Nazis

NEUQUÉN

En un documental que emite Netflix puede accederse a información fehaciente relacionada con el oficial nazi Otto Skorzeny, quien fuera el coronel de las SS más condecorado durante la Segunda Guerra Mundial y que, entre otras hazañas de guerra, llevó a cabo el rescate de Benito Mussolini en la cumbre del monte Gran Sasso en un operativo realizado con paracaidistas que se desplazaban en planeadores y una avioneta en la que se embarcó con el Duce para ponerlo lejos del alcance de sus captores, los miembros del mismísimo consejo superior del fascismo italiano.

El material proviene del propio archivo de Skorzeny, legado a la familia española que lo da a conocer, pues este nazi, liberado a fines de los 40, residió en la España franquista desde 1955 hasta su muerte, 20 años después. No está demás decir que dicha liberación obedeció al interés de yanquis y británicos por contarlo entre sus filas como espía, labor a la que Skorzeny se entregó sin reparos, llegando incluso a prestar servicios al Mossad israelí en esa condición.

En lo que a nosotros atañe, el film refiere la relación comercial que tuvo con Perón en la Argentina y en España, donde el ex Presidente fundó una empresa llamada Termon, que funcionaba en Puerta de Hierro y relacionada, según un testimonio recogido en el filme, con el tráfico de armas.

En ese punto se hace mención también al viaje realizado por Eva Perón en 1952 a la Península y a Ginebra, lo cual da crédito a la afirmación llevada a cabo en uno de sus libros por el investigador barilochense Ariel Basti sobre las cuentas que el dinero de los nazis permitió abrir a Perón y Evita en esa ciudad suiza, uno de los paraísos fiscales de la época que sirvieron -o sirven hoy, por caso, en las Islas Seychelles- para depositar los dineros mal habidos. En mi juventud yo también me creía ese mito del folklore peronista que afirmaba que Perón se había ido con lo puesto después de su caída, sobreviviendo en España gracias al dinero de los sindicatos cegetistas.

Jorge A. Sabatini