Usuarios presionaron y suspendieron la audiencia pública por el aumento del boleto en Bariloche
Se analizaba el pedido de la empresa Mi Bus de llevar el pasaje urbano de 62 a 132 pesos. Había 25 oradores anotados para exponer.
Cuando el coordinador de Movilidad Urbana del municipio, Juan del Valle, anunció la noche de este lunes que “por no poder llevar a cabo el acto institucional se suspendía la audiencia pública y que se hará una nueva convocatoria”, en la sala de prensa de la Municipalidad hubo festejos. La amplia mayoría de los asistentes se abrazaron y se felicitaron. Algunos interpretaron que habían logrado torcerle el brazo al intendente Gustavo Gennuso.
Es que la audiencia convocada por el Ejecutivo municipal para discutir el pedido de aumento del boleto de colectivo, con una cifra de 132 pesos, que había solicitado la empresa Mi Bus, concesionaria del servicio a finales de marzo pasado, fracasó.
El gerente de Mi Bus, Juan Pablo Follonier, alcanzó a exponer, aunque su intervención tuvo varias interrupciones de usuarios del servicio que expresaron su descontento con la calidad del servicio que presta la concesionaria. Mi Bus se hizo cargo en enero de 2017 del servicio de transporte público de pasajeros por una adjudicación directa.
Follonier intentó persuadir al público con datos sobre los costos que demanda sostener el servicio, a partir de los fuertes aumentos en los insumos y el combustible por la inflación galopante que azota al país. Indicó que, desde la última revisión tarifaria, el combustible subió un 112%, las baterías y repuestos un 70% y la mano de obra un 50%.
Con esos incrementos, justificó el pedido para aumentar el boleto de 62 a 132 pesos. Sin embargo, tuvo que escuchar un rosario de quejas.
La audiencia comenzó a levantar temperatura. Los carteles con la consigna “no al aumento” se multiplicaron en sala de prensa. También, los gritos, los reclamos y el repudio al aumento coparon la sala.
Mientras, Del Valle y la abogada Karina Chueri, de la asesoría legal de la Municipalidad, observaban resignados cómo la audiencia pública naufragaba.
Entre el público había dirigentes vecinales críticos de la gestión de Gennuso, de partidos políticos de la oposición, gremiales, la defensora del Pueblo, Analía Woloszczuk, entre otros, que estaban anotados como oradores.
Solo la concejala del Frente de Todos Roxana Ferreyra y su par Marcelo Casas, junto con el concejal de PUL, Gerardo del Río, participaron de la audiencia.
La ausencia de funcionarios del gabinete municipal y del propio intendente colmó la paciencia de los asistentes, que se plantaron y exigieron la suspensión de la audiencia.
Por eso, redactaron un escrito para exponer su postura.
“Viendo la imposibilidad de hacer valer nuestro derecho a exponer ya que nos encontramos frente a la ausencia de las autoridades electas con potestad de definir el costo del aumento, y la imposibilidad de continuar”, manifestaron. Por eso, solicitaron suspender la audiencia y pasar a cuarto intermedio.
Casi todos los asistentes firmaron la nota para respaldarla. Los coordinadores de la audiencia la recibieron, hicieron algunas consultas referidas a la fecha para una posible nueva convocatoria, pero sin ninguna definición. “Mientras no haya aumento, no hay apuro”, le indicó un usuario que estaba a corta distancia de Del Valle y Chueri. Minutos después, anunciaron la suspensión. “¡Si este no es el pueblo, el pueblo donde está!”, gritaron con fuerza, mientras celebraban la suspensión como una victoria.
A esa altura de la noche, el representante de Mi Bus ya se había retirado en soledad tras responder inquietudes que le plantearon algunos usuarios que estaban en la sala. Afuera del edificio, muy pocos turistas caminaban en una noche fría. Solo se escuchaba a un solitario guitarrista desde una de las arcadas del Centro Cívico que cantaba: “Y lo que cambió ayer, tendrá que cambiar mañana. Así como cambio yo, en esas tierras lejanas. Cambia, todo cambia, cambia, todo cambia…”
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