14 horas de fila para despedir a la reina Isabel II: los nietos también participaron en la vigilia

Cientos de voluntarios ofrecen ayuda al millón de personas que se estima se acercó a la capital británica. Unos 500 jefes y exjefes de Estado o Gobierno se concentrarán entre mañana y el lunes.

Los ocho nietos de la reina Isabel II participaron hoy de una tradicional guardia de vigilia en torno al féretro de la difunta monarca, entre ellos el príncipe de Gales, Guillermo, y su hermano Enrique, mientras miles de personas desfilaban en una larga cola de 14 horas en las afueras del Parlamento de Londres para despedir a quien estuvo 70 años al frente de la corona británica.

Los hijos del nuevo rey Carlos III y Diana, a los que se considera distanciados desde 2020, permanecieron de espaldas y con la mirada baja, junto a sus primos, alrededor del ataúd de Isabel II, como hicieron la víspera sus padres en la llamada Vigilia de los Príncipes.

El rito duró aproximadamente un cuarto de hora y Guillermo y Enrique vistieron su uniforme militar, pese a que el más joven de los hermanos abandonó la familia real junto a su esposa, la exactriz estadounidense Meghan Markle, para instalarse en California.

Según la prensa británica, esa aparición pública costó 45 minutos de negociaciones y buscaba mostrar un acercamiento entre ambos, después de que la relación se tensara aún más tras la explosiva entrevista de 2021 en la que Enrique y Meghan acusaron a la familia real de racismo.

«Adiós, amada abuela. Fue un honor ser tus nietas y estamos muy orgullosas de ello. «Todos te echaremos mucho de menos»,

escribieron en un mensaje difundido por el Palacio de Buckingham las hijas del príncipe Andrés, Beatriz y Eugenia.

El príncipe Guillermo y su padre, el rey Carlos III, se habían acercado hoy de manera sorpresiva a saludar a los miles de británicos que despedían a la reina. Vestidos con traje y corbata negra, ambos saludaron y conversaron con el público congregado en la capital inglesa, que los recibió al grito de «Viva el Rey», «Dios bendiga al príncipe de Gales».

Se espera que unas 750.000 personas pasen por la capilla ardiente, que está instalada desde el miércoles en el Westminster Hall, el salón más antiguo del Parlamento británico, hasta la madrugada del lunes. En ese momento se cerrarán las puertas y se realizará un funeral de Estado.

Esta mañana, muchos aguardaban abrigados en la cola que bordea el río Támesis, pero en los últimos días los servicios de ambulancias debieron asistir a más de 400 personas, la mayoría de ellas por desmayos durante la larga espera bajo el sol del final del verano boreal.

10.000 policías y 1.500 militares


Si bien la despedida ocurre en un clima de solemnidad y disciplina, anoche fue detenido un hombre que se abalanzó para intentar tomar el estandarte real dispuesto sobre el féretro, pero fue rápidamente reducido por la Policía.

Las autoridades británicas aplicaron un dispositivo de seguridad inédito en casi 60 años para proteger a los cerca de 500 jefes de Estado y Gobierno que estarán presentes en Londres.

«Puedo confirmar que será el mayor evento que la Policía londinense» tuvo que gestionar, «mayor que los Juegos Olímpicos de 2012«, dijo a la prensa el subcomisario adjunto de la Policía Metropolitana, Stuart Cundy. El dispositivo de seguridad incluye el despliegue de 10.000 policías y 1.500 militares.

Agenda


Unos 500 jefes y exjefes de Estado o Gobierno se concentrarán en la capital británica entre mañana y el lunes y se reunirán antes del funeral en el Royal Chelsea Hospital, un centro de atención para militares veteranos y jubilados en el oeste de la capital inglesa.

Desde allí partirán en colectivos hasta la abadía de Westminster, en el centro de la ciudad y donde se realizará el titulado «funeral del siglo».

Pero no todos los líderes mundiales viajarán en colectivo: Londres hizo una excepción con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a quien se le permitió llegar hasta el funeral a bordo de su vehículo oficial, un auto blindado conocido como La Bestia.

Además de los gobernantes, unos 2.000 invitados asistirán a la ceremonia, que comenzará a las 10 (las 6 de la Argentina), entre ellos miembros del Gobierno británico, legisladores, altos funcionarios y representantes de las instituciones públicas más relevantes del país.

Además, cientos de voluntarios ofrecen ayuda al millón de personas que se estima se acercó a la capital británica para despedir a la Reina, informaron medios británicos.

Último adiós


El lunes a la mañana un grupo de soldados transportará el féretro de la monarca desde Westminster Hall, el salón más antiguo del Parlamento, hasta el armón militar que lo llevará a la abadía de Westminster, escoltado por 142 miembros de la Marina Real.

Detrás del féretro, caminarán Carlos III, sus dos hijos, Guillermo y Enrique, y otros miembros de la familia real. Al final de la ceremonia religiosa, a las 11.58, se harán dos minutos de silencio en todo el Reino Unido en homenaje a la monarca fallecida.

Finalmente, se trasladará el féretro en un último desfile por el centro de Londres y hasta el Arco de Wellington.

Luego, un coche fúnebre llevará el ataúd hasta el castillo de Windsor, donde será sepultada en la capilla de San Jorge junto a los restos de su esposo, madre, padre y hermana.

Agencia Télam.


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