El Concejo de Bariloche debe evaluar la “urgencia” de una sesión extraordinaria

El intendente Gennuso ayer anunció que solicitará una pausa en el receso de los concejales para analizar el pliego del cierre del basural. Hasta el momento no ingresó el pedido formal y la decisión final está en manos de la Presidencia.

El intendente Gustavo Gennuso dijo ayer que solicitará una sesión extraordinaria del Concejo Deliberante en el verano para avanzar en el pliego de licitación para el cierre del basural, pero hasta el momento no ingresó un pedido formal en el cuerpo, que debe evaluar si está fundamentada la urgencia.

La idea del jefe comunal es pedir que los concejales realicen una sesión en medio del receso de verano debido a los plazos que debe cumplir para cerrar y remediar el vertedero actual, para su posterior traslado, que tiene fecha definida por una ordenanza aprobada el mes pasado.

La facultad de convocar a sesión extraordinaria está en manos de la presidenta del Deliberante, Natalia Almonacid, quien confirmó a RÍO NEGRO que hasta el momento no tiene un pedido formal del Ejecutivo por este tema.

“Una vez que se presente el pedido de convocar a extraordinarias se debe revisar el carácter de la urgencia, tiene que estar fundamentado”, advirtió Almonacid.

La presidenta del Concejo dijo que el tema más “complejo de convocar a extraordinaria es la viabilidad de la notificación a cada uno de los 11 concejales”, que actualmente se encuentran en receso y algunos podrían estar fuera de la ciudad.

Aclaró que, más allá de esta formalidad, “siempre hubo buena voluntad de todos los concejales” para convocatorias fuera de término. Hay antecedentes del año pasado en este sentido por una reforma de multas.

Según la normativa local, el intendente puede solicitar que se convoque a sesión extraordinaria para el tratamiento de un tema urgente, pero la facultad de realizar el llamado a esa reunión especial está en manos de la Presidencia.

Para convocar a una extraordinaria se debe fundamentar el tema o los temas que se tratarán y solo se podrán regir por el orden del día preestablecido, sin poder incluir otro tema en discusión una vez convocada la sesión.

Los concejales tienen un receso de verano durante todo el mes de enero y el 1° de febrero comienzan el trabajo en comisiones. Uno de los temas que se dberían analizar al regreso de las reuniones, será el proyecto de fiscal y tarifaria que en la última sesión del año no pasó por el debate ante la falta de votos y regresó a la Comisión de Gobierno para continuar su análisis en busca del consenso necesario para lograr la mayoría especial de 8 votos.

Más allá del inicio de las comisiones en febrero, la normativa establece que el período de sesiones ordinarias comienza en marzo.


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