peña Nieto dijo entre flashes de las cámaras, con aire de victoria, esperar que “sea el pueblo de México el triunfador”.

Impulsado por la aceitada maquinaria del PRI y favorecido por su estampa de galán de telenovela, Peña Nieto, abogado de 45 años, prometió un “gobierno eficaz” que de seguridad y crecimiento económico, en un país agobiado por la violencia y la pobreza que agobia al 47% de los 112 millones de mexicanos.

Tachado de autoritarismo y corrupción, el PRI, que gobernó de 1929 a 2000, busca, además de recuperar la presidencia, la mayoría en las dos cámaras del Congreso (500 diputados y 128 senadores), y sumar más gobernaciones -de seis que también se disputan en esta elección- a las 20 que ya tiene de 31 estados del país.

Su principal rival, López Obrador, ex alcalde de Ciudad de México de 58 años, que votó en el sur de Ciudad de México, abogó por una participación masiva: “Es la única arma que tienen los ciudadanos para lograr el cambio”.

El líder izquierdista propuso un cambio hacia una “república amorosa” que acabe con la corrupción y genere empleos, tras moderar su discurso para despojarse de la imagen de revoltoso que se granjeó por su protesta de 2006, cuando denunció fraude en los comicios que perdió ante Calderón por 0,56%.

Criticado por la violencia que desató la ofensiva antidrogas de Calderón, el PAN sufriría una debacle, con una candidata que no logró despojarse de la imagen de “continuidad” aunque prometió ser “diferente”.

Fuerte operativo de seguridad.- Helicópteros y policías vigilan los centros de votación e instituciones estratégicas de la populosa Ciudad de México, donde también se elige a su poderoso alcalde.

Militares patrullan las regiones más violentas como Tamaulipas y Veracruz, Nuevo León y Guerrero, donde operan poderosos cárteles como Los Zetas y el de Sinaloa, que disputan a sangre y fuego las rutas de la droga.

“La seguridad es lo más importante, fue lo que determinó mi voto”, dijo a la AFP Gabriel González, un profesor de 49 años, en Monterrey -capital de Nuevo León, cerca de un cuartel policial, cerrado desde que fue atacado con disparos y una granada a inicios de año.

En la última semana estalló un coche-bomba en Nuevo Laredo -Tamaulipas, frontera con Estados Unidos-, con saldo de siete heridos, y hubo muertes y amenazas a autoridades y candidatos locales en Veracruz.

“Salgan a votar sin miedo”, clamó Vázquez Mota al sufragar en Huixquilucan, colindante con la capital mexicana.

Masacres, decapitaciones y balaceras son pan de cada día desde que el presidente Felipe Calderón, al llegar al poder en 2006, lanzó una guerra frontal contra los cárteles de la droga, que deja más de 50.000 muertos.

Moderno sistema de cómputo.– Entre denuncias de compras de votos, sobre todo dirigidas contra el PRI, estas elecciones son las más controladas de la historia de México con un sistema de cómputo modernizado y 700 observadores internacionales, según el Instituto Federal Electoral (IFE).

“Será la fiesta democrática más limpia e imparcial”, dijo el presidente del IFE, Leonardo Valdés, al pedir votar con la certeza de que “cada voto se contará escrupulosamente” y a los partidos a respetar “la voluntad” popular.

Pero las dudas persisten en un país donde un 71% de la población considera posible un fraude electoral, según un estudio de la principal universidad del país.

López Obrador evocó esa posibilidad, aunque firmó un pacto con los candidatos de respetar los resultados. En los últimos días se multiplicaron las denuncias por coacción del sufragio.

El movimiento universitario îYoSoy132, que acusa a medios como el gigante Televisa de promover a Peña Nieto, hizo marchas el sábado para reclamar comicios limpios.

Las urnas cerrarán a las 18H00 locales (23H00 GMT), las encuestas a boca de urna serán difundidas a partir de las 20H00 (01H00 GMT del lunes), y a las 23H45 locales (04H45 GMT) el IFE anunciará resultados de una muestra representativa de la votación.

Agencia AFP


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