Moquillo en perros, el enemigo al que solo frena la vacuna
Los síntomas que genera este virus muchas veces mortal. El veterinario Norberto Calandra explica las formas de evitarlo y los signos a los que hay que estar atentos
Cuando el perro contrae moquillo, lo más habitual es que haya inhalado el virus en partículas flotando en el ambiente y una vez dentro del organismo canino se extiende por el sistema linfático.
La incubación se genera durante unas dos semanas antes de comenzar a mostLrar síntomas. El moquillo canino es provocado por un paramixovirus con múltiples cepas potencialmente infecciosas.
Se presenta de múltiples formas: como una enfermedad subclínica (sin síntomas), si el perro posee un potencial inmunitario; o causando la muerte súbita en caso de que su sistema inmunitario no reaccione adecuadamente.
La única forma de evitar el contagio es mediante la aplicación de la vacuna a partir de los 45 días de edad (4 dosis separadas por 21 días c/u) y debe repetirse todos los años. Además de mantener la mascota aislada del contacto con otros perros y alejados de parques y paseos, de esta manera estará protegido hasta cumplir con el plan de vacunación.
Norberto Calandra, médico veterinario, Mat. N° 727 de Cipolletti explica que “los síntomas y signos de la enfermedad son muchos, porque este virus afecta “varios órganos a la vez, principalmente el aparato respiratorio –de ahí su nombre vulgar “moquillo”–, aunque también la piel, el estado general del animal, produce fiebre, anorexia, y en su etapa mas severa afecta al cerebro produciendo incoordinación, ataxia, parálisis, delirios, contracción involuntaria de los músculos, convulsiones.
El virus se asemeja al del sarampión humano pero no afecta a las personas. Y aunque es muy contagioso entre los cánidos (los perros, coyotes, zorros y lobos) no se manifiesta en gatos.
Hay que saber que no existe una cura efectiva contra este virus y sólo puede emplearse un “tratamiento de sostén” –con suero, antibióticos, protectores gástricos, antienéticos, inmunoestimulantes, anticonvulsivos– que ayudarán al animal a luchar con el virus, que “cumplirá una etapa y un proceso”, explica el profesional. Y hay que saber también que en la mayoría de los casos, no es suficiente y el animal fallece.
Por eso, muchos propietarios deciden la eutanasia –concluye el veterinario– ante el mal estado y pronóstico de la enfermedad que dura entre 1 y 5 semanas, explica Calandra.
* Signos gastrointestinales: vómitos y diarrea, incluso con presencia de sangre.
* Signos respiratorios:moco, conjuntivitis, dificultad respiratoria, neumonía.
* Signos en piel: infecciones.
* Signos neurológicos: incoordinación, parálisis, convulsiones.
* Apatía, pérdida de peso: falta de apetito, bajo estado de ánimo, cansancio, sueño, deshidratación.
* Fiebre intermitente.
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